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"Next Stage Start"
Marcaba el gran letrero, Taeyang observaba confundido la gran pantalla que estaba en frente suyo.
—¿Proxima etapa?.—Preguntó.
Miro a su al rededor para saber si había algún celular o algún indicio de las reglas pero no había nada, todo era un misterio. Se sentó en el suelo junto con Kuina a esperar algo que ocurriera.
—Todavia no esta comenzando nada.—Dijo Arisu.
—¿Habrá pasado una hora ya?—Preguntó inquieta Usagi.
—O se olvidaron de apretar el botón de inicio.- Bromeo Chishiya.
Tae quiso soltar una risita pero se aguanto.
—¿Ni siquiera nos darán las reglas?.—Hablo Kuina.
Quedaron todos en silencio por unos segundos hasta que Usagi oyó un ruido que provenía desde lejos.
—¿Ahora qué sucede?.
—Oigo algo.— Respondió ella.
Tae y Kuina se levantaron del suelo para tratar de ver a lo lejos, como se escuchaban ruidos de autos para luego ver como aparecían a la vista algunos autos en su dirección.
—Vienen de la playa.—Le dijo Kuina a Usagi.
Al llegar los autos se estacionaron y salieron algunas personas de ellos.
—¿Qué hacen aquí?.
—Vimos el dirigible.—Hablo alguien.
—Oímos que la siguiente etapa está por comenzar.— Dijo una chica.
Daiki y Tae se acercaron hasta quedar a un lado de Arisu.
—Bueno en realidad..
Iba a responderle pero luego de unos segundos fue asesinada por unos disparos que habían salido del cielo. Todos al ver esa escena frente suyo se quedaron quietos por instinto. Fue en ese instante que los disparos comenzaron a sumarse dándole a cada persona que se encontraba en el lugar.
Tae jadeó asustado
—Un rifle, Corran.—Dijo Chishiya.
—¡Escondanse en los autos!
Todos comenzaron a huir por sus vidas, Tae tomo a Daiki de su mochila y lo empujó tratando de protegerlo con su cuerpo. Unas trataban de protegerse pero todo era en vano.
—Es un rifle antitanques.—Volvió hablar y seguía mirando hacia arriba.
Taeyang se alejo corriendo junto con los demás hasta que un fuerte disparo casi al lado suyo resonó.
—No sirve de nada esconderse en los autos.
Chishiya volvió hablar mientras observo como las balas traspasaban en los autos, matando al instante a las personas que se encondian.
