Las personas pueden herirte de diferentes formas....Haciendo heridas en tu piel, como lo hace mi padre o simplemente utilizando el más cruel y bajo de los métodos.....Romperte con palabras....Palabras tan malas que de apoco y sin que se dieran cuenta....Destruyen el alma de la persona en cuestión....
A ellas no les importa como se sienta la otra persona...No les afecta que se desvanezca frente a ellos por sus frías palabras....
Ellos se vuelven verdugos....Se vuelven el agresor, el malo, el tormento de la persona....Y estando juntos dos de los más peligrosos verdugos, es el final de la persona.
Cómo ahora es para mí, después de que mi padre me dijo que Kevin le confesó que estamos juntos en la última clase y se enteró que precisamente no estaba en el instituto, me trajo a la sala de estar donde Kevin se sentó frente al sofá en el que nos encontramos mi padre y yo, ya que su padre se tuvo que ir por no sé que.
Y empezaron una acalorada charla entre ellos, yo solo soy espectadora de las sinceras sonrisas que le regala mi padre a ese chico....Ese chico que empezó a llamarme Zorra por el simple hecho de no a verme acostado con el, el mismo chico que me trata la peor basura del mundo...
El mismo chico el cual me rompió....Por que si, mi alma está en pequeños fragmentos gracias a Kevin...A veces pienso que esto es por qué mate a mi madre, que esto me pasa porque la que debía morir era yo....Luego recuerdo que quizá sí es mi culpa, pero Kevin no debe ser el encargado de mi sentencia...
Kevin es malo, un chico lindo y tierno a los ojos de muchas.....Un mostro ante mis ojos, alguien que se alimenta del dolor ajeno....De mi dolor.
- ¿Estás de acuerdo? - parpadeo repetidas veces, saliendo de mi ensoñación.
- ¿En qué padre? - pregunto bajando mi mirada, al ver la de el llena de reproche.
- Sobre lo de Kevin - siento mis manos sudar, al sentir la mirada del nombrado.- Diría que lo que tú decidas - asiente en acuerdo, voltea a ver a Kevin y le sonríe de medio lado.
- Entonces está decidido Kevin....Te quedarás aquí asta que regresen tus padres de su viaje - mi garganta se seca y mi corazón late tan acelerado que creo lo escucha mi padre.¿Kevin quedarse aquí?
Mis manos empiezan a temblar al sentir el terror de imaginármelo viviendo aquí....Junto a mi.
- ¿P-papa?, ¿C-como q-que vivirá a-aquí? - tartamudeo, mi padre se encoje de hombros.
- Porque lo he decidido, no tengo porqué darte explicaciones....- se levanta del sofá y me da una mirada de advertencia.- Enséñale la casa a Kevin y espero seas hospitalaria con el....Mira que debe estar mal al ver que sus padres están fuera de la ciudad - habla imponente.
- Espero te guste aquí y puedas acostumbrarte a nosotros - se dirige a Kevin mi padre.Kevin asiente copiando la acción de mi padre y dándole la mano.
- Claro señor....Créame que siento que estos días que me quedé con ustedes, serán beneficiosos para mí - declara mirándome de los pies a la cabeza, en sus ojos se muestran tanta perversión que de nuevo siento un escalofrío por todo mi cuerpo.Se que ahora que Kevin se quedará aquí, debo tener más cuidado con que hago, el no es idiota y utilizará la más mínima oportunidad para dañarme, intento soportar esto pero hay veces que siento que estoy en mi límite, que no podré llegar al final de esta cruel prueba en la que estoy....
¿Pero debo estar bien no?
Porque frente a todos yo soy la Zorra de Elisa, la cual acepta abiertamente que se acuesta con los que se le paran enfrente, que solo por vestir ropa corta significa que me ando ofreciendo....Pero no, lo hago como un modo de rebelarme...Como un modo de superar la gran verdad que se yo y saben todos, esa verdad que cada día carcome mi alma...Esa maldita verdad que acabo de destruirme y que mi padre siempre me repite hasta dejármelo bien en claro...
Esa verdad la cual he intentado negar....La verdad de que YO mate a mi madre....
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La Zorra.
Bilim KurguMiro al chico tatuajes frente a mi, el cual me mira con verdadera molestia llenando sus ojos. - ¿Que quieres ahora? - siento las miradas de todas las personas que se encuentran en el comedor, puestas en el y en mi. Como si fuéramos el gran espectácu...