Capitulo 44

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Me apresuro y con el bate golpeo su cara¿eso ahora te causa risa?—su mirada es mortal y oscura. Vuelvo y lo golpeo—¿no vas a responder, Carlos?

—lo único es que por mas que me des golpes con ese juguetico, no borraras lo que le hice a tu madre y lo que estuve a punto de hacerte a ti—se burla, simplemente no le importa en lo absoluto que el este en esta situación

—no tienes idea—me rio—que asi como tu disfrutaste lo que hiciste...—prendo uno de los cigarros que le quite a la rubia—yo también disfrutaré todo lo que voy a hacer

Enciendo un cigarrillo, me quito la mascara y comienzo a darle caladas mientras dejo el encendedor prendido y esperando a que este se caliente lo suficiente

Lo miro con demasiado odio—eres una perra igual que tu madre—agarro su cabeza con fuerza y asiento el encendedor en su pómulo derecho

Grita por el ardor que produce el metal caliente contra la piel sensible de su cochino rostro, escuchar como se quema y gime por el ardor que este pequeño metal hirviendo produce, es bastante relajante

—¿desde cuando lo haces?—Dylan me mira sorprendido—lo de fumar

—desde hoy—guiño un ojo

—está bien—este vierte agua en un balde algo grande ¿pensara en ahogarlo?

Dylan lo agarra por la nuca y sumerge su cabeza en el balde con agua, Carlos intenta defenderse, pero como está atado tanto de manos como de pies, se le imposibilita si quiera tratar de soltarse para escapar de nuestro alcance

—son unos malditos hijos de...—no termina lo que estaba por decir por que su cabeza ya está sumergida de nuevo en el agua

—¿esto te gusta Carlos?—Dylan le pregunta acabando de sacar la cabeza de ese tipo—tengo claro que te gusta la tortura—y vuelve a sumergir la cabeza

Pasa un rato y Dylan aún no lo saca del agua

—¡lo vas a matar!—Emily gruñe

—es suficiente Dylan—hablo yo y hace caso ante mis palabras 

—e-esto lo van a p-pagar muy caro, se los juro—su dificultad de hablar es simplemente graciosa

Emily se agacha mirando a Carlos y ríe—Hola papá, tiempo sin verte—se levanta y le da unas fuertes patadas en su abdomen

Se abalanza encima de el y le golpea la cara sin piedad, esto parece una película de acción, de criminales dandole su merecido a tipos de su clase; Sangre es lo que puedo ver en el suelo y en el rostro de el, no me da asco ni nada e incluso creo que lo poco que ha derramado no es suficiente ni se compara con toda la sangre de las personas, las cuales el se ha encargado de derramar

Emily se quita de el y sin previo aviso lo agarra del cabello y lo sumerge en el agua por 2 minutos si no estoy mal

—Dylan, prestame el cuchillo—accede y me lo entrega

Emily se aparta y yo me agacho a la altura de su rostro, el con las pocas fuerzas que le quedan comienza a reir muy fuerte, es una risa muy diabólica, pero que a ninguno de los tres nos causa miedo

—p-podran hacer todo lo que quieran...—respira muy profundo—p-pero no podran v-vencerme como tanto lo desean

—tal vez no—hablo y resbalo el cuchillo por su rostro sin irlo a cortar aún—pero si lo disfrutaremos—por aquella horripilante cicatriz que tiene en su maldito rostro, comienzo a pasar el cuchillo con fuerza, abriendo de nuevo esa herida que alguna vez fue abierta por manos de mi madre

El grita y llora del dolor, esto me divierte y me gusta, la venganza no es tan mala después se todo. Al terminar, sangre brota de la herida y aunque antes la sangre me causaba náuseas, ahora no, puedo notar que la sangre es hermosa por ese color tan vivo y oscuro, aunque distintivo

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