Tu haces que Me Enamore

Capitulo 57

Verlo ahí tirado en el suelo, inconsciente me hace poner nerviosa y a parte de eso acabo de entrar en Shock, no se que hacer en estos casos y más por qué yo sola no puedo con el

Miro por toda la habitación a ver si encuentro un botiquín y no veo nada, pero me percato de que el traía una botella de licor y como eso contiene alcohol, saco algo de contenido y se lo froto en la nariz para que despierte

Hasta que por fin comienza a abrir los ojos—¿Te sientes bien?—pregunto

—acabo de desmayarme ¿Crees que me siento bien?—me golpeo internamente

Es lógico

—parate—lo cojo de un brazo y se ayuda a levantar, también lo ayudo a acostarse

—me siento hecho una mierda—ruedo los ojos

—ok, me voy—y salgo sin dejarlo dar una respuesta

—no te puedes ir—no se en que momento sacó fuerzas para pararse y venir a seguirme

—¿Lo vez? Ahora eres tú quien me sigue—me coje de la mano y me comienza a arrastrar de vuelta a la habitación—¡Suéltame o no hagas que te de un golpe y te desmayes de nuevo!—se rie—¡Y no me importa que estés borracho!

—me gustaría ver qué lo intentes preciosa—este nuevo Manuel si que es raro

—estas corrido—me mete bruscamente en la habitación y el entra con migo

—te lo dije, no vas a irte—me cruzo de brazos

—¿si sabes que esto es acoso y puedo demandarte?—se para en frente mío quedando muy cerca

—claro, puedes demandarme, pero la pregunta es ¿Quieres hacelo? ¿En serio quieres demandarme?—mis piernas comienzan a fallar, veo sus labios y quisiera aferrarme a él para besarlo

—tal vez si quiero hacerlo—apolla su mano a un lado de mi cabeza y me mira fijamente acercando sus labios poco a poco a los mío. Puedo sentir su aliento a alcohol pero a la misma vez deseo hacia el

—por dentro se que no es lo que en verdad quieres, yo sé a la perfección que es lo que deseas ahora mismo—descruza mis brazos y toma una de mis manos sin quitar la que está ampollada en la pared

—tu no sabes nada—y si que lo sabe, pese a su pérdida de memoria, hay cosas que no se pierden fácilmente

—si que lo se, se que anhelas lo mismo que yo—su cuerpo se pega al mío. No puedo evitar experimentar estos sentimientos que me causaba antes, vuelven a darle vida a mi cuerpo y a mi alma, estoy disfrutando mucho de esto

Puede que haya pasado mucho tiempo, pero hay emociones y sentimientos que no se quitan de la noche a la mañana

Lo empujo para apartarlo de mi y que no me vuelva loca

—¿Por qué no te duermes y a mí me dejas ir?—encoge los hombros y se tira a la cama mirando hacia el techo

—¿Por qué no vienes y te acuestas también? O tiene miedo—respiro hondo y me acuesto a su lado en la misma posición que el

—me han contado varias cosas de mi pasado y parece ser que en gran parte que no mientes—me volteo a mirarlo

—no tengo por que mentir en algo tan delicado como eso

—¿Me ayudarías?—su voz es algo lejana

—¿A qué?—y se va quedado dormido de repente

Muy bien, me has dejado con la intriga Manuel. Me hago en el extremo de la cama y me giro dándole la espalda