Ella quería tener todo el poder. Tener SU poder. Y, haría lo que fuera para conseguirlo. Felix quería salir de aquel sitio. Pero no podía comunicarse con el. La actitud de chico serio y afectado volvió a Hyunjin, pasaban los días, y siempre se repet...
Toda esta historia parecía muy repentina, pero esto apenas comenzaba cuando el director era pequeño.
El internado se construyó cuando apenas Kam era un niño pequeño. Su madre era una exiliada, y él también. Escaparon durante mucho tiempo, pero acabaron cazándoles y lo llevaron a ese sitio. Se sorprendió, ya que en ese lugar habían más niños de su edad.
Hizo un amigo. Hwang Yaohyun. Ese chico era listo, amable, guapo, y tenía talento para controlar el aire. Al principio no empezaron con buen pie, pero con el tiempo aprendieron a tolerarse el uno con el otro.
Un día en clase, tenían que hacer un trabajo que trataba de donde habían venido, de su pasado. El trabajo de Seonggi fue muy sencillo, explicó que había nacido en una familia pobre y en la ruina. Él era el último descendiente de su pequeña familia. Pero Yaohyun tenía una historia familiar un tanto complicada.
Su familia había sido una de las más importantes en el pasado, uno de sus antepasados consiguió llegar a gobernar una vez el reino en el pasado, pero todo eso cambió cuando explicó que descubrieron su secreto. Una de las criadas se lo informo todo al gobierno. Así fue como había llegado hasta allá.
- Tu historia familiar es increíble..- hablo Kam en un suspiro.
- No exageres.- dijo Yao riendo.- Por cierto, quiero mostrarte algo.- dijo animado.
Ambos chicos llegaron hasta la habitación que compartían, y el alto se aseguró de cerrar bien la puerta. Rebusco algo debajo de su cama, y de allí sacó una maleta de piel color marrón. La puso en la cama, con una sonrisa.
- ¿Qué es eso?- pregunto Seonggi.
Yao abrió la maleta. Dentro de ella había un libro, bastante grueso para su gusto. A un lado, había una piedra de color caramelo, y brillante.
- Esto ha estado en mi familia durante generaciones.- explico.- Voy a hacer una locura, y solo te pido que lo guardes bien. Tú tienes más futuro que yo.
Kam frunció el ceño.- ¿De qué estás hablando? No me asustes.
- El libro fue escrito a mano por todos mis antepasados. Es muy valioso. Y la piedra tiene mucho poder, no dejes que la toque alguien que tenga también mi apellido, o se montará una buena.- pidió, guardando todo debajo de la cama de nuevo.
Seonggi le pidió que no hiciera idioteces.
Aquella noche, Kam se fue a la cama como un día normal, ignorando lo que había pasado con Yaohyun, pero a la mañana siguiente, los profesores del centro informaron de una fuga. Hwang Yaohyun y Lim Hyejung, habían escapado durante la madrugada.
Seonggi sintió un vacío en su interior. Ahora se sentía solo, su habitación se sentía vacía y también su corazón. Pensaba que realmente Yaohyun y él podrían tener una oportunidad. Porque lo amaba, pero después estaba ella. La perra de Hyejung.
Aquella chica se había obsesionado con Hwang desde que lo conoció. Los dos habían coqueteado un par de veces, pero Yaohyun siempre decía que no tenían nada. Y ahora, desaparecían de golpe.
Se agachó, y de debajo de la cama sacó aquella vieja maleta. La abrió, y las cosas seguían allí dentro. Excepto por algo. Habían un papel, parecía una carta. La abrió, y empezó a leerla.
Hola, Seonggi:
Te dije que haría una locura, y creo que si estás leyendo esto ya la sabes. Me da vergüenza admitirlo, pero creo que me estoy equivocando con esto. Se que es un error, y créeme que preferiría estar mil veces a tu lado que no con esta loca obsesionada conmigo.
