Ella quería tener todo el poder. Tener SU poder. Y, haría lo que fuera para conseguirlo. Felix quería salir de aquel sitio. Pero no podía comunicarse con el. La actitud de chico serio y afectado volvió a Hyunjin, pasaban los días, y siempre se repet...
Se sentó en la silla giratoria del laboratorio, y apoyó su cabeza en la montaña de papeles raros, encima de la mesa. Su marido la miraba con ternura.
- ¿Crees que estará bien? Te pásate con la herida.- comento la mujer, un poco preocupada.- Si se muere, será tu culpa.
- Tranquila cariño, está todo bajo control.- aseguró el hombre.- Ese niño es demasiado listo, no habrá tardado en comunicarse con alguien para que lo salve.- bufo.- Si no hubiera hecho nada, solo habría durado una hora antes de morirse desangrado.
Hyejung suspiro.
- Bueno, hay que ponerse a trabajar.- se puso de pie.- Tenemos que tener todo listo. Ese niño no tardará en abrir la boca y contar todo. Vamos a ello.
Se acercó a una mesa, llena de pantallas y cables. A un lado, había una especie de radio, de donde salían unos pitidos raros, un electrocardiograma. Con sus largos dedos, apretó uno de los botones de la radio, mientras las rallas en la pantalla se movían como serpientes. El pitido cada vez era peor. Sonrió de lado, mientras se imaginaba la escena.
- Pagarás por todo..Seonggi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos subieron de nuevo a la habitación, cuando Felix empezó a sentirse un poco incómodo y cansado. El resto se quedaron un rato más charlando sobre el tema, dando ideas, pero quedaron en hablarlo todo con calma al día siguiente.
El peli negro abrió la puerta de la habitación y ambos pasaron dentro. La pierna le estaba matando del dolor, así que se sentó con rapidez en la cama, soltando un suspiro. Su estómago estaba un poco revuelto. No iba a negar que se había puesto un poco nervioso, pero acabó haciéndolo bien. El mayor se sentó a su lado.
- Un puñetazo habría sido mejor..- comento, riendo levemente.
- No seas exagerado.- rio el mayor.- Lo hiciste bien.
- Tengo algo de sueño..- murmuró cansado.- ¿Dormiré aquí?- pregunto, con un poco de nervios.
- Si quieres puedes dormir en el suelo.- bromeó.- Claro que dormirás aquí.- le brindo una sonrisa.
- ¿Cómo se llama el nuevo? Tu compañero de cuarto.- pregunto, curioso.
- Se llama Minhee. No sabría decirte mucho de él, solo se que es muy antisocial y que le gusta escribir.- dijo elevándose de hombros.
- Parece ser un chico serio.- opinó.
Hyunjin asintió con la cabeza, y agarró la mano de Felix, dejando pequeñas caricias en esta. El rubio sonrió. Hyunjin parecía cambiado. Necesitaba adaptarse, había pasado mucho tiempo fuera y obviamente el mayor había sufrido demasiado. Se le veía más tierno, pero también bastante serio y protector con el.
Puso su mano encima de la de Hyunjin y volvió a apoyar su cabeza en el hombro del más alto. La sensación era agradable.
- Siempre estás preocupado por mí y todo lo que me pasa, pero no me dices como te encuentras tú.- dijo, con voz suave, enterneciendo al mayor.
- Yo estoy bien, mucho mejor ahora.- aseguró feliz.- Aún intentó hacerme a la idea de que ya no estoy solo.- murmuró con una sonrisa de lado.
Felix iba a responder a eso, pero un pinchazo en su cuello lo hizo hacer una mueca. Pensaba que el dolor se iría, pero en cuestión de segundo, el dolor aumentó demasiado. Se despegó del mayor con rapidez, tomando su cuello con dolor, sin poder abrir los ojos. Sentía como si su corazón de estuviera estrujando y sus pulmones no pudieran coordinarse.
Hyunjin se asustó y se agachó al lado del rubio en el suelo. Cogió su rostro entre sus manos, acariciando sus mejillas y preguntándole si todo estaba bien. Felix solo podía negar con la cabeza. Eso lo alarmó más, pero necesitaba calmarse para calamar al menor.
- Felix, tranquilo, mírame, todo estará bien, ¿si? Tú solo respira despacio, concéntrate en algo.- le hablo con voz preocupada y suave.- Sigue mi respiración, intenta calmarte.- sobó su rostro con cariño.
El rubio empezó a respirar más despacio, siguiendo la respiración del más mayor. De golpe, el dolor se paró, como si se hubiera apagado. Soltó aire y respiro más asustado. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se sentía como si llevara aquel collar azul de hacía tanto tiempo? No podía aclara su cabeza.
- Lixie, tranquilo, yo estoy contigo..- murmuró, tratando de tranquilizar al contrario.
El contrario suavizó su respiración y se cálamo unos minutos después. Apoyó su cabeza en el pecho del mayor, mientras este intentaba calmar a ambos. No sabía con exactitud lo que acababa de pasar.
- ¿Qué a pasado?- le pregunto preocupado, acariciando su pelo.
- Era un pinchazo.. en el cuello. Y-Yo.. no podía respirar..- hablo alterado, aún con dolor.- Se sentía como.. aquel horrible collar azul..- murmuró.
A Hyunjin le entró miedo. Sus padres eran los responsables de ese collar, puede que ellos estaban detrás de esto. Puede que le hayan puesto algo en el cuello a Felix o dios sabe qué cosa. Sus padres tramaban algo y quería saber que era. ¿Qué tenía que ver Felix en aquello?
- ¿Qué te hicieron mis padres cuando estuviste con ellos?- pregunto el mayor.
- M-Me pincharon algo en el cuello. Luego está todo negro y me desperté en el bosque.- hablo el menor.
Hyunjin suspiro, casando.
- Hablaremos de esto mañana, ahora es algo tarde y tienes que descansar.- murmuró.
Ayudó al menor a levantarse y lo dejó en la cama. Felix se estiró, tapándose con las mantas. Hyunjin se estiró a su lado, mientras apagaba la luz. Minhee no tardaría mucho rato en llagar, o puede que ni viniera, estando el rubio aquí. Se acercó un poco al rubio y lo abrazó levemente, mientras lo acercaba a su pecho. Dejó algunos besitos en su frente y acarició su cabello.
- Tranquilo, ahora todo está bien.- murmuró calmado.
