El corazón de una Cullen

Un gran paso

El corazón de una Cullen

Capítulo V

Un gran paso

La charla que Carlisle y yo habíamos tenido aquel día se prolongó hasta el amanecer. Sentados ambos en mi refugio personal, nos dispusimos a desahogarnos por todo lo que nos perdimos el uno del otro.

Pese a todo, estaba conmovida por la forma en que me había acogido desde el principio. Y es que, luego de su llegada y nuestro dramático encuentro, a él solo le bastó un pestañear el dejar de lado sus dudas y acercarse a mí para abrazarme y expresar lo sorprendido y feliz que estaba de verme ahí, no por la situación, sino por el hecho de haber pisado su hogar al que me había rehusado a formar parte.

En cuanto al motivo que me había traído hasta aquel lugar, Carlisle me explicó con lujo de detalle lo que aquello representaría, y al estar consciente de mi pasado con Demetri, no se atrevió siquiera pensar en pedirme ayuda al inicio por mi protección.

-No te voy a mentir, estuve a punto de salir corriendo... -confesé avergonzada al explicarle todo hasta el momento justo en que había llegado él hacía unas horas.

-Y no te culparía, créeme. Sé cómo eres y no dejo de pensar que mi actuar te hace alejarte de esta manera, creyendo que no nos importas cuando es todo lo contrario –el tono paternalista con el que me habló me enterneció y me hizo recordar mis primeros años de neófita.

Siempre fui alguien difícil y me sorprendía tanta generosidad y paciencia de parte suya.

-Quiero hacer esto, Carlisle. Deseo estar acá cuando llegue el momento. Sé que tu intención es no pelear, sin embargo, los conocemos; es crucial estar preparado para todo.

-Lo sé, y es lo que temo. Gabriela, sé que estás consciente de lo que haces, pero no puedo pedirte que pelees por nosotros. Fue estupendo lo que hiciste por Bella, pero dejar que los demás se enteren...

-Basta –le sonreí al ver su preocupación.

Estaba sorprendido por cómo es que había cambiado. Cierto era que manteníamos contacto cada una década, sin embargo, no los veía casi poco después de mi huida de los Volturi por lo que el verme con un color de ojos inusualmente azules y con un dominio total de mis tres dones adquiridos le hacían incluso dudar de lo que podría o no hacer.

-Con Bella me bastó unos días adquirirlo, después fue perfeccionarlo. Sí, los demás saben la mitad, en parte para protección mía y la de ellos, pero veo que tenemos algo bueno aquí.

-Ciertamente hay potencial –admitió-. Creo que no solo tú piensas igual con respecto a ocultar los dones, pues mi viejo amigo Amun se ve renuente por lo que vi a que se enteren los demás de las habilidades de Benjamín...

-¿Cómo?

-Amun tiene habilidad para llegar a personas en verdad talentosas, Demetri fue uno de ellos. Pero Benjamín va más allá, puede controlar los elementos y es algo que se ha encargado de ocultar bastante bien.

Si bien todos en mi familia estaban reacios a admitir que podría desatarse una batalla con los Volturi, yo no y aquellas revelaciones hacían que me diera más esperanza, fuerza y confianza por lo venidero.

Aunque estábamos conscientes de que las posibilidades estarían en nuestra contra, Bella, la propia Kate, con lo que sabía ahora de Benjamín y lo que pudiera aprender en las siguientes semanas podrían marcar la diferencia e inclinar la balanza hacia nosotros.

Gran parte de mi vida me la había vivido recluida, pero ahora que estaba rodeada de personas extraordinarias, y segura del cariño incondicional de Carlisle, dentro de mí sabía que los dados aún no estaban tirados.