—Komaeda, ¿pasa algo?
—Tenemos un problema—. Se alejó antes de que llegara a tocarlo—. Nos vieron—. Hinata abrió los ojos a más no poder.
—Es imposible. Tú suerte no lo permitiría...
—Pero lo hizo—. Suspiró, jalando su cabello, para luego correr a lanzarse encima de la cama—. Ese tal Bill Cipher si tiene talento.
— ¿Cuál? Es lento, descoordinado, y aun no entiendo cómo sigue vivo después de tantos golpes.
—Pensé que solo era un talento inútil, pero al parecer... Es del tipo que absorbe el talento.
—No entiendo—. Se cruzó de brazos, sentándose en la esquina de la cama, no sin antes vigilar que la puerta tuviese candado. Más valía prevenir.
—Nosotros los talentos tenemos un tipo de 'feromona'. Los humanos no la ven, pero nosotros la percibimos. Las más fuertes son la de Dipper y la mía. Bill casi ni se siente. Pero... Él puede absorber eso. No creí que en serio hubiese debilitado hasta casi matar a Dipper—. Comenzó a morder su uña, cruzando las piernas encima de la cama, y comenzando a encogerse en sí mismo—. Bill no es solo poderoso, puede matar a Dipper y dejar como un cascaron vacío a cualquier talento.
—Eso significa que es peligroso.
—Lo es—. Suspiró, para volver a tirarse hacia atrás en la cama. Desenredó sus largas piernas y con sus pies se quitó los zapatos—. Qué fastidio. Pensé que sería fácil deshacernos de él.
—Stanford no nos pidió que nos deshiciéramos de él. Solo observarlo—. Abrió los brazos, llamando a Hinata. Él rodó los ojos, pero igualmente gateó encima de la cama hasta estar encima de Komaeda.
— ¿Desde cuándo le hacemos caso a ese viejo loco? —. Enredó sus brazos en la cadera de Hinata. Ambos eran delgados y largos, pero Hinata tenía aún más marcada la cintura y eso le encantaba Komaeda aunque a Hinata le molestara.
— ¿Qué planeas, loco? —. Algo que tenía Komaeda era que estaba completamente loco. Le daba miedo, pero le interesaba juntarse a él aún más cuando mostraba esa faceta tan maquiavélica.
—Pues matarlo—. Dijo con esa sonrisa que bien podría ser tierna viniendo de otra persona, pero de él, solo era mal agüero.
.
Me levanté sobresaltado, sudando frío, y con el corazón golpeando con violencia mi pecho. Dipper se levantó al mismo tiempo y me apuntó con el arma que siempre cargaba, pero con los ojos cerrados. Dipper siempre estaba alerta a cualquier cosa. Entonces abrió los ojos y bajó la pistola, restregándose su cabello con su otra mano.
— ¿Qué pasó, amor? —. Estábamos desnudos, pues la noche anterior habíamos comenzado a acariciarnos, pero al final me quedé dormido del cansancio, raro en mí, puesto que yo tenía buen aguante. Dipper, aun así, estaba lleno de mordidas por todo el cuerpo.
—Solo tuve un mal sueño—. Se acercó a mí, acariciando mi rostro. Con sus yemas tocó mi inminente barba, estaba comenzando a necesitar una depilada facial. Tomé su mano y la besé—. ¿Ya es de día?
—Sí—. Me dio un pequeño beso en la barbilla y tomó su celular. Me encantaba la forma tan casual con la que llevábamos el romance, porque siempre pensé que sería incómodo y llena de cariño. En realidad, me gustaba que fuera así, no era agobiante ni persistente. Solo nacía.
— ¿Pasó algo? —. Su rostro se encogió, y soltó un suspiro, rodando los ojos.
—Gleeful tiene un trabajo para nosotros—. Ya habían pasado al menos mes y medio, y yo había mejorado increíblemente rápido. Komaeda no se acercaba mucho, solo observaba serio. Supongo que Dipper habló con él, pero no parecía que fuese así, pues ahora Dipper estaba más pendiente de lo que ambos (Hinata y Komaeda) hicieran juntos.
— ¿Dónde?
—Es un ataque terrorista.
— ¡¿Qué?! —. Él rió.
—Mentiras. Es tan solo que van a secuestrar un banco los del clan enemigo. Nos vamos a infiltrar para arruinar su plan.
— ¿Eso no es bueno? Digo, ustedes son...
—Bill—. Esta vez me miro serio—. Vamos a matar personas.
— ¿Qué?
—Mírame bien—. Me tomó de los hombros—. Vamos a matar personas y en el campo de batalla no podrás mostrar ni una pizca de empatía. Es tu vida o la de ellos. ¿Entiendes?
—Es matar o morir—. Él asintió.
—Ellos no dudarán en dispararnos. Nadie es tu amigo, nadie dará la vida por ti.
— ¿Ni tú? —. Él suspiró.
—Estaremos en puestos distintos.
—No entiendo.
—Bien, acá no solo iremos nosotros dos.
Entonces entendí que aquello era el campo de guerra.
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Avaricia y orgullo. |BillDip|
FanfictionDipper Pines no es lo que parece. Es una rosa hermosa rodeada de espinas y un ambiente bastante peligroso. Pero, ni aún con eso, Bill Cipher decide alejarse, es más, desea ver hasta qué punto se puede acercar a esa bella rosa antes de que sus espina...