Un adiós

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El corazón de una Cullen

Capítulo XXVI

Un adiós

Presente

Repasaba una y otra vez la forma en que debía seguir a partir de aquel momento. Luego del obsequio de Demetri y mi partida un tanto dramática con Antonio en pos de tener un poco de privacidad, estaba segura que la noticia se correría entre la familia y más de alguno tendría algo que preguntarme al respecto.

Antonio juraba que no pasaría a mayores, sin embargo, mantenía mis reservas en cuanto a Alexander en vista de la forma tan tajante en que lo había dejado fuera del tema, en parte por mi orgullo trozado por su comportamiento el día anterior.

-Se está haciendo tarde... -me increpó mi amigo al mirar por la ventana.

Al final nos habíamos quedado charlando en la cabaña de Edward y Bella. Yo me encontraba sentada frente a la chimenea, y mi amigo en cambio vigilaba el exterior.

-Lo sé, debería tomar camino. Alice no va a estar muy contenta por haberme largado un par de horas.

-Yo no me preocuparía por ella –me respondió más serio-. Estoy empezando a tener mis dudas con ustedes, pero es como si el destino mismo se empeñara en que tú y Alexander no estén juntos.

-Quizá tengas razón.

No le gustó mi respuesta pues me lanzó una mirada molesta, yo no lo presté atención. Me recosté en el sillón y recordé la charla con mi amigo las últimas horas.

Después de repasar todos los acontecimientos y de que él se concentrara en un par de visiones, habíamos llegado a la conclusión de que aquello no había sido más que una evidente provocación, conocedor de la boda que se llevaría en la familia.

Aquello no representaba un gran peligro, pues Demetri y todos los Volturi se encontraban a kilómetros de distancia. Aun así, aquello no dejaba de molestar por las permisiones que se había tomado a pesar de su situación.

Él ya no contaba con su habilidad nata de rastreo que lo había posicionado entre los favoritos de Aro, y por ello había pasado a convertirse en un peón más –de eso estábamos seguros-, no obstante, estábamos conscientes que de vez en vez tendríamos aquel tipo de episodios quizá en un vano intento de Aro por "demostrar" la "supremacía" que decían tener, aun cuando sabíamos que ya no era así del todo.

Desde aquel día en que Demetri perdió su habilidad, Aro perdió toda oportunidad de hacerse de Alexander, de mí o de la propia Alice. Quizá en unos cientos o miles de años más lo intentaría de nuevo, pero por el momento, nos habíamos asegurado de dejarlos en verdad inutilizados por un buen rato a menos que les saliera otro rastreador mejor de lo que fue Demetri, aunque lo dudábamos.

-Dije que tengo dudas, pero solo eso –Antonio se sentó en el sillón donde estaba yo recostada, haciendo que levantara los pies para dejarlos en sus piernas-. Después de ver todo lo que has hecho por esta familia, por él... Lo amas, eso de sobra se ve y se sabe.

-¿Entonces dudas de él?

Antonio no me respondió pues en aquel momento Alice entraba estrepitosamente por la puerta, con mi atuendo en mano.

Nos vio un poco molesta, sin embargo, en cuanto nuestros ojos se toparon, su expresión cambió por la compasión.

-Yo no dudo ni un poco de Alexander, aunque sí quisiera saber qué tanto es lo que has hecho por esta familia y por él –dijo ella con voz cantarina.

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