5. Conejos de algodón de azúcar

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- ¡Ataca, Hakujoudai!

Un grito de una voz conocida, una explosión de luz que destrozó al monstruo que me comenzaba a agarrar con sus brazos, y todo terminó de golpe.

La potencia de la explosión me hizo tambalearte, me hubiera caído al suelo de no ser porque el dueño de la voz que gritó estuvo ahí para sostenerme.

- Realmente necesitas ser cuidadoso, ______. No debes seguir el rastro que deja un espíritu, los humanos son frágiles y mueren con mucha facilidad

Levanté la vista con duda, Hanako me sonrió alegremente mientras me mantenía firmemente sostenido entre sus brazos.
De alguna manera eso me desbloqueo los sentidos y todo lo que no había podido manifestar hace un momento me vino encima de golpe.
Sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas, mientras que mis piernas comenzaron a temblar. Intenté hablar, decir lo que sea, pero mi voz también comenzaba a verse afectada.

- Hanako...

Él me miró con un brillo cálido en los ojos y apoyó su mano en mi mejilla con delicadeza. Sentí que mi corazón pegaba un pequeño brinco dentro de mi pecho, ¿Estoy mal porque esto me esté alterando más que cuando esa cosa casi me mata?

- Vas a tener cuidado, ¿Verdad?

Asentí, aún un poco aturdido por el encanto particular que Hanako emitía.

- Eso es, buen chico

Hanako me ofreció apoyo mientras me sentaba en el suelo para terminar de tranquilizarme, sin embargo, no llevaba mucho ahí cuando algo me cayó en la cabeza.
No era muy pesado ya que el golpe no dolió mucho, pero aún así ¿Qué diablos me podría golpear en la cabeza tan de repente?

Miré a mi alrededor con curiosidad hasta localizar la peculiar cosita que me había caído en la cabeza.

Parecía una especie de conejo, sólo que sin brazos... Y con piernas traseras más cortas... Y rosas... Y sin una boca visible...

Poco a poco note que había mas de ellos, al menos unos ocho en total. Un par de ellos eran diferentes, había uno negro y uno que parecía envuelto en vendas, además de eso variaban en tamaño.
Se ven muy raros, pero son bastante lindos... Creo.

- ¿Qué son?

Hanako se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro, solté un pequeño respingo pero no me opuse ni dije nada.

- Estos pequeños chicos son mokke, también conocidas como las famosas "hadas" o como "Yousei-san". Suelen juntarse para robar cosas a los humanos, pero no deberían ser peligrosos

- ¿Estas cositas son las que me atacaron hace un momento? Se ven... diferentes

Toqué a uno con un poco de miedo, él pequeño tan sólo cerró los ojos y se dejó picar por mi dedo.
Realmente son bastante tiernos, no entiendo cómo es que se veían tan aterradores hace un momento

- Los mokke normalmente son débiles y miedosos, así que cuando atacan se fusionan para cambiar de forma. Normalmente por eso no atacan a la gente, pero en este caso...

Miré a Hanako, él se incorporó y comenzó a flotar algunos centímetros por encima del piso para situarse a mis espaldas y abrazarme por detrás, mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
Intenté ignorar los nervios que eso me provocó, algo que fue más fácil cuando esas cositas tan tiernas comenzaron a hablar con una voz aguda y linda.

- Nosotros no queríamos matarlo, pero no teníamos otra opción. Nuestra historia cambió

- ¿Cómo que su historia cambió?

Rumores /-Hanako X Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora