Capítulo 68.

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Narra Elisa...

Lagrimas caen de mis ojos al sentir una punzada en mi pecho, en el lado donde descansa mi corazón, mis manos se hacen puños sin quererlo al sentir un terrible odio por todas aquellas personas que están siendo buenas para juzgar...Pero no para pensar...

¿Si acaso es cierto todo lo que dicen?

¿O son simples chismes?

Una risa amarga sale de mis labios.

- Poco a poco...Sin detenerse...Me destruyen...- confieso con la mirada baja.
- Hey, mírame- pide Luca, posa su mano derecha en mi mentón asiendo que levante la mirada.
- No debes rendirte...No lo hagas Roja..- sonrío negando, dando un paso atrás alejándome de el, cosa que para el no pasa desapercibido.

- ¿No lo vez?, ¿No te das cuenta cuánto daño me hacen? - pregunto entre susurros.
- Me están matando...Me están...Me están.. - tapo mi rostro con mis dos manos, intentando tapar la vergüenza que siento.

- Elisa...Mírame.. - niego cerrando mis ojos.
- ¡Elisa!, ¡Mírame! - ordena con voz fría, un escalofrío me recorre al escuchar su voz carente de sentimientos, pero lo hago...abro mis ojos poco a poco y quito las palmas de mis manos, de mi rostro, su rostro está serio, sus ojos vacíos.

Lo que hace que trague en seco.

- ¿Ellos te están destruyendo?, ¿Te están matando?...Bien...Yo seré Tu Armadura, si sientes que poco a poco te estas derrumbando...Yo seré tu segunda vida...Esa que hará que vuelvas a este mundo, si sientes que tu corazón se rompe...Toma el mío, porque yo seré eso que te haga falta...- exclama con voz segura Luca, cosa que hace que mis ojos de nuevo se llenen de lágrimas.

- Luca...- pronunció su nombre con voz quebrada, al sentir como cuchillas se clavan en mi alma al ver al hombre frente a mi....Ese...El cual con cada palabra dicha me mata, porque mayor es el dolor que siento al ver lo hipócrita que puede ser el...Que el daño que me hacen los demás...

- Te protegerá Roja...Seré un Ángel guardián para ti...Solo Para ti, MI NIÑA - enfatiza las dos últimas palabras, trago en seco, sintiendo como un nudo se va formando en mi garganta impidiendo que respire con regularidad...

"¿Protegerme?, ¿Me darías tu vida?....¡Date cuenta Luca!...No puedes proteger ni dar tu vida a tu enemigo..."


Pienso llena de ira que no hago notar.

- Serás mi Ángel guardián, ¿y qué haré yo?, ¿puedes protegerme toda la vida? - una leve mueca se forma en mis labios ante su silencio.
- No puedes intentar protegerme para después llevarme a la batalla y dejarme sola - explicó afligida.

- No necesito eso Luca - el asiente, dando un paso al frente quedando a escasos centímetros de mi.
- Siempre me tendrás Roja...Porque tu estas cuidando algo muy importante para mi...Es tus manos tienes mi corazón...Y tu eres la llave para abrirlo - termina para acto seguido pegar sus labios contra los míos.

En un beso lleno de afecto, cariño y amor, no es un beso que valla más allá de demostrar que estamos el uno para el otro en las diferentes dificultades en las que nos encontremos..

Cuando el aire nos empieza a faltar nos separamos y nos miramos a los ojos, enfrascados en ese nube de azúcar donde solo pueden flotar los "enamorados", desvío la mirada después de un tiempo, limpiando las lágrimas que quedaron en mis mejillas.

- Debemos irnos - claudicó, tomando mi mochila de la mesa, veo como Luca frunce su ceño y me mira desconcertado.
- ¿A donde? - me encojo se hombros.
- Dijiste que querías escaparte de aquí conmigo....Puedes llevarme a donde quieras, siempre y cuando...- hago una pausa sintiendo repulsión ante lo que diré.

- Este contigo...No me importa a donde, junto a ti no importa donde esté- tomo su mano izquierda entrelazando la con mi mano derecha.
- ¿Sabes que nos están esperando no? - asiento tomando una gran bocanada se aire.
- No importa...Eres mi Ángel guardián, confío en ti - digo, mientras me encaminó a la puerta de mi refugio, con el detrás de mi.

Porque estoy herida si...Una nueva herida tiene mi corazón, pero esto se requiere en mi gran plan...Porque ahora mismo no solo saldré de mi refugio...

También me enfrentare a esas miradas llenas de repugnancia, odio y quizá hasta enojo que todos mis jueces me darán, porque cada personas de este instituto se volvió ese juez que me dicta la condena sin mirar las pruebas...

Ese juez que no le importa cono me sienta mientras logren su cometido....Seguir tratándome como lo que me conocen....Como LA Zorra….

¡Volvi!

Voten y comenten, se los agradecería mucho.

Nos leemos pronto ❤

La Zorra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora