Capítulo 86.

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Narra Elisa...

Nada más entrar en la cafetería todos los ojos son puestos en mi persona, pero...Ya no con molestia, ni con repugnancia...

No....

Ahora lo que gobierna en sus ojos es la lástima...Al ver mis morados, al repetir el video de la paliza que me dio mi padre...

Y es en ese momento que por fin la venda cae de sus ojos por unos minutos....Es en ese preciso momento cuando empiezan a notar todo lo que pasa a su alrededor...

"¿Sabias que a ella la molesta Kevin?"

"¿Será verdad los rumores de que ella se acostaba con cualquier chico que se le paraba enfrente?"

"¡Pobre chica!, por eso es tan callada..."

"Esa chica deberían de darle un premio por ser tan fuerte..."

Eso es lo que empiezan a decir al terminar de ver todo el video, y es donde me pregunto...

¿Que cambio?

Me miraban como una Zorra, siempre murmurando comentarios despectivos a mi persona y ahora...¿se ponen de mi lado?...
¿Cuando antes eran ellos los que me humillaban?

Por ello me pregunto...¿Que cambio?

Las personas que a diario me insultaban, me humillaban o ayudaban con la humillación, cuando me ven bajan la mirada al suelo, como si por el simple hecho de verme les quemara...
Pero después de meditarlo un largo tiempo comprendí porque me evaden...

Porque se ha caído mi armadura...En ese video pudieron ver que al salir de esa maldita cárcel donde me humillan, llego a otra peor donde me maltratan, y eso les carcome la conciencia, al verse reflejados en mi padre...

Porque cayó todo...Ahora todos de ese instituto saben que al salir de esa escuela plagada de gente estúpida, todos tenemos vidas ¡normales!, con problemas, que no somos ¡perfectos!.

¡Que llegamos al instituto con rostros falsos!

Porque vivimos en un mundo lleno de falsedad, donde nadie nunca es sincero, si no que nos adaptamos a las personas que se denominan "normales", volviéndonos crueles y olvidando la bondad que existe en cada ser humano...Olvidando que hay personas que no aceptan ser como los demás...

Que tienen problemas...¡Que sufren!.

Pero aun así aquí estamos...Aún cuando ellos ven como es mi vida en realidad...En unos días estarán hablando de mi "otra vez", inventando chismes de mi persona, algunos más fuertes que otros...

Pero la realidad es que....¡Ya no me importa!

He aprendido que hacerle caso a personas que no saben lo que he sufrido, solo me daña más...Y es algo absurdo he idiota pensar que gente como ellos pueden entender a alguien como yo...

- Eres tú ¿Elisa? - volteo a ver a la chica parada frente a mi, la cual me mira de forma curiosa.
- ¿Quien la busca? - pregunto con mi ceño fruncido, ella sonríe levemente.
- Un auto....Esta estacionado afuera y el dueño del auto me a pedido que te diga que salgas...- asiento parándome de la silla.

- Debe ser Den...Gracias - paso por a lado de la chica, y sin preámbulos salgo, me detengo fuera de la cafetería a revisar mi celular y me extraño al no ver el característico mensaje que siempre manda Den, cuando ya ha llegado.

- Se le abra olvidado - levanto la mirada y veo a mi alrededor, buscando entre el tumulto de estudiantes el coche, ignoro las miradas cargadas de pena que me dirigen y emprendo mi caminata por todo el estacionamiento.

Me rindo minutos después al no ver a Den, por ningún lado lo que me obliga a volver a sacar mi celular para marcarle, más un mensaje de el me llega antes de poder marcar...

Den:

"Estoy a dos cuadras de la cafetería, ya que hay demasiado tráfico para llegar hasta allá, puedes venir para acá"

Al terminar de leer, me encaminó las dos cuadras que faltaron para que Den llegara...Más me detengo de golpe al encontrar un detalle en el cual no reparé a la hora de leer el mensaje...

- Den nunca me hablaría tan informalmente...- un escalofrío me recorre al sentir como alguien se para atrás de mi...Muy cerca.
- Tienes razón...Por poco arruinas el plan, si no te hubiera seguido...No hubieras llegado a la trampa - cuando estoy por gritar el pone un pañuelo en mi rostro, el cual me esfuerzo por no oler.

Más solo es cuestión de minutos, para que empiece a respirar y por ende empiece a sentirme adormecida...
- Duerme dulce Zorrita...Que esto aún no termina - es lo último que alcanzo a escuchar antes de caer en la inconsciencia.


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