La Zorra.

Capitulo 91.

Narra Elisa...

La vida está llena de altas y bajas, algunas veces caerás pero lo importante es volverse a levantar, aún cuando haya obstáculos que intenten dejarte fuera de combate, tú decides si vale la pena seguir o no...

Yo estaría dispuesta a dejarme ir...Dejar toda esta lucha de la cual ya me siento cansada, sino fuera porque no estoy sola en esto, cometí un grave error al involucrar a más personas en esta 'venganza', en la cual he salido afectada de muchas maneras, afectando así a los de mi alrededor, porque piénselo...

Sino fuera por mi Marco seguiría aquí, Den no hubiera sido herido por mi padre, Gena no tendría que sufrir ahora por saber la causa de la muerte de Marco y quizá Abril no estaría siendo cómplice de Ramiro, pero ni lamentarse es bueno, lo que ahora es prioridad es salir de aquí y es por eso que llevaré a cabo el plan loco que vengo pensando desde que Gena se ha quedado "dormida", hace ya calculo que una media hora.

Es por eso que pienso muy bien lo que debo de decir para atraer la presa a la trampa, aunque yo creo que será algo simple, ya que el tiene un carácter sensible haciendo que con cualquier cosa se enfade.

Escucho la puerta del lugar ser abierta, lo que me obliga a salirme de lo más profundo de mis pensamientos, relamo mis labios al sentirlos resecos ya que desde hace tiempo no nos han dado ni una gota de agua.

- ¡Mira que bien se ve esa estúpida durmiendo! - un escalofrío me recorre al escuchar la fría voz de Ramiro hablar burlonamente.
- Cállate, por lo menos déjala que descanse, ya le has hecho mucho daño - exclamo mirándolo con el ceño fruncido.

 
Ramiro sonríe de medio lado mientras se encamina al lugar donde descansa Gena, me remuevo tratando de soltarme, pues se que no solo quiere cerciorarse de que esté durmiendo.
Suelto un quejido de dolor al sentir mis muñecas lastimadas a causa del continuo roce que le doy contra las cuerdas para intentar que se aflojen, cosa que no funciona.

 
- Déjala Ramiro, no la metas en esto - declaró mirándolo con recelo, el me mira con el ceño fruncido he ingenuidad bailando en su iris.
- ¿Que no la meta dices?, Si fuiste tú la que la metió en esto, es tarde para arrepentirse - exclama, mientras se pone de cuclillas para quedar aún más cerca del cuerpo de Gena.
- Ramiro de verdad que...Me das pena - comienzo a decirle quitándole la sonrisa burlona que estaba instalada en sus labios.

 
- Mírate...Tener que llegar a tan bajo recurso solo para tener atención por un rato, aquí me doy cuenta lo poco que vales como persona - puedo darme cuenta de como mis palabras lo afectan, pues su cuerpo se tensa.
- No hables Zorra, no querrás verme...- no dejo que termine, al tomar la palabra yo, aún cuando siento mi corazón acelerado.
- ¿Amenazas de nuevo?, Pensé que eras de hechos - no tengo que decir más para que desvíe su total atención de Gena y recaiga en mi persona.

Se pone de pie, y con paso lento viene hasta donde estoy yo, nada más detenerse frente a mi, me sostiene del cabello con su mano izquierda, haciendo que de mi salga un quejido de dolor que intento aguantar.

 
- ¿Estás contenta ahora? - río sin poderlo evitar.
- ¿Y tú Ramiro?...¿Eres feliz?, ¡No espera!, hice mal la pregunta...¿Has sido feliz algún día? - vuelvo a preguntar mientras miro como me fulmina con la mirada.
- Eres un pobre diablo que necesita hacer esto para sentir que lo tiene todo, que tiene...- un ardor en mi mejilla derecha me hace callar.

 
Parpadeo repetidas veces, pues aún no puedo creer que Ramiro se haya atrevido a pegarme.

- ¡Te dije que te quedarás callada! - lo miro, de reojo puedo ver a Gena que no se a que hora se levantó, mirarme con los ojos como platos, mientras intenta nuevamente desatarse.
- No me dolió Ramiro...No debes preocuparte, ese golpe no es nada comparados con los que he recibido antes - Claudico entre risas burlonas.