VEINTICUATRO|

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༻ɴᴇᴄᴇsɪᴅᴀᴅᴇs ᴅᴇ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ༺

༻ɴᴇᴄᴇsɪᴅᴀᴅᴇs ᴅᴇ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ༺

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A M E L I A

— ¿Y donde creíste ver a Aslan?— pregunta Peter al volver al mismo lugar de antes.

Habíamos ido sin querer al campamento donde los telmarinos yacían armando su ejército y luego habíamos vuelto al mismo lugar, mi cabeza estaba por explotar y parece que el día no cesaría nunca.

— Desearía que no fingieran ser adultos todo el tiempo— habla Lucy mirándolo despectivamente y sus peleas ya estaban hartándome— no creía haberlo visto, lo vi— afirma mientras comenzaba a caminar hacia otro lado

— Yo soy adulto y no finjo— con Edmund nos miramos cómplices antes de reprimir una carcajada al escuchar las palabras del enano

— Claro, yo lo vi a...— antes de que pueda seguir, el pedazo de tierra donde ella estaba parada de desmorona y al pensar lo peor todos nos acercamos casi corriendo. Ella se encontraba al borde del acantilado, un paso en falso y caía metros abajo sobre el agua— aquí— termina de decir su frase y yo toco mi pecho para confirmar que el corazón no lo tuviera en la garganta.

Bajamos por un camino que había en el acantilado. Mis pies al ser torpes no coordinaban muy bien así que Peter tenía que sostenerme para que no cayera colina abajo. Cruzamos al lado del Río y al tocar una piedra resbaladiza caí al río con Peter sosteniendo de mi cadera.

Las carcajadas de todos no se hicieron esperar y yo tenía mi trasero apoyado sobre la pelvis de Peter— mierda— maldigo en voz baja al notar cómo nos habíamos mojado.

— ¿Te encuentras bien?— la voz del rubio se hizo presente en mi oído y su aliento choco contra mi piel, haciendo que mis vellos se erizaran.

— Si ¿y tu?— giro mi cabeza encontrándome con su rostro a unos centímetros del mío. El da un asentimiento y luego une nuestros labios lentamente.  El mundo parecía detenerse alrededor de nosotros. Solo importábamos los dos y nadie más.

— Vamos tórtolos, todavía nos queda mucho camino— Edmund nos saca de nuestro trance y nos separamos lentamente. Volteo mi cabeza para ver cómo los cuatro se nos quedaron viendo fijamente

Ruborizada me levanto junto a Peter y con nuestras manos entrelazadas seguimos con el resbaladizo camino mientras el sol se ocultaba. El celeste cielo, igual que los ojos de Peter, comenzó a tornarse de un azul oscuro, casi negro. Volvimos a subir hacia el bosque y decidimos que lo mejor era dejar el recorrido por hoy.

— ¿Quien va a buscar la leña?— pregunto yo mientras traía unos troncos con mi magia hacía aquí para improvisar una fogata. Los tres hombres se miran entre sí y luego Trumpkin y Edmund se van hacia el medio del bosque para buscar lo que les pedí.

Las chicas se habían ido a cazar con el arco y flecha de Susan y quedamos Peter y yo solos. Siento un agarre en mi cintura y luego unos besos mojados recorrer mi cuello. Mi abdomen se contrajo ante los inesperados movimientos y suspiro mientras mi respiración se iba agitando.

𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃 [1] ── Peter pevensie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora