Mi asistente, ¡Me quiere Matar! | Eunhae

006

Cuando hyukjae decidió entrar a la cocina y buscar un poco de comida dentro de está, no se imagino que por su torpeza podría tirar la vajilla de platos favorita de donghae y también nunca espero que el chico se pondría tan rojo de furia y gritón, hasta el punto que el tuvo que huir de la casa, si quería seguir viviendo para el próximo día.

Ocultándose entre la cochera donde guardan el auto y los arbustos, hyukjae pudo mantenerse a salvo de la irá de su asistente. Llamó con urgencia a Leeteuk a su teléfono, quien ahora estaba frente a la casa. Con precaución y mirando a todos los lados, salió de su escondite.

—¿Que haces aquí afuera hyukjae?.

—¡Mi asistente me quiere matar!

—¿Qué? ¿Por qué dices eso?.

—Entra a la casa y lo sabrás.

Leeteuk con una mirada curiosa y con duda abrió la puerta principal. Apenas dio unos pasos cuando la escoba salió volando en su dirección, sino fuera porque se tiró al suelo, el objeto hubiera impactado en su rostro.

—¡Corre! ¡Salvese quien pueda!—chilló hyukjae.

Hyukjae echo a correr a fuera, dejándolo a él dentro de la casa.

Ojalá alguien le hubiera advertido del peligro que se aproximaba, y que lo mejor que podía haber hecho era pedir perdón y suplicar por su alma.
Fue hasta que hyukjae entro a rescatarlo de la furia de Lee donghae, cuando pudo huir lejos de ese loco que tenía como manager.

—¡Es una bestia salvaje!—lloriqueó.

Leeteuk se encontraba con la ropa desacomodada y los cabellos revueltos, en punta.

—¡Te dije que quería matarme!

—¿Que hiciste para que está así de molesto? Prácticamente despotricó contra mí, ¡Pensé que moriría!

Oyeron pasos cerca de ellos, inmediatamente corrieron a esconderse entre los arbustos.

—Se que están aquí, ¡salgan ahora mismo!—habló donghae con tanta calma que los hizo querer llorar—Salgan, prometo no hacerles nada.

Ambos se abrazaron aterrados.

Intentaron no hacer ruido, hasta dejaron de respirar bastantes segundos hasta que oyeron que los pasos de alejaban. Una vez donghae entro nuevamente a la casa ellos pudieron respirar.

—Tal vez rompí toda su vajilla de platos favorita.

—¡¿Que hiciste qué?!—grito alterado—esa vajilla es muy valiosa para él, hyukjae. Se la regaló su padre antes de morir.

La culpa apareció en el pecho de hyukjae, quien ahora entendía el enfado y reacción de donghae. No era para menos, rompió por su descuido el último regalo de su fallecido padre.

—Entra y pídele disculpas.

—Lo intenté, y no salió nada bien.

—¡Tienes que hacer algo! Donghae está furioso y no parará hasta encontrarnos.

Oían como donghae los buscaba por toda la casa y patio trasero, invitándoles a salir.

—Ahí viene

Donghae llegó corriendo hasta donde ellos estaban apenas oyó sus voces. Los busco dentro del garaje, antes de salir y buscarles entre los arbustos que rodeaban su hogar, una vez los encontró sonrió con calma, algo que hizo que los chicos frente a él se pusieran pálidos y suplicarán por sus vidas.

—¡Por favor perdonarnos!

—¡Piedad donghae!

Su jefe y su protegido chillaban aterrados por su perdón.

—Parece como si los fuera a matar—se burló de ellos.—salgan de ahí, no les haré nada.

—S-suelta primero la escoba que tienes entre manos, y lo haremos.

—Ya les dije que no les haré nada, salgan ya de ahí.

Hyukjae miró en cámara lenta como Leeteuk era perseguido por toda la casa, al ser el primero en salir fue el primero que donghae atacó

—¡No dejes que te atrapé Leeteuk!

El hombre chillaba aún con el chico musculoso detrás de él.

—¡Si muero dile a shimkoong cuánto la amé!

—No te preocupes, cuidare de shimkoong por ti, Leeteuk.

Y así fue como Leeteuk fue atrapado y termino pagando por los platos rotos que él no rompió y hyukjae huyó a otro país.