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Taeyang caminaba tranquilamente por las tranquilas calles de Tokio. Hoy era su día de descanso.
Camino hasta llegar hacia una pequeña tienda donde solia ir diariamente. Entro tranquilamente para ver qué había algunas personas cenando algo de soba.
Tae fue directamente hacia el pasillo de comidas y eligió unos fideos instantáneos para celar allí mismo junto con eso, agarro un paquete de snacks.
Camino hacia la caja y pago su comida para luego caminar hacia una pequeña mesa vacía.
Abrió su paquete de papas.
A todo esto senta una mirada sobre el, pero decidió ignorarla.
Al fin ya tener sus fideos, se sentó en su mesa y comenzó a degustar su comida con tranquilidad. Mientras estaba distraído con su comida y sus audífonos resonando su canción preferida, levanto su mirada en busca de aquella mirada que lo estaba molestando.
Hasta ver que era el mismo chico que estaba hace algunos segundos sentado a unos metros lejos de su mesa.
Sus miradas chocaron pero el desconocido aparto rápido su mirada y volvió a su comida.
Taeyang lo miro confundido y decidío seguir comiendo de su comida. Vio de reojo como aquel chico estaba con sus amigos pero ignoraba lo que le decían, mientras que su mirada estaba de nuevo puesta en el.
Observó con discreción y sus ojos tenían un brillo especial, parecía Bambi. Pensó internamente Tae y quiso reir a su pensamiento y su cabello algo crecido y desordenado, lo hacia ver algo adorable.
Luego de unos minutos.
Tae se levantó de su lugar ya al terminar su cena y decidió irse. Paso por un lado de ese grupo mientras sentía la mirada del desconocido puesta en el hasta que salió del local.
El contrario se alejo algunos pasos para luego sentir una corridas detrás suya y se giro para ver que era el mismo chico.
—Oye!.
Taeyang lo ignoró y siguió su caminó hasta que sintió como su mano se colocó sobre sus hombros evitando que siguiera su caminó.
Tae se volteo a mirarlo y sus miradas chocaron.
Los dos sintieron que todo a su alrededor se había detenido en ese momento, al verse a los ojos.
—¿Si?..—Le preguntó Tae al desconocido y saco un auricular el cual estaba escuchando música.
El contrario trago saliva al oir su voz sin desviar su mirada de sus ojos y le extendió sus llaves que se había olvidado.
—Tu.. olvidaste tu llaves y aquí están.—Le dijo de una forma rápida y le extendió su manojo de llaves hacia su dirección.
Taeyang le dió una sonrisa en agradecimiento y acercó su mano para agarrar las llaves. Sus dedos rozaron y los dos sintieron un toque cálido al sentir ese roce.
—Gracias..
Dijo Tae esperando a que el contrario le dijera su nombre.
—Arisu, soy Arisu.—Completo el.
Tae sin borrar su sonrisa asíntio.
—Soy Taeyang, es todo un placer Arisu.
Respondió Tae y Arisu al ver de nuevo esa sonrisa, asíntio.
Quería verla todos los días.
—Bueno, gracias por avisarme. De no ser por ti dormiría afuera.—Bromeó Tae.
Arisu al escucharlo solo río leve y negó.
—No es nada, espero que la próxima no las vuelvas a olvidar.
—Si fueras tu el que me las devolviera, las extraviaria todo el tiempo.—Dijo Tae.
Arisu sintió como un fuerte calor recorrió hasta sus mejillas y trato de hablar.
—Yo.
Taeyang solo rio negando y comenzó alejarse.
Había quedado como un rarito.
Arisu al ver eso lo siguió y tomo de su brazo para que no se fuera.
—Espera.
Tae lo miro sin entender.
Había perdido otra cosa más o que?.
—Yo, volveré a verte?.
Taeyang al escuchar eso quedó en silencio.
¿El quería volver a verlo?.
—Si, la verdad es que siempre vengo aquí a comer.—Respondió con simpleza Tae.
Arisu quedo en blanco, el siempre viene y nunca lo vio?.
—Nunca te he visto.—Dijo pensativo Arisu.
Tae río divertido.
—Eso hiere mucho mi corazón.—Fingio estar herido y se tocó su pecho.
Arisu le dió una mirada de disculpa hasta que se escucharon algunas voces detrás de ellos.
—¡Arisu vámonos!.
Los dos se giraron y vieron a los dos amigos de Arisu.
Estos mismos le estaban dando una sonrisa de picardía al ver como habían observado toda la secuencia desde el gran ventanal del local.
—Creo que te están esperando, Arisu.—Aviso un sonriente Tae.
Arisu volvió su mirada hacia el y señaló con disculpa hacia sus dos mejores amigos.
—Yo.. me tengo que ir.
Taeyang le hizo un ademan que no había problema que se fuera.
Pero una parte de Arisu no quería irse, quería quedarse otra minutos más con el.
Porque se sentía así.
Lo conoció y ya quería estar con el, eso era muy raro.
Arisu ignoro sus pensamientos y se alejo de Tae.
—Adios, nos vemos mañana?.—Preguntó con algo de esperanza el.
No sabía el porque, solo quería verlo.
Taeyang asíntio sin borrar su sonrisa y también se alejó.
—Hasta luego, Arisu.—Se despidió Tae.
Y se giro en su lugar para seguir su camino a casa.
Arisu sonrió y levanto su mano en forma de despedida para hacerlo también. Se volteo y fue hacia sus amigos quienes los esperaban impaciente y algo sorprendidos con lo que acaban de presenciar.
Volteo hacia atrás con esperanza de ver si todavía estaba allí.
Pero no.
El ya se había ido.
Soltó un suspiro de decepción y volvió a la tienda para terminar su cena.
Solo esperaba verlo de nuevo.
Dentro suyo le decia que no iba a ser pasajero.
Aunque lo conoció hace algunos minutos, sentía que lo hacia desde mucho antes.
