Los cuatro meses del embarazo de Amelia ya habían llegado, y consigo millones de preparaciones para la coronación de Caspian. En el castillo solo se veían a personas caminar o corretear por los pasillos, el ambiente era casi caótico y muy agotador, por eso la mayoría del tiempo Amelia se la pasaba o en la alcoba o en el jardín descansando.Ahora estaba en la cama mientras se quejaba por el dolor de su espalda, ahora su gran panza le hacía mucho peso y no se podía mantener mucho de pie ya que comenzaba a dolerle.
— ¿Te encuentras bien?— la suave y dulce vez de Lucy se hizo presente en el ambiente, pasó el umbral de la puerta y se adentró en la habitación mientras observaba que Amelia se reincorporaba en su cama
— Si, cariño, estoy bien— le dio una media sonrisa— ¿quieres quedarte aquí? No es muy divertido pero yo si estoy aburrida— dejo que de su garganta se escape una pequeña risa, contagiándola a la menor
— Está bien— asiente Lucy y se acosto en el otro lado de la cama— Peter jamás me dejaba entrar a su alcoba— acota con su ceño levemente fruncido.
Amelia tuvo que contenerse de no reírse de forma nerviosa. Recodaba perfectamente en qué circunstancias estaban cuando Lucy los llamaba o golpeaba la puerta e la habitación y su hermano casi insultaba a su pequeña hermana para que se alejara de la puerta.
— Si...— suspiro con una risa asomando en sus comisuras— tu hermano es algo difícil— Lucy se acomodó en el pecho de la mayor mientras que Amelia acariciaba el lacio y largo cabello de su cuñada
— ¿Saben que va a ser?— pregunta refiriéndose al sexo del bebe. Amelia suspira con media sonrisa y mira al techo
— No queremos saberlo, queremos que sea una sorpresa— responde— aunque yo creo que es un niño— sus ojos se iluminaron llenos de esperanza al pronunciar esas palabras
La menor sonrió enternecida e iba cerrando sus ojos mientras abrazaba en abultado abdomen de Amelia y su cabeza reposaba en su pecho. Las caricias que le proporcionaba la estaban haciendo dormir de no ser por la puerta que se abrió y asustó a la pequeña, abriendo sus ojos de par en par y saltar en su lugar.
— ¡Lucy! No te encontraba— Peter la regaña con una mano en el pecho y tomando bocanadas de aire
— Lo siento— ríe todavía abrazada a su cuñada
— Solo vino conmigo, no la regañes— la mayor le guiña un ojo y el rubio se acercó a sus dos personas favoritas, bueno, en realidad 3
— Que raro que estés acostada y no estés pendiente a la organización, recuerdo que el día de nuestra boda estabas insoportable— ambos suspiraron al recordar aquel maravilloso día, que podrían catalogar como el mejor de sus días sin excepción alguna.
— Cuando fue nuestra boda no estaba embarazada y no dolía mi espalda como ahora. Aunque me muero por ayudar y organizar todo, hay alguien que me lo impide— señala su panza con su abdomen y los tres ríen
— ¿Saben que nombre le pondrán?— preguntó la curiosa Lucy. El zafiro y el almendra se cruzaron y sonrisas cómplices se curvearon en sus labios
— Si, ¿quieres ser la primera en saberlos?— la castaña alza sus cejas frenéticamente y Lucy asiente— bien, si es niña se llamará Blake—
— Wow, es un nombre hermoso— exclama asombrada y enternecida
— Y si es un niño, se llamará Ethan— Peter continúa y Lucy suelta un grito alarmando a los dos mayores— ¿que ocurre?— preguntó asustado
— ¡Adoro ese nombre!— suelta completamente feliz y Peter y Amelia soltaron un suspiro de alivio acompañado de una risa— enserio estoy muy feliz, seré la mejor tía de todas— en sus ojos se podía divisar una chispa, esa chispa de inocencia en todos los niños
— Claro que lo serás, Lu— Amelia acaricia su mejilla y notó como un nudo se invadía en su garganta.
¿Y si no logra ver a su hijo?
— ¿Am?— la voz de Peter la hizo salir de sus pensamientos y lo miro con una sonrisa falsa— ¿estás bien? Te noto ida— sintió un rose en su mejilla y al mirar era la mano del chico acariciando su mejilla
— S-si, perdón— niega con la cabeza sacando sus pensamientos y luego vuelve a prestar atención— quiero ir a tomar un poco de aire al jardín— los dos asienten y Peter se levanta de la cama para ayudarla a Amelia.
La castaña se incorporó en la cama y con una mano de Peter en su cintura se comenzó a levartarse hasta estar parada, dejando a la vista su panza que ahora se notaba muchísimo más. Hace aproximadamente un mes, se habían enterado que su embarazo era de alto riesgo, ya que era muy joven para ser madre y que su cuerpo todavía no estaba preparado. Así que desde ese momento Peter ya ayuda en cada movimiento que hace Amelia, anda atrás de ella todo el tiempo y está pendiente de ella.
— Gracias— besa su mejilla en forma de agradecimiento
— No hay de que ¿necesitas que te acompañe al jardín?— baja su mano hasta la barriga de Amelia y le da una caricia
— No hace falta, necesito estar sola— les da una sonrisa cálida y sale de la habitación.
Por los pasillos las miradas en ella no pueden faltar y las felicitaciones tampoco, eso la agobiaba un poco pero era algo que iba pasar quiera o no. Al llegar al jardín se quebró.
Dejó que sus lágrimas y sus sollozos hablaran por sí solos y expresaran el dolor y culpa que ha estado cargando por meses. La angustia de saber que tarde o temprano va a ser olvidada, de la incertidumbre de no saber qué va a pasar en días, meses o quizás años. Le dolía saber que solo ella y Aslan cargaban con ese pequeño secreto, ese pequeño secreto que estaba arruinándole la psiquis poco a poco.
— ¿Que ocurre?— la voz neutra y serena de Aslan la hizo exaltar en su lugar y le dio una mirada al Leon que estaba a su lado
— N-No puedo más, no lo soporto— contesto completamente angustiada, las lágrimas no daban tregua y seguían bajando por sus mejillas como cataratas
— ¿No soportas que?— Aslan la miraba de reojo y volvía a mirar al horizonte, el cual un gran y hermoso atardecer yacía frente a ellos
— Mentir, no soporto la incertidumbre, no soporto la angustia acá en mi pecho— toca dicha parte mientras intentaba que el aire ingresara a sus pulmones
— Eres una niña muy pura, eres un ser de Luz puro y por eso elegí que seas la reina suprema, tus poderes son los que mantienen el orden y paz en Narnia y eso lo sabes— ella dio un asentimiento con su cabeza— ojalá pudiera hacer todo para que puedas volver a tu mundo y conservar tu embarazo, en serio lo haría. Pero hay reglas en Narnia que no se pueden romper, todo lo que se crea y nace en Narnia, debe quedarse en Narnia— la respiración de la chica fue calmándose y dio una bocanada de aire
— No toleraría quedarme sin Peter, no— vuelve a sollozar llena de miedo mientras esconde su rostro en la melena del león
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𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃 [1] ── Peter pevensie
Fanfiction𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃 ── ❝𝐄𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐫𝐢𝐠𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐍𝐚𝐫𝐧𝐢𝐚, 𝐥𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐀𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚❞ Amelia Harrington, tuvo que mudarse por tiempo indefinido a la gran casa de su tí...