Capitulo 27

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Acabo de levantarme, miro mi celular y hay un mensaje de aquel hombre que dice "lamento tener que fallar esta salida tan importante para mí y para ti, tuve un problema y estoy en el hospital, lo siento. Espero que nuestra salida siga en pie". Lo entiendo, ojalá no me este mintiendo

Esto para mi se torna un poco difícil y me encantaría solucionar todos los malditos problemas con los que cargo. Siento de nuevo mis ojos pesados y opto por dormir un rato más, de igual manera aún sigue siendo temprano y pondré una alarma para no quedarme más del tiempo debido en la cama

(...)

Estoy hablando muy animadamente con Dylan y esperando a que Manuel se aparezca con su primo Léonard, que me calló demasiado bien, aunque me da miedo su sinceridad tan efusiva, tan vehemente, tan explosiva...

—recuerdo una vez en la finca de mis abuelos que me subí a un árbol de mandarinas, tenía unos 7 años si mal recuerdo y entonces puse mal un pie cuando el otro se me quedó atascado en el arbol y pensé que me caería y paso que me quede colgando del árbol—de tan solo imaginarmelo colgando en el árbol, me da risa—ese día dure media hora colgado y gritando e incluso cuando me ayudaron a bajar, me desamaye

Y claro era de esperarse, quedarse así por tanto tiempo, con la cabeza volteada, era lógico que se mareara, debido a que toda la sangre se le bajó y se le acumuló en la cabeza y al bajarse y volverse a parar, esto le iba a causar un fuerte impacto

—que horror—de igual manera me da risa, eso le pasa por ser inquieto

—cuentame tu algo—iba a abrir la boca para hablar, pero veo a lo lejos dos hombres que caminan como modelos de pasarela. Manuel trae unos jeans azul oscuro, una camisa negra y su muy usual chaqueta de cuero y unos tenis negros. Tiene su cabello castaño revuelto y sus ojos verdes tan penetrantes se posan en los míos. Léonard está usando unos jeans negros muy exclusivos, una camisa sencilla, pero también exclusiva y un abrigo negro con cuello, aunque obviamente lo tiene abierto y también es algo muy exclusivo que no suele usarse muy a menudo en este país, pero que lo hace ver cómo un detective muy sexy, usa una especie de zapatilla muy moderna, de color negra y lleva su cabello rubio bien peinado, me mira y en sus labios se ensancha una perfecta sonrisa

Varias chichas se posicionan en frente de los dos y empiezan a gritar, abrazarlos a los dos o a tomarsen fotos y es entonces que veo las miradas de los dos suplicando que vaya a salvarlos

—vuelvo en un momento—me acerco al montón de chicas y cojo las manos de los dos y la jalo entre la multitud. Las tontas esas chillan de fastidio por lo que estoy haciendo y me giro más fastidiada yo que ellas

—¡Léonard, te amo!—chilla una de ellas por lo que me dan ganas de callarle su chillona voz con un buen puñetazo

—miren niñas, este joven tiene una escena fotográfica, así que dejen de comportarse como unas perras en calor y vayanse mejor a hecharse hielo para que se les baje la calentura ¿Entendído?—les hablo con un tono subido y todas me miran con la boca abierta y solo basta que las mire aún más feo, para que se vayan

Me giro hacia los dos y me miran sorprendidos—guau, estoy impresionado—me sonríe y al parecer me siento satisfecha—esta chica la verdad me agrada

—ya me lo agradecerán después—paso por el lado de los dos y entonces empieza la escena fotográfica

Admito que este chico se ve realmente bien en todas las fotos, de todos los ángulos posibles y de todas las poses que este hace, realmente me encanta el estilo de ese chico

—Celeste, ¿Por qué no posas conmigo?—a Dylan se le iluminan los ojos y Manuel no demuestra ninguna emocion

—¿Pero y mi vestimenta?—mi atuendo consiste en un vestido blanco, de tirantes gruesos, ceñido en la cintura y holgado en la falda, le adornan algunas pepas brillantes, a este atuendo lo acompañan unos converse blancos. Llevo mi cabello suelto, lacio y no tengo ni una pizca de maquillaje

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