Tú eres mi destino

[¿Es enserio?]

Narro Yo

Al día siguiente, Domingo, los Blight y Noceda tuvieron que salir, así, dejando a Joan solo, quién aseguró poder cuidarse. El niño es un genio. Cuando estuvo seguro de que estaba solo en casa, llamó a George desde su pergamino (ni el mismo sabe cómo tiene el contacto del niño Hart).

El chico Hart dudó por unos segundos, pero, Joan es algo pesado cuando se trata de pedir algo.

George llegó a la mansión. Fue recibido por un Joan muy contento y sonriente.

George: ¿Y esa sonrisa idiota?- Interpeló entrando al hogar del mencionado-.

Joan: No es por nada- Respondió cerrando la puerta-.

George: Y me decías que tus familiares se marcharon y por eso me llamaste, ¿Eh?- Preguntó con un tono burlesco-.

Joan: Pues al parecer lo has pillado- Habló agarrando la muñeca del rubio y jalandoló para ir a la sala-.

Al llegar los dos se sentaron en el sofá. Un silencio se interpuso entre los dos varones, la verdad ninguno de los dos sabía qué hacer. Joan miró de reojo a su compañero y notó que el jugaba con sus manos con un rubor en sus mejillas, casi cubriendo su rostro entero.

Joan: Y bueno... ¿Decías que estás enamorado de mi?

George: Prefiero no responder.

Joan:- Se acerca a el- Vale, pero por lo menos quiero que me digas, que hay en mi que llama tu atención.

George frunció el ceño y se giró para ver a los ojos dorados del niño pequeño. Intentó aguantar pero, esos ojitos llevan maldad, maldad tierna.

George: ¡Ahg! ¡Está bien!

Joan: Cuando quieras, Hart.

George miró a Joan competitivo y suspiró.

George: Me gusta... Pues... Como te llevas con la gente, tus ojos, tu voz, tu cuerpo, tu forma de ser, que estés a mi lado, que-

El seguiría nombrando más cosas especiales de Joan, sino fuera por qué el chico Hart comenzó a sangrar de la nariz.

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Luz: ¡No Amity! ¡No me puedes pedir que me calme.

Los Blight, Noceda, Viney y Jerbo, se encontraban en la residencia del castaño, mientras, que observaban graciosamente y con burla a Luz. La chica se está poniendo histérica.

Jerbo: Venga Luz. A lo mejor tu hijo se enamora, ¿No sería algo bueno?- La chica al escuchar algo así, ando hasta el castaño y lo cogió de la camisa, mientras que este se reía-.

Luz: No te atrevas a decir eso, ¡Jamás!- Gritó para luego soltarlo-.

Emira: Te estás poniendo histerica-

Emira se calló al ver el rostro enojado de Noceda y, prefirió callarse.

Luz de quedó en blanco un momento. Llevó sus manos a su cara y habló sobre estas.

Luz: Por favor, díganme qué no dejamos a Joan solo...

Amity: 3...2... 1

La humana pateó la entrada de la casa y salió corriendo en dirección a la suya.

Cuando la chica llegó, sacó las llaves con urgencia y abrió la puerta.

Subió las escaleras, tropezando con el primero, se levantó con dolor en la rodilla y siguió su trayecto.