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—¿Taeyang?

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—¿Taeyang?.—Dijo con miedo.

Observando con temor al chico que estaba entre sus brazos y trataba de verificar si todavía estaba con ellos.

Taeyang al oír la voz de Arisu, abrió sus ojos con pesadez.

—Ari-risu..

Pronunció su nombre en su susurro audible.

—Aqui estoy, Tae.—Hablo tembloroso.

No pudo retener sus lágrimas y comenzaron a bajar como cascadas.

Le dolía demasiado verlo en ese estado.

—Vas a estar bien, ¿si?.

Trato de asegurarle, pero eso era pareciera que era más para el.

Usagi se acercó rápido para apoyar sus manos sobre sus heridas para tratar de frenar el sangrado, pero al hacer contacto con su piel Taeyang soltó un fuerte grito de dolor.

—B-basta, por favor..—Dijo adolorido.

La chica quito sus manos sobre su cuerpo como si quemarán. Y trato de encontrar lo la morada de Arisu, pero el solo estaba concentrado en tratar de ayudar al contrario.

La respiración de Tae era irregular, su pecho subía y baja rápidamente.

Era un dolor que el nunca había experimentado en su vida, ni con las palizas que le daba su madre era comparado esto.

—Estarás bien.

Hablo temblando Arisu, tratando de calmarlo pero fallo y quiso tratar de nuevo apoyar su mano sobre su herida, pero la mano de Tae lo detuvo.

—No..—Nego.

Arisu al ver como el trataba de sonreírle, negó con su cabeza bajando su mirada y soltó otro sollozó por lo bajo.

Sentía dentro suyo como sus pulmones ya no estaban recibiendo el oxígeno suficiente.

Los ojos del Tae miraban fijamente a los de Arisu.

Quiso solo admirarlo por una última vez, antes de irse.

—No llores.

Le pidió el, no le gustaba verlo llorar.

Arisu se sentía tan inútil al no poder ayudarlo.

—Bien hecho, Arisu..

Lo felicito el con su voz ya entre cortada, al saber que habían logrado vencer al rey de picas.

—No me hagas esto, Taeyang.

—Solo aguanta.—Repitio el.

Le suplico Arisu con voz llorosa mientras lo seguía mirando.

Acercó una de sus manos temblorosas hacia el rostro de Arisu y este la tomo para dejarla allí, brindándole pequeñas caricias a su mano.

El ya mismo sabía que no le quedaba mucho tiempo.

Su cuerpo dolía demasiado, ya no sentía gran parte de el. Tanta sangré que había perdido era un milagro que estuviera vivo.

—Prometiste que saldríamos juntos de aquí, no rompas tu promesa..—Le hablo.

Los ojos de Tae se pusieron llorosos y negó.

—N-no puedo..

Arisu negó y volvió hablar.

—Si,si, si puedes.

—Gracias por todo.—Dijo agradecido.

Sin su ayuda el nunca hubiera sobrevivido a este lugar. Antes de morir quería agradecerle todo lo que había hecho por el.

Aunque el nunca se mereció nada.

Iba a extrañar mucho estar a su lado y sentir sus brazos sobre el.

Arisu al escuchar eso se asustó y lo sacudió, tratando de que estuviera conciente.

—No, no, no, Taeyang!

—¡Ayudame Usagi!.—Pidio desesperado.

Se giro rápido para mirar a la contraria y está solo lo miraba con lastima y tristeza, mientras cubria su boca tratando de no llorar.

La ignoro al ver que no hacia nada y volvió rápido su vista hacia el.

Por otro lado Tae sentía su pecho cada vez más pesado y junto con eso sus sentidos, se iba desvaneciendo. No podía escuchar con claridad la voz del chico que tanto le gustaba.

Hasta que una gran paz lo invadió y una voz le dijera que se dejara llevar por ella.

Y le hizo caso.

—¡Te estoy hablando, Taeyang!.—Grito el.

—Ni se te ocurra irte.

Dijo desesperado y seguía moviendolo.

Hasta que detuvo sus acciones, al ver como esos ojos color cafés perdían ese característico brillo de vida.

Todo volvió a quedar en silencio.

—¿Taeyang?.

Lo llamo de nuevo y sacudió el cuerpo de nuevo, pero sus ojos estaba sin ninguna emoción.

Hasta que se escuchó el grito desgarrador de Arisu.

—¡NO!

Gritó con fuerza entre lágrimas y atrajo el cuerpo de Tae hacia su pecho, abrazándolo.

Lloraba la perdida del chico que alguna vez lo hizo sentir amado por una maldita vez en toda su vida.

Su corazón dolía demasiado, no estaba soportando tanto dolor.

Quería a Taeyang de vuelta.

—L-lo prometiste..Dijiste que íbamos salir juntos de aquí.

Hablaba como si fuera a responderle.

Siguió negando sin dejar de aferrarse a el cuerpo.

Quería que todo fuera una broma de mal gusto, el lo perdonaría.

Pero no era así.

Taeyang había muerto hace unos segundos en sus brazos.

Se separó un poco de el y vio como sus ojos todavía estaba abiertos, acercó dos de sus dedos hacia sus párpados y los cerró con cuidado para ser la última vez que los vería.

Dejo una última pequeña caricia en su rostro al sentir como su calor corporal se iba lentamente, enfriando su cuerpo.

Usagi solo observaba y sollozaba en silencio, negando.

No era justo.

Y vio como Arisu no apartaba en ningún momento su mirada sobre el.

La chica vio como toda la felicidad y esperanza de Arisu, se hubieran ido con Taeyang.

El chico quedo en un silencio sombrío sin dejar todavía su agarre sobre Tae.

—Arisu..

Lo llamo Usagi en un hilo de voz.

El nombrado seguía sin inmutarse al llamado.

No quería escuchar a nadie, solo quería oir de nuevo la voz de de el.

Todo era su culpa.

Debió haber sido el.

Ahora por su culpa, la persona que había comenzando a amarla en tan poco tiempo, se había ido.

—Lo siento Taeyang..

Wings || Alice In Borderland (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora