하늘 8: Los sucesos 하늘

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- Lee Felix.- dijo el hombre.- ¿Cómo es que no estás muerto? El edificio entero cayó abajo, pero sigues vivo y apareces de golpe en el bosque.

Hyunjin frunció el ceño, enojado.

- No hace mi dos minutos que se ha despertado, y ya lo está interrogando.- acusó molesto.- Váyase, tiene que descansar. Más tarde puede preguntar lo que quiera.- le dijo, apartando la mirada.

Kam hizo una mueca con su cara, pero suspiro derrotado.

- Está bien, vendré más tarde. Pero cuida ese vocabulario, soy mayor que tú, moscoso.- después de eso, abrió la puerta y se fue.

Hyeongjun fue rápido, y con una sonrisa se acercó a Felix, en la cama. Lo abrazó y este le devolvió el gesto. Estaba feliz de que su amigo haya vuelto, no pudo evitar sacar unas lagrimas. Hyunjin sonrió ante la ternura que le daba Song. Siempre se había mostrado un poco serio y desinteresado con el tema de la desaparición de Felix.

- Me alegro de que hayas vuelto..- murmuró feliz.- Te dejaré descansar, ahora tengo clase. Ponte al día con ese chico de detrás mío.- le guiñó un ojos y salió de la enfermería.

Eso hizo que Felix se sonrojara un poco, pero lo dejó pasar.
Hyunjin se volvió a acercar a él, y se sentó a su lado. Tenía un revoltijo en su estómago, su pulso estaba disparado y sus ojos picaban. Miró sus manos con nervios. No sabía que hacer, por qué se encontraba demasiado nervioso y alegre. Felix lo miro con una sonrisa de lado. Se veía muy tierno.

El rubio acercó una de sus manos a la mejilla del mayor. Este subió la mirada, y al encontrarse con el lindo rostro de Felix sonriéndole, no puedo evitar soltar una lagrima que rodó por su mejilla, y tocó la mano de Lee. Este la limpio, y le dio un abrazo, pasando sus brazos por su cuello. Hyunjin puso sus brazos en su espalda baja, enterrando su nariz entre su cuello y hombro. Olía bien, dulce. Amaba ese olor.

- No llores..- dijo Felix, triste.

Hyunjin negó con la cabeza.

- Es como si todo fuera un sueño..- murmuró.- Había perdido toda esperanza de volver a verte. Y tenerte aquí, me hace querer abrazarte todo el tiempo.- hablo triste, pero con una pequeña sonrisa.

- Entonces duerme, mi pequeño sol..- murmuró Felix de pronto. Hyunjin se extrañó.- Fue lo último que me dijiste, antes de que me fuera al día siguiente a la misión.- lo recordaba a la perfección. Se lo repetía muchas veces, cuando se sentía inútil y solo quería desaparecer.

Hyunjin se sorprendió de que aún recordara eso, pero sonrió con ternura. Se separó del rubio y acarició sus mejillas. Los ojos del chico brillaban como cristales.

- ¿Felix, qué querías decir con que estabas debajo de los escombros?- pregunto con voz suave, para no presionarlo.

Este le miró con los ojos, ahora, triste. Suspiro cansado y pensó en lo que diría sin que al mayor no le agarrara un ataque de ira.

- Tus padres me dispararon en la pierna.- comenzó a relatar.- Les dije que el edificio iba a explotar en pocos minutos, y decidieron encerrarme en una especie de laboratorio subterráneo. Estuve encerrado allí durante demasiado tiempo. Había días en donde había pensado en.. en..- no le salía. Tenía un nudo en la garganta que se lo impedía y los ojos le empezaban a picar.

Hyunjin le acarició el pelo y las mejillas, tranquilizándolo. Eso le ayudó un poco a continuar.

- ..pensé en quitarme la vida.- murmuro en un suspiro.- ..irme para siempre, y no sufrir todo aquello, pero... tú, tú me hacías poder superarlo todo. Pensar en ti, como me tranquilizabas con besos o de la manera en la que me mirabas: con ilusión. Me hizo aguantar a tus padres.

Hyunjin estaba triste. Su pequeño había sufrido muchas cosas, todo por culpa de sus padres.

- Yo sabía que tus padres me querían vivo. Algo dentro de mí me lo decía.- murmuró seguro el peli blanco.- Ellos me hacían pruebas todos los días. Insistían en que querían que fuera mejor. También hacían experimentos conmigo, y si yo no hacía algo que ellos querían, me torturaban o no me daban de comer en un tiempo.- explico.

- Esos cabrones..- murmuró con ira. Se intentó tranquilizar.- Pero ahora ya estás bien, estas conmigo.- lo abrazo de nuevo, haciendo que el rubio escondiera su cabeza en el pecho del mayor.

De golpe, la puerta se abrió. Ambos adolescentes miraron sorprendidos, separándose de golpe. Hyunjin volvió a fruncir el ceño, chocando contra la mirada extraña de su director, Kam, que los miraba de manera superior.

- Así que es eso.- dijo el hombre.- Los padres de Hwang siguen vivos y te tenían con ellos y te entrenaron. Así que tenían un laboratorio debajo del laboratorio principal..- murmuró para sí mismo.

- ¿Está espiando?- pregunto Hyunjin, enojado.

- Es una información muy importante que necesitaba saber.- drespondio.

- Mira, no me importa que clase de rencor tienes con mi madre, pero no quiero que involucres a Felix, porque si lo haces, te juró por tu asquerosa arrogancia, que te mato.- dijo Hyunjin con voz muy seria, sorprendido a Felix.

- Relaja esos humos.- dijo tranquilo el adulto.- Felix, después hablaremos tú y yo, tranquilos. Ahora ves a tú cuarto, y descansa allí. Más tarde la profesora Su irá a por ti.- aseguró, hablando con tranquilidad, evitando la mirada del peli negro.- Nos veremos más tarde.

Dicho eso, abrió la puerta y se fue, otra vez.

Felix no iba a negar que sentía miedo. Kam había cambiado demasiado en ese tiempo. El ya no contaba como persona, simplemente se peleaban por el, como si fuera una arma para poder destruir al enemigo. Eso le hacía sentirse como la mierda, no valía para nada, solo para destruir cosas y vidas. Sus ojos se cristalizaron, y sentía un nudo en su garganta. Quería llorar.

Pero, Hyunjin estaba allí con el.

El mayor lo abrazó, más fuerte que antes, transmitiendo que estaba allí para apoyarlo.

Dejó salir unas lagrimas, que continuó con muchas más otras, con un temblor en su labio y sus ojos rojos. Un llanto se escuchó en la habitación. Hyunjin no podía evitar sentirse triste al ver a su pequeño de aquella manera. Tan débil y vulnerable. Lo acercó a su pecho, calmando su llanto poco a poco.

Rastros de lagrimas se quedaron en sus mejillas.

El mayor lo separó de su pecho y lo observó, con sus ojitos cerrados. Se veía muy tierno.
Junto sus frentes, acariciando su rostro y cuello. El menor sentía la respiración de Hyunjin muy cerca y sus caricias lo tranquilizaban.

- No llores más, bonito. Me harás llorar a mí.- murmuro con una sonrisa tranquilizadora.

Felix abrió sus ojos, juntando sus miradas. Paso sus manos por sus hombros, apegándose a su cuello. Cerró los ojos y suspiro, cansado.

- Quiero dormir.- pidió con voz aniñada.

Hyunjin sonrió y asintió con la cabeza.

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Encontrado // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora