Rumores /-Hanako X Male Reader-

9. Tijeras y muñecas

- ¡Abajo!

Hanako jaló a Kou de la camiseta y a mí se me echó encima para quitarnos a ambos de la trayectoria de un par de tijeras gigantescas que habían salido de la nada, y que más que seguramente nos habrían decapitado si Hanako no hubiera intervenido. Aunque hablando de su manera de intervenir...

Hanako y yo nos miramos fijamente por unos segundos, ya que al tirarme de esa manera él había quedado acostado encima de mí, y por lo tanto nuestros rostros habían quedado bastante cerca.

Me sorprendí de que las mejillas de que sus mejillas estuvieran rojas, ya que ni siquiera cuando estaba viendo la revista se le pusieron así. Tal vez la caída fue muy brusca.

- Eh, l-lo siento, gracias por ayudarnos, ¿Estás bien?

Me incorporé ligeramente, apoyándome en mis codos.
Ya que Hanako era algo más pequeño que yo, él pudo seguir acostado sobre mi fácilmente aún cuando yo hice eso, aunque eso también provocó que su barbilla quedara apoyada ligeramente sobre mi pecho, mientras me miraba con ojos brillantes.
Era una vista... Increíblemente linda y adorable, algo un tanto raro viniendo de Hanako.

- Yo debería ser quien pregunte eso, ¿No crees?

Hanako se incorporó ligeramente, sonriendo de una manera extrañamente torpe.

- ... Voy a interrumpir lo que sea que esté pasando aquí porque, ¡Nos vamos a morir a todos!

La inexistente calma que Kou tuvo al avisarnos que las tijeras gigantes venían de regreso hizo que tanto Hanako como yo nos pusieramos de pie de golpe y echáramos a correr junto con Kou (aunque no entiendo por qué este espíritu idiota está corriendo si bien puede irse flotando).

Hanako (para mi gran sorpresa) y Kou eran algo más rápidos que yo al correr, por lo que al momento de subir el bloque de escaleras que nos separaba de las puertas, me fui quedando un par de escalones detrás de ellos.

- ¡Oigan, no me...!

Interrumpí mi propio reclamo cuando sentí un tirón en la pierna que me hizo tropezar y caerme sobre las escaleras.
Afortunadamente no me golpee demasiado duro, aunque me parece que mis lentes crujieron un poco, pero ese alivio momentáneo se fue cuando me giré para ver qué era lo que me había hecho caer.

Las muñecas que me habían dado tan mala espina hace un rato habían cobrado vida, y una de ellas me estaba sosteniendo por la pierna, esta era especialmente aterradora ya que en lugar de ese par de líneas trazadas con tinta en el rostro, tenía unos ojos completamente negros que lloraban lágrimas igual de oscuras, junto con una boca redonda llena de pequeños y separados dientecillos afilados.

El terror por ver esa cosa agarrándome con una sorprendente fuerza ni siquiera me dejó gritar por ayuda, tan sólo reaccioné al escuchar la voz de Hanako llamándome con desesperación, varios escalones más arriba de donde yo me encontraba.

- ¡________!

Él y Kou también estaban siendo atacados por las muñecas, pero por alguna razón Hanako las ignoraba completamente mientras me miraba, desesperaba. Pensé que era por las muñecas que me sujetaban, pero al girarme para verlas de nuevo comprobé con horror que, en realidad, lo que sucedía es que las enormes tijeras de hace un instante estaban descendiendo sobre mi, abiertas de par en par y dispuestas a cerrarse sobre mí para decapitarme.

No pude moverme ni un solo milímetro.
Sentía la muerte tan inminentemente cerca... Que simplemente no pude hacer nada para evitarla.
Escuché el grito de Kou, llamándome, me parecía tan lejano... Vi como las tijeras se comenzaban a cerrar, como los filos se cerraban centímetro a centímetro, acercándose a mi cuello cada vez más rápido...