Posibilidades

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El corazón de una Cullen

Capítulo VII

Posibilidades

Mi confesión creó efectos que no creí, tanto para bien como para mal. Si bien mi familia entera terminó por aceptar mi determinación, algunos se mostraban con duda o hasta molestos por haber siquiera pensado en la posibilidad de una batalla. Era algo que cobraría factura, pero era necesario saber con cuántos contábamos a fin de llevar las cosas a mejor término.

-¿Entonces a esto es a lo que nos has traído, Carlisle? ¿A luchar? ¿Con engaños? –Amun era el más inconforme de todos.

No llevaba ni diez minutos de haber llegado y los ánimos se estaban alebrestando por cómo cada quien comenzó a bombardear con mil cuestionamientos a Carlisle.

Entre los egipcios, exceptuando a Benjamín y su pareja, algunos irlandeses y varios nómadas se concentraba la oposición, pues del resto poco se había escuchado decir.

-Te lo dije, Amun –repuso tranquilamente Carlisle-, solo queremos dar fe de lo que ocurre con Renesmee en realidad, que vean los Volturi que no somos un peligro.

-¡¿Entonces me dices que no escuchamos lo mismo de la chica de tu clan?! –Aunque el tono amenazante en que lo soltó hubiera obligado a cualquiera a retroceder, Carlisle no lo hizo.

De hecho, se encontraba tan apacible como cuando llegué que al ver a Amun acercársele apenas y parpadeó, sin embargo, Esme por otro lado tomó la mano de su esposo mientras que yo me acerqué aún más, dispuesta a calmarlo si se ponía más violento el viejo amigo egipcio de mi padre.

-Gabriela fue clara en todo esto –repuso Carlisle-. En sus más de dos siglos apenas y había conocido a un par de vampiros con dones, sin contar a los de nuestra familia. Al encontrarse con grandes sorpresas por acá tonto sería no aprovechar algo que le ayudará para su supervivencia y por si el resultado con los Volturi no fueran los esperados. No le veo el riesgo ni el problema cuando no arrebata poderes, sino que los replica.

Había detectado el cómo Carlisle suponía y daba a entender que el adquirir más poderes era para mí y mi bienestar, dejando en segundo plano la batalla, quizá para tranquilizar aún más a los varios que parecían concordar con Amun.

-¿Entonces por qué estamos teniendo esta conversación? –Se alejó cabreado mirando a todos.

-Lo único que deseamos es llenar todas las posibilidades y estar preparados, Amun, eso es todo –en esta ocasión intervenía Edward-. Tú mejor que nadie sabe la importancia de la familia y protegerla, y es por ello que estamos haciendo esto; por favor no nos culpes.

Amun sonrió cínicamente y miró a mi hermano. Algo le dijo en pensamiento pues vi cómo Edward se tensó y se vio obligado a serenarse. Bella lo tomó de la mano.

-Nadie te tiene atado aquí a la fuerza, Amun –solté yo desafiante-. Veo en tus ojos la duda, el enojo y el temor; te entiendo, son los mismos sentimientos que he sentido casi el último siglo por culpa de los Volturi, por lo que me hicieron y por cómo me marcaron. Es por ello que estoy determinada a hacer todo lo que esté en mis manos para evitar que una pequeña parte de toda su maldad toque a mi familia. Yo mejor que nadie sabe de lo que son capaz y es por ello que he decidido no esconderme más y afrontar lo que sea que venga.

El silencio sepulcral de todos ahí se pasó a la naturaleza, pues exceptuando los licántropos, nadie más parecía emitir sonido alguno.

-Exacto, niña estúpida y por ello mismo es que no deseo estar aquí cuando pase...

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