Pero tengo un plan. Hyejung es de agua, y yo de aire. En mi familia hay un viejo rumor de que si agua y aire se juntas, sale fuero. Es imposible, pero puede suceder. Por otra parte, está la piedra que ahora te pertenece. Si esa piedra llega a tocarla alguien que tenga el apellido Hwang, pero no tenga un poder de fuego, podríamos morir todos. Es algo muy peligroso. Pero si lograse tener un hijo de fuego con Hyejung, en un futuro podría controlar la piedra y con ella los cuatro elementos.
Hyejung, ella está loca. Si ella descubre que la piedra la tienes tú, podría ir y hacer lo que sea para arrebatártela. Es más fuerte de lo que crees. Su apellido es Lim, es muy poderosa. Escape con ella para alejarla de la piedra.
Tú eres listo. Esconde la piedra y el libro. Puede que en un futuro los necesitemos. También hay otra cosa. En la página final del libro hay escrito algo. Una leyenda. Léela.
Quiero que sepas que te quiero, y que eres mi mejor amigo. Idiota. Te quiere, tu amigo:
Hwang Yaohyun.
Las lagrimas no tardaron en bajar. Yaohyun era una persona excelente, miraba por el bien de todos, alejando a la pirada de Lim de la piedra para que no empezara otra guerra. Guardo la carta en donde la encontró, y volvió a dejar la maleta bajo la cama.
Los años pasaron, y todos iban abandonando el internado. Ya sea escapándose, mudándose o encontrando trabajo. Pero él no. Porque había decidió ser el próximo director del lugar. No tenía nada afuera, y quería seguir esperando por su amigo.
Guardo la piedra en un libro falso que era una caja, en la biblioteca del lugar. Con el paso del tiempo, los perdió. No se esmeró en buscarlos.
Hasta que recibió una llamada telefónica.
Hyejung y Yaohyun acabaron trabajando para el gobierno. En un laboratorio donde experimentaban y cuidaban persona con problemas mentales, y con exiliados. Los capturaban y luego los mandaban a centros como los que él dirigía.
Le dolió saber que Yaohyun se había olvidado de todo el plan. Y de él. Excepto por esa llamada.
- ¿Diga?- cogió el teléfono, que no paraba de sonar.
- ¿Es el director Kam Seonggi?- pregunto, aquella voz afeminada.
- Sí.- confirmó.
- Queríamos informarle del ingreso a su centro de un niño. Tiene toda la información en un informe que le hemos mandado. Llegará en una semana a su centro. Gracias por su amabilidad.- y la llamada termino.
Bueno. Otro niño más. Pero cuando abrió ese informo, y leyó el nombre del niño, su sangre dejó de correr y su corazón se paró. Sonrió de lado, mientras se desplomaba en la silla.
- Puto Yaohyun..- maldijo, negando con la cabeza, mientras tenía una sonrisa en su cara.- Eres muy listo.
Nombre: Hwang Hyunjin. Habilidad: Fuego.
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Si, Hyunjin era efectivamente el hijo de Yaohyun y Hyejung, tenía el carácter de su madre y los ojos de su padre. Pero, la historia que traía con el, no era lo que tenía entendido.
Nombre: Hwang Hyunjin. Habilidad: Fuego.
Encontrado: Bunquer subterráneo. Familia: Fallecida. Hechos: Fue encontrado en un bunquer subterráneo con su familia, estos fueron sacrificados.
No tenía sentido, pero pensando, la conclusión a la que llegó, fue en que todo era un plan. No le metió ideas raras a Hyunjin ni mucho menos, pero a medida que pasaba el tiempo, salía más a la luz la vivía personalidad de su madre. Empezaba a preocuparse por eso, pero nunca dio indicios de escaparse o querer marcharse. Más bien, todo lo contrario.
Pasaron los años, y siguieron llegando informes y cosas del laboratorio que dirigían los Hwang. Nunca llegó a descartar el plan, pero no vivía pensando en ello.
Un día, recibió el informe de que otro niño sería trasladado allí. Un chico adolescente, al que había esperado durante mucho tiempo.
Nombre: Lee Felix Yongbok. Habilidad: Desconocida.
Encontrado: Instituto de Gangdong-gu. Familia: Fallecida. Hechos: Fue encontrado en la revisión que se hizo en su instituto.
Nota: Da indicios de poseer dos o varías habilidades.
