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❝En aquel momento no me di cuenta de tu importancia, siempre estuviste ahí para mi, sin importar dónde estuviese, pero nunca pensé que podría ser la última vez❞.
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Flashback.
Era 12 de abril, niños, adolescentes entraban a clases. A unos metros de ese mismo lugar se encontraba un pequeño grupo de niños amontonados por lo que se veía molestando a otro.
—Uy, la nena se pondrá a llorar.—Se escuchaba la burla de uno de ellos.
El pequeño se estaba aguantando las fuertes ganas de echarse a llorar en ese momento, su cuerpo nerviosamente soltaba pequeños espasmos de la impotencia y miedo que sentía el.
—N-no, por favor déjame en paz...—Decía con voz entrecortada.
—No quiero, me gusta verte así.
Toma el cabello del contrario tirando de el con fuerza y para después darle un fuerte empujón que termino en el suelo.
En ese instante el pobre niño comenzó a sollozar silenciosamente.
—Oye!
Se escuchó un fuerte grito que provenía atrás suyo, el grupito de niño se giró para observar a otro niño peli cobrizo, que se encontraba en ese instante comiendo unas galletas.
—Déjenlo o no querrán conocer mi furia.—Hablaba con su voz aguda.
El grupo a escucharlo soltaron unas fuertes carcajadas sin dejar de mirarlo y otros soltaron burlas hacia el mismo. El que se encontraba en el suelo lo miraba incrédulo como si fuera una obra toda de su imaginación.
—Tú? Es enserio? Ve con tus amiguitos del kinder que ya te debe de esperar tu mami.—lo observaba con burla. El niño terminó de comer de sus galletas y guardo lo que le sobraba en su maleta.
