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Habían pasado dos días y Taeyang no se había encontrado con Chishiya, en si mismo pensaba que tenía suerte de no encontrarselo, al igual que el japonés no había ido a visitarlo.
Taeyang se encontraba decorando algunas piedritas que habia encontrado por ahí. Bueno en realidad por ahí no, se las robo a las plantas de recepción y mientras que al mismo tiempo alimentaba a günter con lanzándole algunas migajas de pan.
Al considerar lo de su episodio anterio, ya se encontraba algo mejor pero aun en su interior todavía no se sentía bien y sus ataques de pánico que tenia antes de dormirse.
Pensar mucho lo estaba consumiendo por completo.
Quería estar sobrio como antes pero ya era imparable, todo esos años o días que ya no recordaba, se sentían como en un bucle sin fin y su estado mental cada día estaba peor. Su formar de escapar no era de ayuda y la soledad que sentía tampoco era de mucha.
Al estar tanto en sus pensamientos, no se dio cuenta que habían lágrimas que estaban bajando de sus ojos, no dejaban de caer. Se comenzaba a sentír sofocado, quería sacar todo eso y solo desaparecer para ir a casa, el solo quiere ir a casa.
Dejo lo que estaba haciendo para tratar de calmarse, apoyo sus manos sobre su pecho y sentía como su corazón queria salir de su pecho, dolía, se trataba de secarse sus lágrimas.
Hasta que se escucharon unos sauves toques en su puerta, algo confundido se levantó de su asiento para caminar hacia la puerta.
Para encontrarse con nada menos que Chishiya.
- Hey, ¿Qué tal perdido?. - Saludo Chishiya sonriéndole.
Pero su sonrisa se desvaneció al ver el estado en el que se encontraba el chico, se veía más delgado de lo normal que era y sus ojos se encontraban rojos, supuso que estuvo llorando. Quiso hacer un ademán de entrar pero solo recibió un portazo en su cara.
Taeyang solo rodo sus ojos algo rojos por lo de hace unos segundos y caminó hacia su lugar ignorando al chico que estaba detrás de la puerta esperando por el.
Chishiya confundido por la actitud del contrario, abrió la puerta y entró sin importarle que. Al igual conocía que el chico siempre se olvidaba de trabar la puerta.
- ¿Qué te sucede, Taeyang?. - Pregunto Chishiya con confusión y camino hacia el.
Taeyang ignoro su presencia y siguió pintando una piedra.
Chishiya estaba confundido y algo enojado porque lo estaba ignorando, no sabia que le estaba pasado y porque se estaba comportando de esa manera. Un sentimiento que nunca experimentó en su vida estaba surgiendo en su interior. Si hubiera sido otra persona cualquiera le importaría poco, pero no, era Taeyang el peculiar chico que siempre estuvo con el.
A pesar de su actitud desinteresada hacia los otros, ese chico era la excepción. Trato de ignorarlo desde el primer momento en que lo conoció pero no pudo, Taeyang entró en el y era difícil de sacarlo. Solo quería odiarlo y usarlo como el siempre hacia con las personas pero era que no dejaba hacerlo.
