013

1K 170 24
                                    

—Hae, quiero mimos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hae, quiero mimos. Dame mimos.

—¿Que eres, un gato?.

Llevaba tres días dentro de esa casa, sin salir. Lo tenía estrictamente prohibido. Donghae lo había amenazado días antes con golpearlo si salía de su casa aún enfermo.

—Dame amor, papi.

—Que feo hijo tengo

—¡Hae!

Donghae rió al mirarlo tan indignado por su comentario.

—Dame cariñitos.

—Corre con tu mami, si quieres cariñitos.

—No por eso te tengo a ti, papi.

El castaño rodó los ojos, ignorandolo.

—Mi vida es tan difícil—murmuro hyukjae

—La de todos, hyukjae.

El chico se acercó hasta él.

—Oye, mi vida, ¿Por qué eres tan difícil?.

El castaño enrojeció tanto que hyukjae se pregunto si era normal que una persona se pusiera en ese tono.

—¡C-callate y abrígate!

Donghae tomó su chaqueta y se la aventó a su cara, aún sonrojado.

—El amor duele.—hyukjae se sobó el rostro—literalmente.

—¡Te dije que te calles!

El castaño se fue de su habitación, totalmente sonrojado, abandonandolo.

—¡Regresarás a mi, amor de mi vida!

—¡Hyukjae!

2

Donghae trataba de recomponerse después de tan duro ataque hyukjae le había dado. Ese chico cada día le hacía creer que sus palabras eran verdaderas y que de verdad tenía interés en él, algo que le aterraba aún más.

Si hyukjae de verdad lo amaba, ¿Debería de estar feliz? Es decir, no es que odiará al chico, pero tampoco le encantaba o maravillaba como a cualquier otra persona. Solo le agradaba, y el pensar que esté lo quisiera y sus palabras fueran ciertas le infundaba un gran temor en él.

—Respira donghae, hyukjae es él mismo idiota de siempre, solo estás exagerando y malentendiendo sus sentimientos hacia ti, nada más—se dijo en voz baja—Nada de lo que te dice es verdad.

Repitiéndose aquellas palabras tomo valor, para ir nuevamente con hyukjae. Era la hora de su medicina.

—Te dije que ibas a regresar a mi, amor de mi vida.

—Deja de fastidiar y toma tu medicina.

—¿Por qué no me la das con tus labios, guapo?.

¿Podría tomar ese comentario como excusa necesaria para aclarar sus sentimientos o simplemente ignorarlos?

—Apresurate, debo de hacer la cena.

Le acercó la medicina a hyukjae quien giro el rostro, negándose a tomar la medicina

—Sino la tomas, te la meteré a mi modo —amenazó.

—¿Y si yo te la metó a ti mejor, papi?.

—¡Hyukjae, no estoy jugando!

—Y yo tampoco Hae.

Soltó un bufido molestó, hyukjae le estaba tomando el pelo nuevamente.

—Tomala ahora.

—Hae, yo de verdad hoy en ser...

—Que la tomes.

Empujó el medicamento a sus manos, saliendo con velocidad de la habitación a la cocina y refugiarse ahí el tiempo necesario para que su nerviosismo disminuyera.

—Tranquilo Lee donghae, no es nada—tocó su corazón—estúpido corazón deja de latir rápido, por tal estupidez.

Temía que sus latidos sonarán por toda la casa y hyukjae notará su dilema.

—Donghae...

—¿Que haces levantado, hyukjae? Te dije que estuvieras en reposo hasta que te curarás por completo.

El chico llegó hasta su lado, mirando al suelo indeciso.

—Ahora, ¿Que te sucede?

—Yo... lo siento si te hice sentir incómodo allá arriba. No era mi intención, lo lamento.

Su corazón se oprimió al ver el descarado y coqueto hyukjae, mirarse tan decaído por su rechazo sin consideración. Soltó un suspiro, intentando apaciguar el tenso ambiente.

—Me disculpó yo también, no quería hacerte sentir mal hyukjae.

—No te tengo nada que perdonar Hae, hasta ahora tu eres el único que me soporta y demuestra quererme sin importar cuanto te desagrade, gracias por eso

Se sintió horrible al recordar todas las múltiples veces en que le hizo sentir mal con sus crueles comentarios, pero no podía evitarlo, él chico lo hacía sentir tan nervioso, que su boca actuaba antes de que su cabeza maquinará la situación.

—Sientate, te calentaré la comida que sobró del día.

—¡Gracias Hae, eres el mejor!

Donghae conocía la situación de Hyukjae, desde que era un adolescente de catorce años había entrado en la industria del entretenimiento, motivado por sus padres, quienes lo olvidaron después de que este se volviera tan famoso como lo era ahora

Era normal que hyukjae buscará el amor y hogar que no tuvo en su adolescencia. Y el que él siempre cuidará de él y lo tratará como un niño, le daba ese sentimiento de hogar a hyukjae, que tanto buscaba.

—¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor, gracias a tus cuidados.

—Me alegra.

Puso el plato con sopa frente a él. El idol no tardó mucho en comenzar a comerla

—Sin duda que la comida está tan buena como el que la hizo

—Ahí vas otra vez—rió.

—Es algo involuntario. Siempre que pienso en algo, mi boca lo exterioriza sin que me dé cuenta.

Sirvió un poco de té verde al chico.

—Ay, quien fuera cuchara para estar entre tus labios, papasito.

—¡Hyukjae!

Por un momento había pensado que hyukjae se calmaría y dejaría de molestarlo, pero ahora nota que solo había fingido para que le perdonará.

—Que bonita voz, a ver gime mi nombre

—¡C-callate!

—Quien fuera sopa, para que te tragues mi se...

—¡Cállate idiota!

Bien, no había esperado nada más de hyukjae. Aunque estaba feliz de que el idol hubiera recuperado su ánimo y siguiera siendo el mismo de siempre, por un momento se preocupo de haberlo sentir tan mal al grado de hacerlo cambiar de ser. Ahora podía respirar con normalidad al notar que estaba bien.

—Que bonito gritas, a ver grita mi nombre.

—¡Cállate!

Mi asistente, ¡Me quiere Matar! | EunhaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora