Capítulo 50.

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- ¿Ya está lista para irse señorita? - veo al oficial castaño que me quitó las esposas ayer, sonrió forzosamente asintiendo.
- Ya - el oficial abre la celda y me da paso para que salga de esta, nos encaminamos lejos de esas cuatro paredes asta estar frente al abogado de mi padre.

- Buen día Elisa, ya he pagado tu fianza podemos irnos - recita mirando la hora en su reloj.
- Bien, gracias - empezamos a caminar hasta que algo o más bien alguien, me hace detenerme.
- Hola...Elisa - la voz chillona de Gena me hace fruncir el ceño.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto desconcertada, ella abre su boca para responder más la vuelve a cerrar soltando un suspiro.
- ¿Gena? - sus ojos viajan a el sujeto aún lado de mi.
- ¿Podemos hablar a solas? - miro de reojo al abogado de mi padre, el cual solo escuchar que es privado lo que me viene a decir se aleja.

- Ya está, ahora ¿Que vienes a decirme? - Gena muerde su labio inferior, deduzco que lo que dirá es algo grave ya que la veo muy nerviosa
- Espero no digas que estuve aquí...Este es un favor que te haré - cuando estaba por preguntarle de qué hablaba.

Se acerca a mi asta quedar a la altura de mi odio donde susurra algo que me deja congelada, con cada palabra pronunciada por ella mi respiración se va acelerando...Mi corazón late más rapido al sentir miedo pero a la vez odio....

Cuando termina de hablar se aleja de mi y me mira con una pequeña sonrisa triste.
- Es lo único que puedo hacer Elisa...Espero sepas cómo actuar - sin más se da la vuelta y se va...Mis ojos pican al querer las lágrimas salir y yo retenerlas.
- ¿Está bien señorita? - escucho la voz ronca del abogado más no contesto.

- Si... Bien - es lo único que digo para caminar a la salida.

[...]

- Veo que te dejaron libre....¿Que sentiste Elisa?, ¿Al matar a Marco? - hago mis manos puños al ver recuperado y sin ningún moretón a Kevin.
- ¿Me lo preguntas tú?, ¿No sería al contrario? - frunce el ceño.
- No comprendo - se hace el desentendido.

- Ahora no te metas conmigo Kevin, no estoy para tus estupideces - hablo con verdadero rencor en mi voz.
- Valla que estar una noche encerrada te ha traído cambios -intento pasar por a lado de el, más me detiene tomando mi antebrazo izquierdo.
- ¡A mi no me dejas así!- exclama con una mirada maliciosa.

- Pobre Zorrita, ¿Te imaginas lo que sufrirás mañana en el instituto?, Todos saben que eres una asesina - mis ojos se llenan de lágrimas, más intento no soltarlas.
- Cuidado conmigo Kevin...No creas que Luca se detuvo porque estabas muy mal herido...Se detuvo gracias a mi, eso no lo olvides - me zafo de su agarre bruscamente para acto seguido irme de ahí.

Entro a mi habitación con mis ojos llenos de lágrimas, mi cuerpo tiembla y la voz de Gena se repite en mi cabeza...Muerdo mi labio inferior al sentir unas irremediables ganas de gritar...
- ¿Porque? - pregunto en un susurro.
- ¡¿Porque?! - grito tumbando todo lo que descansaba en mi escritorio.

Me siento en la orilla de mi cama y paso una mano por mi cabello en señal de frustración...
Intento recomponer mi voz, carraspeó para que no se note que estoy mal..

Sostengo mi celular entre mis manos y marcó el número que me puede ayudar...

Llamada...

- ¿Bueno?, ¿Elisa? - una lágrima recorre mi mejilla derecha.
- Briana...ne-necesito que me hagas un favor - es lo que digo cerrando mis ojos.
- ¡¿Pero estás bien?!, ¡Lo siento Elisa por no hacer nada pero!...- la corto antes de que termine.

- ¿Me harás el favor o no? - el otro lado de la línea se queda en silencio por un momento, para después escuchar la voz de Briana.
- ¿Que necesitas? - sonrió amargamente.
- Te mandaré en un mensaje el favor que me harás...No debes decirle a nadie ok? - un ruido en acuerdo es lo que recibo de parte de ella.

- Bien...- cuando estoy por cortar, ella habla.
- Elisa, ¿Puedes traer una foto de tu madre? - mi corazón se acelera al escucharla.
- ¿Para que la necesitas? - es lo primero que pregunto.

- Uno de los profesores pidió que hiciéramos una biografía sobre una persona especial...Y como es en equipos pensé que te gustaría que fuera de tu madre - sonrió sinceramente.
- Está bien - y sin más cuelgo.

Fin de la llamada...

Me tiró en la cama intentando dormir, para poder olvidar por un momento las palabras que fueron dichas por Gena...

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