15

3.9K 488 36
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



"El prometió que aquel caído se levantara."





"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Taeyang

Escuchaba una pequeña voz como casi un susurro al mi alrededor pero mis ojos estaban muy cansados para poder abrirse por si solos y ver quién era, esperé unos segundos más hasta que al fin pude abrirlos para encontrarme con Daiki, quien se encotraba a un costado de mi cama por lo que se veía que estaba orando por los suaves susurros y sus pequeñas manos juntas.

Al no querer molestarlo lo espere unos minutos hasta que terminará con lo que estaba haciendo. Cuando termino, Daiki abrió sus ojos y observó que estaba despierto mirándolo, a los segundos me dio un efusivo abrazo haciéndome soltar un gemido de dolor pero lo reprimi para corresponderle a el afecto que me estaba dándome.

-¡SEÑOR TAEYANG!!-Grito para colgarse en mi cuello sin dejar de abrazarme felizmente.

Solté una leve risita para luego separarme con suavidad para luego escuchar como se abría la puerta con brusquedad y asomarse a Kuina junto con Ann.

Ellas al verme despierto se acercaron rápidamente hasta a mi y Kuina me acuno también en un largo abrazo.

-Taeyang me asustaste muchísimo. -Hablo Kuina para luego dejarme un pequeño beso en mi mejilla y alejarse para mirarme mejor.

Negue con mi cabeza para dejarle unas caricias en su cabello para después girar mi vista hacia Ann quien me observaba desde lejos.

-Y tú Ann?, Yo se que me extrañaste amore.

Le dije para acomodarme bien en la cama y abrir mi brazos con delicadeza haciéndole una señal para que viniera abrazarme ella.

Al ver que estaba pensando internamente si hacerlo o no decidió porque si para abrazarme y así la apegue a mi pecho para quedarnos unos minutos así.

-Sii, sabía que me extrañarías mucho.-Le dije para escuchar como Kuina y Daiki reían levemente.

Al decir esas palabras se separó de mí rápidamente para darme un golpe en mi cabeza haciéndome soltar un leve gritito.

-Oye!.-Lleve mi mano a mi zona afectada mientras seguía escuchando las risitas de esos dos.

Se levantó del lugar y sabría lo que ya me venía con tan solo ver esa acción.

-¿¡Qué es lo que te ocurre!?, ¿¡Qué haciste para que te dejaran así!?, Eh!!?.-Dijo gritando.

Me quedo en silencio mientras la escuchaba regañarme hasta que espere que terminara, Kuina y Daiki estaban en una esquina en silencio escuchándola.

-Ehh...bueno lo que paso fue que..le di a alguien más la carta y eso fue lo que pasó para que pasara esto...-Respondí para levantar mi vista y mirarlos para ver como me miraban con incredulidad.

-¿¡QUÉ!?.-Soltaron un grito los tres para mirarme pidiendo una explicación.

Movi mis manos haciéndole una seña para que hagan silencio los tres.

-No se preocupen, lo hice de buenas porque de igual modo volverá y quien sabe.. aún otras más.-Terminé de decirles para ver que seguían observándome como si estuviera loco.

Kuina iba a decir algo pero fue interrumpida por la puerta que fue nuevamente abierta y por esta pasar Chishiya quien al verme su rostro fue de sorpresa.

Se acercó hasta llegar a mi quedando a un lado de mi cama.

-Wooh, pensé que esta vez no habrías tenido suerte pero se ve que la yerba mala nunca va a morir.- Pronunció mientras me miraba con una sonrisa burlesca.

-Gracias, yo también te extrañé amor mío.-Respondí de la misma manera dándole una sonrisa sarcástica.

Vi como ponía sus ojos en blanco para después sentarse a un lado mío.

-¿Me dirás por qué casi te matan?. También por poco que le hacías compañía a los demás atrás en la basura.

Me miró directamente a los ojos que hizo estremecer un poco mi cuerpo.

Suspiré profundamente para retomar unos segundos y responderle.

-Le di a alguien más la carta, eso fue todo y ya.

Pronuncie para mirarlo unos segundos y entendió que no quería hablar sobre eso para luego ver como se recostó a un lado mío para después sumarse Kuina junto con Daiki.

Tome un pequeño espejo que se encontraba en una pequeña mesita junto que mi cama y comencé a admirar mi rostro que todavía seguía vendado.

-Al revisar las heridas que dejaron en tú rostro, vi que quedarán cicatrices en algunas. - Escuche a Ann hablarme para luego dejar lo que estaba haciendo.

Le di una sonrisa de agradecimiento.

-Gracias Ann, te lo agradezco muchísimo por esta y por las otras veces que también has cuidado.- Le dije para tratar de levantarme de mi lugar con lentitud.

Todavía sentía las secuelas de mi rostro por cada golpe que me habían dado.

Daiki trato de ayudarme pero le negué su ayuda dándole una leve sonrisa y al lograrlo camine hacia ella.

Agarre su mano dejándole una leve beso en el dorso de ella. Jjuré al ver que sus mejillas sonrojarse pero no dije nada porque no quería otro golpe y quedar más idiota de lo que estaba para luego soltar su mano con suavidad.

-No es nada, es mi trabajo.-Me respondió tratando de desviar su mirada hacia otro lugar que no fuera a mi ya que no tenia sus famosos anteojos de sol.

Se alejó para caminar hasta la puerta de la habitación y salir de esta cerrandola tras suyo.

Me giré en mi lugar para mirar al trío que estaba en mi cama mientras le hacía un moviendo de cejas a ellos y ver que dos me observaban con una mirada divertida tras el acto que acababan de presenciar.

-Algún día ella será mi esposa.

Les dije para caminar hacia ellos y acostarme junto con ellos para descansar un poco más de los días que me quedaban para terminar de reposar.

-Será mejor que aprendas a cocinar cuanto antes o la mataras de una infección estomacal.-Escuche a Chishiya hablarme y me gire para mirarlo.

De un momento a otro tome sus cabellos para jalar de ellos y darle un fuerte tirón para sentir como me lo devolvía.

Wings || Alice In Borderland (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora