Capitulo 87.

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Me remuevo incómoda, mientras intento mover mis manos, más detengo mis movimientos al darme cuenta que mis manos están atadas al igual que mis pies y lo primero que viene a mi mente es...

¿Dónde estoy?

Suelto un quejido de dolor al sentir hasta ahora, el palpitante dolor que atraviesa mi cabeza.
- Lo siento cariño, el dolor es el efecto del calmante que te puso a dormir - mi corazón se acelera al escuchar una fría voz.
- ¿Qué?...- carraspeo al sentir mi garganta seca.

- ¿Que haces aquí?, ¿En dónde estás?, ¡Valla que eres más calmada que la otra! - frunzo mi ceño al no entender de que habla el extraño.
- Suéltame...¿Quien te mando a hacer esto? - pregunto intentando mirar por sobre la tela que cubre mis ojos, algo que me diga en donde rayos me encuentro.

- No hables bonita, yo solo hago mi trabajo, ahora debo irme pero no te preocupes, tu amiga despertará en unos minutos más...Le tuve que administrar una dosis de calmante nuevamente porque no se callaba - explica, para después escuchar sus pasos alejarse de mi.

Suelto un suspiro cargado de desesperación, intentando así encontrar paz para poder pensar con la cabeza fría.
- Estarás bien Elisa - me digo tontamente, ¿porque tontamente?, porque sé que no será para nada fácil salir de aquí y no creo que siga bien dentro de un rato.

- Sigue engañándote - me sobresaltó al escuchar esa familiar voz, venir de algún lugar de la creo ¿habitación?
- ¡¿Gena?!, ¡¿estás aquí?! - grito con pánico.
- No Elisa...¿Como crees?, iba pasando y como te vi muy solita quise venir a acompañarte - habla sarcásticamente.

- Bien lo siento, no debí decir lo evidente - después de decir eso, nos quedamos calladas sin saber que debemos o no decir en esta situación.
- ¿A ti también te cubrieron los ojos? - cuestiona después de un rato, yo solo hago un sonido afirmativo.
- Carajo, necesito un cigarro ahora mismo - se queja.

Muevo mis manos, sintiendo las cuerdas en un firme agarre.
- Gena...Intenta liberarte de las manos - pido haciendo lo mismo, llevo mis manos a mi boca y sin más preámbulos intento soltarme, cosa inútil ya que después de unos minutos sigo en las mismas.

- No te desgastes, ¿Enserio crees que no lo había intentado antes?, desde luego que si - claudica con voz fastidiada.
- Me hubieras ayudado mucho, diciéndome esto hace unos minutos - resoplo frustrada.
- ¿Quién te trajo Gena? - pregunto al sentir la curiosidad hacer mella en mí.

- Alguien que pensé que nunca me haría algo como esto...Pero soy una ilusa, confié en la persona equivocada...Y mira a donde vine a parar - exclama con voz rota.
- Bienvenida al mundo de las dobles caras - hablo con una pequeña sonrisa.

- Ya estás familiarizada con las decepciones ¿he? - asiento aun cuando sé que no puede verme.
- Te acostumbras con el tiempo...Aprendes a no confiar tan fácil, pero sobre todo...Aprendes a no dar tu corazón tan rápido - termino.

- Fue Ramiro...El que me trajo aquí - confiesa, un jadeo de sorpresa sale de mis labios.
- ¿Pensaste que era Kevin la mente maestra de todo este show? - ríe con amargura.
- No, es Ramiro el que mueve los hilos a su conveniencia - suelta tajantemente.

- ¡Veo que se han vuelto muy amigas! - un escalofrío me recorre al escuchar la voz del susodicho.
- Tardaste mucho Ramiro, ¿porque hasta ahora? - pregunto con voz fría.
- Quería que platicaran, después de todo estarán algún tiempo aquí - suelto un chillido al ser bruscamente agarrada de mi cabello.

- Es hora de que conozcan su nueva Mansión...- y sin cuidado alguno, me saca la venda de los ojos, parpadeo repetidas veces para acostumbrarme a la luz de la ¿sala?
- ¡¿Que carajos?! - escucho decir a Gena al ver en donde nos encontramos y la comprendo ya que al ver a mi alrededor puedo ver mesas rotas junto a sofás y algunos retratos.

- ¡Bienvenidas a su nuevo hogar! - grita Ramiro, una mueca se instala en mis labios  al ver manchas de moho y el papel de las paredes descolorido, dándole un toque horrendo al lugar.
- Deberías dejarnos ir Ramiro - sugiere Gena mirándolo fijamente.

- "Deberías dejarnos ir Ramiro" - repite burlonamente una voz chillona que reconocería entre muchas igual a ella.
- ¿Porque no me sorprende que mi Zorra hermana esté coludida contigo? - pregunta Gena con asco.

Abril sonríe de medio lado mientras se acerca a Gena.
- Que idiota fuiste para querernos engañar, solo por tener la amistad de...Esta Zorra - habla mientras me mira, sonrío de medio lado.
- Me dices Zorra a mi, cuando eres tu la que se tira a todos los que se te ponen en frente...- termino llamando la atención de Abril.

Esta rápidamente se encamina hacia mi y sin esperármelo me pega una bofetada la cual causa que un hilo de sangre baje por la comisura derecha de mi labio.
- Tu callada te vez más mejor...Zorra, porq...- suelta un chillido de dolor al ser sujetada del cabello con fuerza, miro sorprendida a la persona que la tiene agarrada.

- No te permito que toques a Elisa...¡¿Me has escuchado?! - exclama con voz fría Ramiro, mientras su mirada está fija en mi.
- De ella me encargaré yo - determina.

Voten y comenten se los agradecería mucho.

Nos leemos pronto ❤

La Zorra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora