1

16.7K 1.2K 188
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"Hay numerosas formas en las que Dios puede hacernos solitarios y guiarnos de regreso a nosotros mismos, está fue la manera que el lidió conmigo en ese entonces."



"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



A veces se sentía aterrador tan solo pensar que tú vida puede esfumarse con tal solo jugar a un juego y morir tan solo hablar. No importa quién seas aquí u lo que uno fue en el otro lado, ya estando en este lugar estas condenado para vivir o morir.

Observaba completamente las calles vacías de todo Tokio, mientras manejaba con total tranquilidad en mi bicicleta sin prisa alguna. Bajo mi vista hacia el animal que se encontraba sentado en la canasta y decido soltarle algunas palabras.

—Tú que opinas Günter, moriremos mañana u el mes próximo?— Miró al mencionado animal y sin dejar de paladear, la unica respuesta que recibo de el es un fuerte picoteo en uno de mis dedos.

— Oye!! Solo bromeaba.—Murmuró algo enojado y soltando una leve risa, dándole una leve caricia en su cabeza y tras escucharse el eco de mi voz retumbandose en la ciudad, seguia mi camino con total tranquilidad hasta comenzar a observar desde lejos el hotel.

Ya llegando a la entrada se este, me abrieron las puertas, saludaba a una que otra persona que paseaba por el lugar. Hasta que un zapato se interpone en mi vista, apoyándose en la rueda delantera y paro mi andar, levanto mi mirada encontrándome con nada ni menos con la de Niragi.

—¿Por qué tardaste? Tenias que estar aquí hace más de una hora. — Me dice sin dejar de observarme fijamente con seriedad, apoyando su arma sobre su hombro.

—Awww, me extrañabas Niragi, yo sabía que si te importaba. — Lo molesto dándole una sonrisa burlona y cambiando el tono de mi voz a uno chillón, levantándome del asiento de mi bici y trato de abrazarlo. Siento como me empuja con brusquedad, al mismo tiempo tomandome del cuello de mi camiseta y me acerca a su rostro, dándome una mirada asesina.

—En tus sueños idiota, vuelve hacer eso y una de estas balas va a ir a tú cráneo, me entendiste.— Murmura apretándo con fuerza su agarre y asiento con mi cabeza sin quitar mi mirada burlona de el, me suelta y me da la espalda para comenzar a caminar hacia quien sabe donde.

Tomo a Günter y retomo mi caminata hacia la oficina del sombrerero, al llegar al dicho lugar me recibe Ann mirándome sobre sus lentes de sol negros, saco de mi bolso una flor de plástico y se la extiendo, dándole una gran sonrisa.

—Una flor para otra flor, señorita ann y otra cosa Ann es de día, ¿quién usa lentes de sol adentró?. — Le digo riendo con suavidad y me observa fijamente atraves de sus lentes negros, se que me rodeo sus ojos y me mira con una mueca de fastidio aceptandome la flor.

—Gracias por la flor, Taeyang. —Murmura a lo bajo y le tiro un beso al aire, es raro por que casi siempre las tira por la ventana o a la basura.

Desapareciendo de su campo de visión, abro las puertas de la oficina observando al sombrero y a sus hombres con el, capto su atención, camina hacia mi con total diversión.

—Taeyang, pensé que habías muerto o algo parecido, pero mi instinto sabía que no había sido así y dime dónde está??. —Dice llegando hasta a mi con emoción y al mismo tiempo frotándose sus manos, esperando la dicha carta.

Saco uno de mis bolsillos una de las otras cartas restantes que faltaban y se la entregó, sin dejar su emoción pega una grito, levanta una de sus palmas y levanto con efusividad la mía, así darle los cincos con fuerza.

—MUY BIEN!!, muy bien... disfruta la tarde te lo mereces. —Le doy un asentimiento con mi cabeza y dejo el lugar para dar marcha hacia mi habitación, dando uno que otros saltitos en el camino con Günter.

Seguía caminando por los pasillos del hotel y a lo lejos me encuentro con la figura de Chishiya, su mirada por un momento se encuentra con la mía y lo saludo con mi mano al aire y el imita la misma acción, se acerca desde donde me encontraba.

—Wooah, ¿estás vivo todavía? Pensé que tú idiotez al fin te había matado y que habían hecho pollo frito a Günter. — Menciona bajando su mirada hacia el pato y sin quitar su sonrisa burlona de su rostro, lo observo con una mueca de indignación.

—Ay, Chishiya pensé que eras mi amigo y confiabas en mí, pero bueno en las amistades siempre son así, te perdono. —Toco mi rostro y finjo quitar lágrimas imaginarias de mis ojos.

Suelto un fuerte suspiro y alzo uno de mis dedos dándole un fuerte toque a su nariz con mi dedo índice, antes de que que diga algo u haga alguna acción me meto rápidamente a mi habitación y cierro la puerta con llave, suelto una fuerte carcajada tirándome a mí cama.

Wings || Alice In Borderland (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora