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—Oh mierda..—Pronunció Tae.
Luego de ver la herida que habia al costado suyo y se tambaleó. Usagi al ver eso, se acercó rápidamente a el para sostener su cuerpo y levanto su camiseta para ver si era grabe.
Era un gran roze al costado de su abdomen el cual sangraba. Rompío algo de su prenda para tapar la herida y que no se infectara.
—Tenemos que buscar un lugar para coser eso. Puedo ver algo de tu carne.
Dijo Usagi preocupada y sostuvo a Tae para comenzar a caminar. Este jadeó de dolor al sentir arder el área.
—Tenemos que encontrar a Arisu.—Respondió Taeyang.
Se encontraba preocupado por el contrario. No quería que nada malo le ocurriera.
—Lo haremos llegó de limpiar esa herida, no queremos se se infecte.
Los dos caminaron en silencio tratando de no llamar la atención del rey de picas.
Siguieron caminaron entre el sendero de vegetación hasta ver a lo lejos una casa. Los dos jadearon alegres.
Entraron y todo estaba en silencio. Usagi ayudo a Taeyang a sentarse en una sillas para ir en busca de una caja de primeros auxilios.
Escucharon un ruido y los dos se giraron con pánico al ver que era.
Era un niño. Al lado del niño salió una mujer mayor con un brazo vendado.
—No encontrarán nada allí. Yo ya busque.
La mujer se acercó hacia una mesa y tomo la pequeña que contenía algunas gasas junto con otros calmante, para luego acercarse hacia ellos y extenderle.
—Creo que esto les puede ayudar un poco.—Dijo con una leve sonrisa amable.
Usagi y Taeyang la observaron en silencio con algo de desconfianza.
Hasta que la chica se levantó para caminar directamente a la mujer y tomar la caja.
—Gracias.
Usagi camino hasta Tae para levantar su camiseta y comenzar a limpiar la herida con cuidado.
Taeyang soltaba uno que otros jadeos de dolor pero no quitó la mirada de esas dos personas quienes todavía estaban allí mirándolos.
Decidió romper el silencio.
—¿Es tú hijo?.—Preguntó.
La mujer desvió su mirada al niño y volvió a mirarlo para negar con su cabeza.
—No.. lo ví solo en una arena de juego.
Respondío ella y eso le hizo recordar como el también había conocido a Daiki.
Vio como el niño seguía mirandolo fíjamente en silencio.
Usagi al terminar de vendar la herida del chico se levantó para mirar al niño.
