Tú eres mi destino

[Final]

¿Éste es el fin?

¿La última aventura?

¿El último reencuentro?

¿El último beso o abrazo?

¿La última pelea?

¿El último secuestro?

¿La última tensión entre ellas?

¿Las últimas caricias?

¿La última noche de sexo?

¿Quién sabe? Todo puede pasar, todo puede ocurrir.

Sean bienvenidos a la final de: Tu eres mi Destino.

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El timbre sonó. La chica bajaba las escaleras rápidamente. Sus paso eran firmes y seguros. Al llegar a la puerta, suspiró profundamente esperando que fuera la persona que ella esperaba y abrió la puerta y, mira por donde, si, era ella, Camila Noceda.

Luz: ¡Mamá!- Gritó antes de poder abrazar a su madre- ¡Te eché mucho de menos

Camila: Yo también mija pero, deberías bajar la voz, no querrás que tú esposa se despierte.

Luz:- Se aparta sonrojada- Si jejejeje... Lo siento es solo que te eché muchooo de menos, fueron 3 meses desde que no te veo-

Camila: 3 días, Luz

Luz: ¿Que? ¿3 días que mamá?

Camila: Solo pasaron 3 días desde la última vez que vine a visitarte, y lo sabes.

Luz: Tu no estuviste aquí... Madre de Dios es cierto, si estuviste aquí hace 3 días- Recordó moviéndose de la puerta para dejar espacio a su madre- P-perdón, se me olvidó jejejeje... Pasa mamá-

Camila: No hija, de hecho me tengo que marchar, solo quise venir a visitarte antes de volver al mundo humano.

Luz: Oh... Claro... Esto, ¿Quieres que te lleve?

Camila: No tranquila, seguro tu esposa e hijo despiertan en cualquier momento y, no me gustaría saber que harían si no te ven aquí.

Luz: Seh... B-bueno, tengo cuidado, ¿Está bien mamá?

Camila: Si mija, tendré cuidado- Aseguró antes de salir de la mansión-.

Luz: *Suspiro* Bueno, iré a preparar el desayuno antes de que estos dos se despierten.

Ella comenzó a caminar con pereza. No tardó mucho hasta que logró escuchar un grito proveniente afuera de la casa. Su piel se erizó. Se asustó. Pensó que sería alguna persona pasando por allí, pero tampoco tardó tanto en que sonara otro grito.

Ella miró a la puerta con miedo, se acercó y la abrió. Al abrirlo no se podía creer que este hombre todavía la estuviera molestando.

Los guardias de Belos tenían a la madre de Luz, provocando que esta apretara su mandíbula.

El Emperador salió de entre sus guardias y soldados. Se paró frente a Luz y esta lo miró con asco.

Luz: ¿Belos es enserio? ¡Pendejo que ya me dejarías vivir en paz!

Belos: ¿De verdad pensaste eso? Jajajaja, tu tonta humana.... ¡¿TODAVÍA NO ENTIENDES QUE QUIERO LA LLAVE AL MUNDO HUMANO!?

Luz: ¡Lo que yo no entiendo es para que lo quieres!