19. Comienzan los problemas

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Alto rango siempre había sido un lugar frío y obscuro, pero en la noche era mucho peor. Era increíblemente aterrador, parecía que en cualquier momento iba a salir algo de en medio de las sombras y saltarte encima, cosa que a la adorable Abigail Perkings no le hacía ninguna gracia.

Llevaba alrededor de 25 minutos rondado por los pasillos casi en completa obscuridad, ¿Y todo por qué? Solamente porque en otro momento no había tenido tiempo de ir a buscar a Félix, y la única opción que le había quedado era salir de su cuarto en la noche y caminar en toda aquella negrura que tan nerviosa la ponía.

Había querido hablar con el oro desde ya unos días atrás, pero no había tenido la oportunidad por que los guardias se encargaban de no dejarles un solo minuto libre en el día... O al menos así era para ella desde que la habían nombrado la enfermera a cargo de los pacientes 4236 y 423669. Pero incluso eso tenía un lado bueno, pues gracias a que se pasaba casi el día entero con ellos no le costaba el mínimo trabajo quedarse a solas para poder hablarles acerca del plan de escape que había acordado con los demás. En ese plan también acordaron que ella iba a decírselo a Fred, Freddy y Félix, Bonnie cumpliría con decírselo a Foxy, y Onnie se lo diría a Oxy.

Hacía dos días ya se lo había comentado a los hermanos Fazbear, y su reacción había sido buena, pero no la que ella había imaginado...

Aquella mañana había llegado a revisarlos como siempre. Fred ya se encontraba perfectamente bien, pero  seguía en la enfermería porque lo tenían en observación, pues aún les daba miedo que pudiera salirse de control y lastimar a alguien. Se supone que el trabajo de Abby era sedarlo todos los días para mantenerlo en calma, pero por supuesto, ella no lo hacía, porque ya le había tomado cariño al muchacho y sabía que no era necesario darle sedantes, pues Fred había resultado ser un muchacho "relajado", por decirlo de alguna manera. No era especialmente tranquilo, pero al menos había prometido que no iba a meterse en problemas, y hasta el momento lo había cumplido.

Freddy por su parte ya había despertado, y aunque no se encontraba en un estado tan bueno como Fred, se recuperaba a buen ritmo. Abby había sufrido mucho para sacarle la bala que llevaba aquel día, pues era una tarea verdaderamente difícil hacer ese tipo de operaciones. Así que le alegraba mucho saber que su esfuerzo no había sido en vano y ya estaba dando frutos. 

En un inicio le había costado explicarle todo lo sucedido a Freddy, pues él no recordaba la forma en que lo habían herido ni nada de aquella noche, pero con el paso de los días comenzó a entenderlo e incluso a acordarse de ciertas cosas que habían ocurrido aquella ocasión. Y así, poco  a poco comenzó a hacerse buena amiga de ambos. 

Cuando entró a checar su estado de salud se topó con que Fred estaba sentado en la cama viendo a la nada con una mirada entre seria y triste, cosa que la preocupó.

Abby: ¿Fred? ¿Estás bien?

Fred: ¿Eh? — volteó a verla, y ella pudo notar que había estado llorando— Ah... Eres tú... Si, estoy bien, gracias. — Desvió la mirada hacia donde la tenía. — ¿Ya es hora de nuestro chequeo?

Abby asintió y se acercó a él.

Abby: ¿No vas a decirme que fue lo que pasó? —se sentó sobre la cama 

Fred: Realmente no es nada importante, tan solo una tontería...

Abby: Una tontería o lo que sea, pero parece que a ti te importa ¿no? si no fuera así no estarías llorando.

Fred: ¡Yo no estoy llorando! —Gritó dándole la espalda a la pelirroja

Abby: Vamos Fred... No seas así. Solo quiero ayudarte...

Fred: Es que... —soltó un suspiro— Mi madre.

Abby: ¿Tu madre?

Fred: Un día como hoy sería su cumpleaños ¿sabes? 

MENTES PODEROSAS (FNAFHS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora