015

1K 172 56
                                    

Hyukjae vigilaba el pasillo, en espera de que su persona amada, apareciera por él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hyukjae vigilaba el pasillo, en espera de que su persona amada, apareciera por él.

—Once, doce, trece...

Donghae llevaba fuera de casa, aproximadamente quince minutos. Fue llamado de emergencia por la empresa, al parecer junsoo lo necesitaba para una reunión de emergencia.

—Dieciseis, diecisiete, dieciocho.

Vigilo que la comida de la mesa, siguiera ahí. Esperaba poder darle una sorpresa, y que mejor que comida. Ahora que tenía la meta de hacer que donghae notará que de verdad lo quería, debía empezar con sus movimientos, ¿Y que mejor que comida? Todos amaban la comida y dudaba que donghae fuera la excepción a ello.

—Esta tardando mucho.

La comida se estaba enfriando, a este paso, para cuándo donghae llegará, la comida estaría como el polo norte.

—Ya lo extraño—murmuro.

Sentado en el sillón, intentó distraerse un poco mirando la televisión, así sería más amena la espera.

—Amor de mi vida, ¿Dónde estás?.

Finalmente la puerta de la casa fue abierta y como si de un coro de ángeles cantarán, el amor de su vida apareció tan sublime y bello como solo donghae lo era. Cargando con una bolsa llena de vegetales junto a... ¿Mariscos?

¿Pensaba llevarle a alguien sopa de mariscos?

—¿Cocinarás para algún familiar los mariscos?

—No, es para nosotros.

—¿Qué? Es broma, ¿Cierto?.

Donghae sabía mejor que nadie que el odiaba los mariscos por su horrible sabor, ¿Acaso pensaba envenenarlo con esa cosa?

—Ya dime la verdad amor de mi vida, ¿Piensas matarme aquí y ahora?

—¿De que hablas hyukjae?

—¡Los mariscos son veneno! Quieres matarme, ¿No es verdad?—chillo—¿Acaso ya no me amas?—no dejo que respondiera—Nah, no creo eso, o sea, ¿Quien podría no amarme a mi? ¡A mí el gran lee hyukjae!.

El castaño rodó sus ojos antes de continuar su camino hacia la cocina.

—Pues es una lastima, es esto o nada y tendrás que ir a algún restaurante a comer.

—Primero me acostumbras a tu deliciosa comida, al sabroso del chef y tus grande cualidad, y ahora me corres a un restaurante, ¿,Ya no me amas?

—Deja de ser tan dramático y ayudame a picar los vegetales.

Se giro, ignorando su palabrería.

—Primero lava los vegetales, y después los picas. Ten cuidado de no cortar...

—¡Ah, duele!

—Cortarte—termino con un suspiro.

Tener a Lee hyukjae viviendo con él, era como tener a una manada de niños. Se comportaba igual que ellos y tenía que estar vigilandolo constantemente si no quería que se metiera en problemas.

—A ver, trae aquí.

Hyukjae corrió hasta el lado de donghae con los ojos nublados por las lágrimas y un dedo cortado.

—Duele mucho, ¡Creo que moriré desangrado!

—No es para tanto, es apenas un pequeño corte.

—¿Un pequeño corte? ¡Es una hemorragia dedal!

—Eso ni siquiera existe.

—¡Voy a morirme!

El dramático chico fingió desmayarse.

—Ya deja de dramatizar y siéntate en una silla iré por una bandita para tu cortada

—Date prisa, siento que con cada segundo que corre me desangro más, ¿Y si ya no tengo sangre? ¡¿Y si ya estoy muerto?!

Fue hasta el mueble donde guardaba su botiquín de primero auxilios y saco agua oxigenada así como una bandita, al regresar con hyukjae este tenía una libreta y lapicero en mano escribiendo algo que no pudo ver desde dónde estaba.

—Y con esto finalizó mi testamento, todo se queda a nombre tuyo Hae, todo a nombre de mi deslumbrante y despampanante viuda Lee donghae.

—No soy chica imbécil.

—Lo que digas mi amor.

Puso los ojos en blanco y se agachó hasta su altura para curar su cortada.

—Arde como el infierno el agua oxigenada Hae, mejor me muero.

—Y calla y mantente quieto.

—Lo que usted diga mi amor.

Cuando donghae le terminó de poner la venda en su dedo, se sintió rejuvenecer ya no dolía o sangraba tanto como en un inicio.

—¡Ya no duele!

—Desde un principio debió no haber dolido dramático, solo era un pequeño corte, pero como sea ya está, ya no duele.

Donghae reviso su dedo, verificando que sea verdad.

—Creo que duele un poco. ¿Podrías curarme con un besito?

Recordó el día que se cayó en el set y su precioso hombre curó su dolor con un mágico beso.

—No seas infantil.

—Hae, por favoooooor.

—Bien.

Depósito un dulce beso en su dedo herido, calentando su pecho y mejillas instantáneamente. Sin duda estaba enamorado del mejor hombre del mundo

—¡Deja de pensar en voz alta, idiota!—chillo sonrojado.

—Gracias, ya no duele mucho amor mío.—sonrio mostrando sus encías.

No entendió la razón del por qué donghae le golpeó el hombro, si solo le sonrió en agradecimiento, ¿Tan fea estaba su sonrisa? Prometía ya no volver a sonreír así si molestaba a donghae.

—No me molesta tu sonrisa—¿Otra vez estaba pensando en voz alta?—es solo que me tomo por sorpresa, es tan... bonita.

Repitió su sonrisa ganándose otro puñetazo en el brazo que agradeció infinitamente.

—¡Eres el mejor!

—¡Cállate!

—¡Te adoro!

—¡Cállate, cállate!

—¡Me encantas amor de mi vida!

—¡Cállate, cállate, cállate!

Mi asistente, ¡Me quiere Matar! | EunhaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora