Enchanted (KidxMaka)

Capítulo 5

Maka

Mis ojos recorrieron toda la pista de baile, en busca de una señal. Lo único que se me hacía notable eran las miradas de todos los alumnos, las cuales se dirigían todas hacia mí. ¿Había hecho algo malo? No creo. 

Me miraban asombrados, con admiración. Quizás era el vestido, al fin y al cabo, por lo poco que vi en el reflejo del lago me quedaba bastante bien. 

Sin saber cómo, mi cuerpo involuntariamente se había dirigido hacia aquí, el gimnasio donde el baile tenía lugar. No quedaba mucho para las doce y yo, sinceramente, no entendía muy bien qué seguía haciendo aquí cuando estaba claro que no pertenecía en este sitio, y menos a esta hora.

A lo lejos pude ver a Liz y a Soul, que también me miraban y comentaban algo entre ellos. Quise saludarlos, pero mi cuerpo no respondía: estaba demasiado tensa por culpa de las miradas de todas las personas de la sala. Incluso el profesor Stein y Marie se habían parado a mirarme. Los únicos que seguían bailando eran Tsubaki y Black Star, que daban vueltas por todo el gimnasio de la misma manera torpe que al principio. Esos dos no se habían dado cuenta de que todos habían dejado de bailar.

Sin saber cómo, o por qué, mis piernas comenzaron a moverse solas hacia el centro de la pista, bajo la mirada atenta de todos. La música de fondo y los murmullos de los demás estudiantes de la academia se habían mezclado. Debía admitirlo, andar con tacones era bastante complicado pero, de alguna forma, no me había caído aún. 

Levanté mi mirada y en el fondo de la pista vi como la figura de un chico se movía hacía mí. No podía dejar de mirarlo, sentía que una fuerza extraña me obligaba a seguir mirándolo. Andaba tranquilo, con las manos en los bolsillos  de su traje blanco y creí notar que se dirigía hacia mí. ¿Sería él con quién debía bailar? A medida que se acercaba, pude ver su pelo completamente negro y tras la máscara se escondían dos orbes doradas que me miraban con atención. Quería apartar la vista, pero simplemente no podía, esos ojos eran demasiado hipnotizantes  como para dejar de mirarlos. Seguí andando, involuntariamente, pero ahora sabía que mi cuerpo se dirigía hacía él. 

Había algo en sus ojos que me hacía pensar que ya nos conocíamos, pero con esa máscara, fuese quien fuese la persona tras ella, no podría reconocerla. Por fin, mi cuerpo se paró en el centro de la pista. Los estudiantes seguían observándome y comencé a sentirme incómoda. Entonces, me di cuenta de que por fin había logrado el control completo de mi cuerpo, pero ya era demasiado tarde como para salir corriendo delante de todos. 

Por suerte, las campanas me salvaron. Comenzaron a sonar, melodiosamente, indicando que ya eran las doce de la noche. Todos comenzaron a ignorarme y se pusieron a bailar con sus respectivas parejas, suspiré de alivio.

Pero seguía notando la mirada de alguien, la del chico del traje blanco, el cual ahora se encontraba delante de mí, a unos tres metros. Me miraba expectante y confundido, sin saber qué hacer. Me pregunté de dónde habría salido alguien así, sentí curiosidad por él. Tuve el impulso de acercarme a él, pero no me atreví. Junté mis manos, nerviosa, mientras me di cuenta de que el chico ahora andaba hacia mí. Ahora estábamos a menos de un metro, frente a frente. Podía observar sus ojos dorados, mirándome con duda, mientras yo no podía apartar los míos de él.

Ni él sabía qué decir. Por suerte, nadie nos prestaba atención, era como si ese estúpido rumor que me había contado Soul se estuviese haciendo realidad. Todos a nuestro alrededor estaban centrados en su pareja, nadie parecía tener ojos para alguien que no fuese la persona con la que estaban bailando. 

De repente, las manos de una tercera persona cogieron mis manos y las juntaron con las del chico.  Era Patty, la cual estaba acompañada por un chico que sonreía un poco avergonzado por la situación. La rubia de ojos azules puso una cara aterradora y nos obligó a bailar, para después irse arrastrando a su pareja a una de las esquinas de la pista.