Rumores /-Hanako X Male Reader-

23. Una piedra lunar del niño de las estrellas

El tiempo que teníamos para contar un secreto importante expiró. Por un momento casi me sentí morir al imaginar que el profesor Tsuchigomori contaría nuestros secretos a toda la escuela, pero él nos aclaro a ambos que no haría eso.

- Era una broma. Además ya conozco todos sus secretos y su futuro, sería difícil que me sorprendieran con algo

- P-pero...

Guardé silencio cuando el maestro apoyó una de sus manos en mi cabeza. Tsuchigomori me alborotó ligeramente el cabello y sonrió con suavidad.

- Está bien así, de cualquier forma pude ver algo interesante... Bueno, síganme, los guiaré hacia mí yorishiro

El profesor se alejó en dirección a un conjunto de estanterías, tomó una lámpara de una mesita cercana casi al mismo tiempo que un par de esos estantes se comenzaban a mover por su cuenta, alejándose el uno del otro y dejando descubierto un pasadizo oculto, sorprendentemente bien iluminado gracias a una gran abundancia de esos peculiares cuarzos brillantes que había visto en algunas partes de esta peculiar biblioteca.

- Es por aquí, vamos

- ¡Okay! ¡A destruir el yorishiro de Tsuchigomori!

- ¡Sí!

Iba a decir algo respecto al entusiasmo que demostraron Hanako y Kou ante la tarea que teníamos que hacer, pero no llegué a decir nada cuando el profesor los había detenido con ayuda de dos de sus brazos sobrenaturales.
Al mismo tiempo, bajó a Yako de sus hombros usando otro más de sus brazos y los alejó a los tres de la entrada a ese curioso túnel.

- Alto ahí. Ustedes tres de quedarán aquí, solo él puede entrar

Mientras decía eso señaló en mi dirección. Me encogí en mi lugar y miré a Hanako con nerviosismo, en busca de apoyo, aunque él parecía tan desconcertado como yo.
Tsuchigomori suspiró y alegó que, ya que yo era el único que podía destruir el yorishiro, yo sería el único que entraría.

- Serás nuestra miko, "sacerdotisa", así que solamente tú entrarás

- Pero soy un chico...

- Trabajamos con lo que hay

Tsuchigomori se encogió de hombros y se llevó la pipa a los labios. Hanako llegó a mi lado y me intentó tranquilizar mientras me abrazaba.
Por su parte, Kou no parecía nada contengo con la idea de que yo fuera a solas a destruir el yorishiro.

- ¡Es imposible que deje ir solo a _______ cuándo podría estar en peligro!

Los reclamos de Kou se convirtieron en gritos molestos cuando Tsuchigomori lo tomó del cuello de la camisa y lo elevó varios centímetros por encima del suelo.

- Lo dices como si fuera a lastimarlo, ¿Usted que piensa, lord 7? ¿Soy lo suficientemente bueno como para cuidar de su chico?

Sentí que me sonrojaba al escuchar la manera en que Tsuchigomori se refirió a mí.
Mientras Kou pataleaba en el aire (y Yako mordía la pierna del profesor), el maestro miró a Hanako con una sonrisa extraña que no supe cómo interpretar.

Sentí que Hanako me apretó más contra su pecho, al voltearlo a ver me topé con que en su rostro había una expresión inusualmente seria mientras miraba al profesor.
Debió sentir mi mirada, ya que dejó de mirar al maestro para verme a mí.
Su expresión se relajó ligeramente e incluso me sonrió un poco, pero aún era perceptible una preocupación algo grande en su mirada.

- Hanako...

El se inclinó ligeramente sobre mí, cerrando sus ojos mientras depositaba un pequeño beso en mi frente.
No sé si se trate de otro "hechizo de protección" como el que me dió después de que estuvimos en el dominio de Yako, pero me pareció sentir un calor extraño en mi piel cuando sus labios abandonaron mi piel después de un par de segundos.