하늘 20: Venganza 하늘

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El ambiente era pesado e incómodo. Se escuchaban pequeños sollozos provenientes de Han. Hyunjin posó su mirada en las puertas del lugar, protegiendo mejor a Lee en sus brazos, cuando la sonrisa de su madre se asomó por el lugar.

Las puertas fueron cerradas detrás de ella. La mujer iba vestida con un traje de color rojo que hacía resaltar su figura. Acompañada a un costado de su marido, el cual miraba todo con ojos tristes. Enseguida busco a su hijo con la mirada, al cual encontró abrazando a ese pequeño chico rubio. Tenía el ceño fruncido, notablemente enfadado.

Yaohyun le brindó una sonrisa discreta, la cual fue correspondida.

El hombre se sorprendió. ¿Será que sabe..?

- Que linda bienvenida.- comentó la mujer en alto.- Me alegro de veros otra vez a todos, chicos. Especialmente a vosotros, hijos míos..- murmuró, mirando a Hyunjin y Yeji, quienes estaban totalmente enojados.- ¿Os ha gustado la sorpresa? ¡A mí si!- dijo con emoción. Enseguida su rostro cambió a uno serio, que logró asustar a algunos.- Dejémonos de tantas sorpresas y vayamos al grano, ya sabéis lo que vengo a buscar.- dijo con decisión.

Las otras puertas del comedor se abrieron, dejando ver a tres hombres que llevaban a su director, que hacía su mayor esfuerzo para soltarse. Fue lanzó frente a los pies de la mujer, que seguía sonriendo.

- Kam Seonggi, tienes lo que quiero, y lo que le pertenece.- sentenció.- Entrégamelo, y no le haré daño a tus mejores estudiantes.

Hizo una señal hacia los guardias. Los hombres que rodeaban a la pareja, alzaron sus armas. Felix, al escuchar el ruido, se encogió más en el pecho contrario. Hyunjin hizo una mueca de enojo, mientras intentaba que de sus ojos no cayeran lágrimas.

Seonggi suspiro rendido. Elevo la mirada, encontrándose con la de Yaohyun, que también le miraba. Hwang mayor intento mantenerse serio, ya que tenía miedo que su mujer supiera lo que tramaba. Sabía que Kam intentaría algo, por lo que negó levemente con la cabeza, indicándole que era peligroso con la mirada.

Este comprendió enseguida el mensaje, y trago duro. - No tengo lo que quieres. Lo he perdido.- confesó avergonzado.- Puedes matarme si quieres, ya no me importa que me creas.

Hyejung suspiro con el ceño fruncido.- No sé porque, te creo. Siempre has sido un desastre y un completo idiota. Has perdido lo más valioso, y te da igual, por lo que veo.. Pero, - dijo sonriendo de nuevo.- , sé con seguridad que aunque tú no lo tengas, alguien aquí está escondiendo algo.

Giró su mirada, hasta encontrar la de Hyunjin, quien tragó duro. ¿Su madre habría notado que llevaba la piedra en el bolsillo? No debería haberla llevado. O puede que sí..

- Hijo, sea lo que sea que tramas, no te saldrá bien..- murmuró riendo. Metió su mano, él su bolsillo, sacando de este un mando pequeño, con una rueda y algunos botones. Vio la mirada de su padre apagarse, cosa que le dio miedo.- He aquí, tu perdición.- dijo con alegría. Mostró el mando.- Esta cosa, está conectada con el cuello de tu amado.- confeso, sonriendo.- Si muevo la rueda, el sensor de su cuello aumenta el dolor, un pinchazo punzante. Si le doy al botón, suelta una descarga. Y muchas cosas más.- rio con malicias.- Y si me haces enojar, lo mato.

» Lo único que quiero, es que me des esa piedra y el libro que escondes debajo de la cama.- dijo, mirando sus uñas, con desinterés.- Pero primero, quiero divertirme un poco.

Miró el mando en su mano, y empezó a mover la ruedita que se encontraba en el. En ese mismo instante, Felix empezó a removerse entre sus brazos, quejándose por el dolor. Pequeñas lágrimas salían de sus ojos, que empeoraron cuando su madre movió bruscamente la rueda.

El chico cayó al suelo, sollozando y quejándose en voz alta. Lo único que podía hacer el peli negro era atraerlo a su pecho y decirle que todo estaba bien. La mujer siguió aumentando el dolor, los quejidos también aumentaban.

Hyunjin gruñó enojado y totalmente destrozado a vista del resto.- ¡Para ya! ¡Te lo suplico, te daré lo que quieras, pero para!- pidió, llorando.

Eso hizo sonreír a la mujer, que apagó el mando enseguida. El rubio pudo descansar, abrazando al mayor, mientras lloraba en silencio. Hwang, dejaba besitos en su cabello y mejillas, borrando las lágrimas que caían.

- Dame la piedra. Ya.- exigió.- También el libro, y luego de eso, os llevaré a Yeji y a ti lejos de aquí. Da gracias que no voy a matar a tu novio, ni a tus amigos.- dijo con repulsión.

Unos hombres agarraron a Yeji a la fuerza, y la llevaron al costado de su padre, quien le dijo a los hombres que la soltaras. Esta le dio las gracias en un susurro. Hyunjin se levantó del suelo, rebuscando en su bolsillo el objeto que había hecho tanto mal.

Entonces, algo inesperado pasó. Yaohyun agarró de su mujer por el cuello, tirando de ella hacia atrás. Seguido de eso, Kam se levantó del suelo, arrebatándole el mando y rompiéndolo en mil pedazos.

La mujer se soltó del agarre, mirando sorprendida a su marido. Pero no tuvo tiempo de hacer mucho.

Hyunjin agarraba con fuerza la piedra en una de sus manos, y él la otra llenaba una bola de fuego, más poderosa de lo que normalmente solían ser. Estaba enfadado, y mucho. Había hecho daño a Lixie, y eso no iba a perdonárselo fácil. Sus ojos se volvieron rojos, y sin pensarlo mucho, lanzó la bola caliente hacia su madre.

Una luz dejó cegados a todos, obligándoles a cerrar o tapar sus ojos.

...

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Encontrado // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora