Ella quería tener todo el poder. Tener SU poder. Y, haría lo que fuera para conseguirlo. Felix quería salir de aquel sitio. Pero no podía comunicarse con el. La actitud de chico serio y afectado volvió a Hyunjin, pasaban los días, y siempre se repet...
No todo es como en los cuentos de hadas. No hay princesas que son salvadas por príncipes, no hay castillos llenos de flores, ni animales que hablan. La vida es cruel, y dura. Eso todo el mundo lo sabe, especialmente Lee Felix.
Se ve que la vida tenía un camino totalmente distinto a lo que él quería. Antes de descubrir sobre sus poderes, le abría gustado acabar el instituto, graduarse como profesor de lenguas extrajeras, casarse, tener hijos, puede que un perro. Pero terminó en un internado, siendo perseguido por la madre loca de su novio.
Aun así no podía quejarse, no después de todo lo que había arriesgado Hyunjin.
Luego de que este lanzará esa bola de fuego a su madre, todo ardió en llamas, literalmente. El edificio se incendió, y tuvieron que ser evacuados de inmediato por los bomberos y la policía. Hwang había matado a su madre, el cuerpo de esta había aparecido unos días después, totalmente chamuscado.
Muchos estudiantes habían sido heridos, pero la gran mayoría estaban bien. Yaohyun y Seonggi habían podido reencontrarse y decirse muchas cosas. Se habían echado mucho de menos y realmente se había necesitado.
Hyunjin fue gravemente herido, realmente fue casi el único. Había tendió un par de quemaduras y su cuerpo no respondía, por lo que fue llevado de inmediato al hospital.
Durante ese periodo de tiempo, muchas cosas habían cambiado. El gobierno había decidido actuar por fin, poniendo punto y final a todas las diferencias entre humanos y exiliados. La ley fue cambiada, dejando en libertad a todos aquellos que no demostraran tener problemas de conducta o comportamientos en contra de la justicia.
Eso significa, que podían volver a vivir como personas normales. Bueno, normales del todo no.
Todos fueron llevados a una casa de acogida, lejos de rejas y vayas de seguridad. Muchos habían podido acabar sus estudios, y otros ya habían encontrado empleo.
Todo habían empezado a ir bien. Ellos eran merecedores de su final feliz.
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Dos años más tarde
Salió de su casa, como todos los días. Hoy brillaba el sol. Por fin había logrado acabar sus estudios y empezaría a hacer lo que le gustaba, enseñar. Se había licenciado como profesor de lengua inglesa, y estaba realmente feliz por ello.
El rubio, camino por calle, sin ser mal visto. Eso lo llenaba plenamente.
Entró en el blanco edificio, sonriendo a las enfermeras que le saludaban. Fue directamente al ascensor, subiendo hasta el cuatro piso, con una sonrisa. Las puertas se abrieron, y se dirigió hacia la habitación de siempre.
En la recepción de la planta, se encontraba la recepcionista y una de las enfermeras que siempre cuidaba de ellos. Sonrió a ambas. Tzuyu iba a avisar al rubio de los nuevos acontecimientos ocurridos hacía menos de dos horas, pero fue parada por Irene, quien le sonrió y le indicó que todo estaría bien.
El pecoso abrió la puerta, con la mirada pegada en el suelo.
Después de todo aquello, Hyunjin no había vuelto a despertar, había quedado en coma. Pero él realmente esperaría que su Jinnie despertara, para llenarlo de besos. Sin embargo todo estaba siendo realmente difícil, nunca había novedades y habían pasado dos años. No quería rendirse, pero la gente le decía que perdía el tiempo.
Siempre que podía y tenía tiempo, iba a visitar al peli negro. Le hablaba de su día y de las novedades entre sus amigos. Minho y Jisung se habían casado hacía poco, y habían podido reunirse con Yoongi y Hoseok, también con Hongjoong y Seonghwa. Jungkook, Soyeon, Daehwi y Wendy se habían marchado a otro lugar, para poder empezar de cero.
Neyeon y Mina empezaron una relación, y el trío extraño, eran realmente felices juntos. Woozi y Rose habían vuelto hacía un tiempo a la ciudad, y su hermana había podido recuperar la memoria gracias a Yaohyun, quien vivía una relación de amistad totalmente sincera con Kam, a las afueras de la ciudad. Todo parecía marchar, menos el. No era algo que le preocupara, pero deseaba que todo fuera como al principio, sin problemas.
Suspiro cansado. Había sido un día realmente agotador, había tenido que preparar unas cosas para sus alumnos, y estaba realmente estresado. Pero por fin había llegado su hora favorita, visitar a su maravilloso novio.
Sonriente, subió la mirada, dispuesto a sentarse en su lugar de siempre. Más no pudo ni siquiera respirar. Ya que la imagen frente a él, hacía que sus lágrimas salieran solas.
El peli negro se encontraba sentado en la cama, mirando hacia la ventana, con una leve sonrisa. Tenía el cabello más largo, y sus manos juntas en su regazo. Al notar la presencia de alguien más, giró su mirada hacia la puerta, llevándose la grata sorpresa de que no era Tzuyu.
Felix se encontraba al borde de un ataque cardíaco, justo frente a él. El rubio sonrió, llorando de la felicidad, y corrió hacia la cama, lanzándose a los brazos del alto, quien correspondió enseguida. El mayor dio mimos en su cabello, mientras le sonreía totalmente feliz.
- Jinnie..- murmuró el pecoso.- ..ya estás despierto.- dijo alegre, subiendo la mirada.
Se encontraba sentado en el regazo del mayor, quien secaba sus lágrimas con las mangas de su jersey. Hyunjin sonrió de lado.- Me alegro de volver a estar a tu lado, Lixie..
Felix volvió a abrazarle.
Pasaron así un rato, sin decir prácticamente nada, ya que con la sola presencia del otro, ya eran felices. Pero el mayor tenía muchas dudas. Separó al rubio de su hombro, mirándole a los ojos.
- ¿Qué pasó? ¿Está esa bruja muerta?- pregunto, casi suplicando que fuera cierto.
Felix rio, pero asintió enseguida.- La quemaste viva, Jinnie.- sonrió de lado.- Después de eso, te llevaron al hospital. Más tarde, el gobierno eliminó la ley en contra de los exiliados y nos dejaron vivir en las ciudades.- explico, de forma rápida.- Hyun, han pasado dos años desde eso..
Hyunjin abrió los ojos, totalmente sorprendido y triste.- ¿Dos años..? ¿Me has esperado... por dos años?- murmuró.
Felix asintió enseguida.- No voy a dejarte, nunca.- aseguró.
Hyunjin sonrió y algunas lágrimas se escaparon de sus ojos. Enseguida junto sus labios contra los contrarios, creado un beso totalmente necesitado de ambas partes. Se transmitieron todo lo que sentían, mostrando que nunca más volverían a separarse.
Separaron sus labios de los contrarios, haciendo contacto visual. Hyunjin acogió a Felix entre sus brazos, acariciando cada pare de su cuerpo y dejando besos en sus mejillas. Mientras, el pequeño le actualizaba lo que había estado pasando durante todo aquel tiempo. Hyunjin reía y se sorprendía por cada cosa que explicaba.
Se sentía bien, volver a escuchar su risa, sus caricias y la forma en la que lo miraba. Habían valido la pena esos dos años.
- ¿Y qué ha sido de ti, Lix? Explícame de ti.- pregunto el mayor.
Felix lo pensó un poco.- Bueno, tengo un apartamento cerca de aquí, y adopte un cachorro, se llama Kkami.- sonrió alegre.- Pude acabar mis estudios, soy profesor de lengua inglesa en un instituto.- explico breve.
Hyunjin sonrió, feliz de que Felix haya podido cumplir todo aquello que quería. Volvió a unir los labios de ambos, creando un beso totalmente diferente a todo los anteriores que se habían dado. Este mostraba todo el afecto y el cariño que el mayor sentía, transmitiéndole que lo necesitaba, ahora y siempre.
Junto ambas frentes, con sus manos en las mejillas pecosas del contrario.- Lee Felix, te amo con todo mi corazón.
Felix sonrió, sonrojado.- Yo también te amo, Jinnie. Mucho.
Hyunjin sonrió, alejándose para poder verse a los ojos.- Por fin te he encontrado, mi estrella fugaz.
...
Gracias por llegar hasta aquí. Espero con toda mi alma que les haya gustado. Me da cierta pena acabar con esta historia, pero no lo alargó más.
Vayan a mi perfil, tengo un par de historias activas <3
Gracias por leer.
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