𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐙𝐀𝐑𝐃 [1] ── Peter pevensie

Extra 3.

Un año después...

Todo en ambos mundos iba de maravilla.

En Narnia el barco ya se estaba construyendo mientras que Ethan ya cumplía dos años, con todos sus dientes y con su cabello dorado ahora era la envidia de todos, todos quisieran su vida. Amelia y Caspian siempre estaban al tanto de él, ya que era muy travieso. Siempre se metía por los pasadizos secretos que había por el castillo y jugaba a las escondidas con Reepeacheep y Trumpkin, aunque este último ya no tenía más ánimos de jugar y solo se quedaba sentado bajo la pared, disfrutando del silencio.

Amelia comenzó a fijarse más en su vida y se la pasaba siempre al lado de Caspian, ambos ya se trataban como hermanos y jamás los ibas a ver sin el otro. La reina se la pasaba en el puerto, que era donde estaban construyendo el inmenso barco.

Perdió contacto con Peter, a veces pensaba que el ya había encontrado a otra persona, qué tal vez dejó de usar el collar porque le traía recuerdos y que quería arrancar de cero.

Que correcto estaba lo que pensaba.

Pero también ella fue la que forzó su despedida, tal vez si decidía volver ahora estaría estudiando en la universidad, o tal vez ya hubiese vuelto a ser mamá. No sabía cómo pasaba el tiempo en su mundo. Lo que sabía es que sentía como si su corazón se estrujara todo el tiempo.

Buscaba todo el tiempo en su libro hechizos para poder manifestarse en el otro mundo, para por lo menos verlo.

Y lo encontró.

Era un hechizo de espejo, pero necesitaba estar en contacto con el otro collar, ese collar necesitaba estar activado para poder llevar acabo la manifestación y eso Amelia no lo sentía desde hace un año. Desgraciadamente no le dio otro a los Pevensie y se arrepentía.

Peter y Ophelia habían comenzado una relación oficial cuatro meses después de haberse encontrado en aquel bar. Sus hermanos se oponían completamente a la nueva relación de su hermano, ya que les sabía a qué estaba traicionando a Amelia, y Peter claramente explotó contra todos y se fue de su casa.

A madre tampoco le cayó muy bien la noticia debido a la notoria diferencia de edad en ellos, pero su hijo al ser ya mayor de edad podía decidir por su propia cuenta y eso hizo. Se mudó al departamento de Ophelia.

Entre las cajas encontró el collar que Amelia le había dado, suspiro al tenerlo entre sus manos y algo le revolvió el estómago y un sentimiento de culpa invadió su pecho. Cerró los ojos y lo guardo en el cajón de su mesa de noche.

Ahora que llevaban casi un año de relación, las cosas parecían marchar bien. Ella al ser mayor, era mucho más madura que el y cada vez que discutían siempre Peter tiene que dar las disculpas y el brazo a torcer. Ahí se dio cuenta lo manipulador que era hace unos años atrás. Cada uno se dividía los quehaceres del departamento y Peter pudo conseguir un empleo en un museo, como guía de las atracciones. Ophelia era una reconocida abogada y eso le hacía tener un poder económico bastante elevado, así que el dinero no era un problema.