Bendecido por la muerte [Kaishin]

•Ｒｏｊｏ•

𝔸𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤: Los personajes utilizados no son de mi autoría son del maravilloso Gosho Aoyama.

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: Au, drama, romance, más drama, muerte, misterio, algo de fantasía y posibles spoiler de la serie.

Rojo: El rojo es un color que se percibe ante la fotorrecepción de una luz cuya longitud de onda dominante mide entre 618 y 780 nm. Se asemeja a la coloración de la sangre arterial de los vertebrados.

𝚅𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜 𝟷𝟹 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Las imágenes se repetían una y otra vez, el parque de diversiones, el en las gradas junto a su madre, viendo como su padre iba hacer un espectáculo de escapismo cuando pasó.

Algo explotó en las gradas, su padre estaba en el juego mecánico, el juego también explotó. Kaito comenzó a correr e ir en ayuda de su padre, su madre intentó detenerlo, pero el niño corrió en dirección contraria gritando ¡Papá! A cada paso que daba. El pequeño llegó a la entrada del juego mecánico, inmediatamente cruzó, pero en cuanto dio otro par de pasos, el sitio volvió a explotar.

Kaito voló lejos del lugar, su cabeza fue lo primero en aterrizar contra el suelo. Un pitido llegó a sus oídos y era casi lo único que oía, a lo lejos escuchó su nombre, un par y penetrantes luces rojas fue lo último que vio antes de despertar.

El mago ladrón despertó exaltado, de niño solía soñar con el día de la muerte de su padre, pero desde que dejó a Shinichi durmiendo en su habitación, esa pesadilla se había hecho nuevamente recurrente.

Lo que primero pensó fue que el detective le había traspasado sus pesadillas, pero luego se dijo.

— Si eso libera al detective de todo lo malo que le rodea, no tengo problema.

Se sentó en la cama y a pesar de intentar olvidar el sueño, su mente lo volvía a recordar una y otra vez. Recordaba partes de lo ocurrido cuando su padre murió, pero no recordaba tantas explicaciones ni menos luces rojas, que le daba la sensación de lo que veían.

— Rojas... Luces rojas viéndome...—se decía mientras se miraba al espejo poniéndose la camisa.

Luces rojas viéndome

Viéndome

Rojo

Aquella idea y aquel recuerdo de la mañana pasaba por su cabeza mientras esperaba la comida que habían ordenado: Había logrado convencer a Shinichi de ir a comer algo, por lo que optaron por entrar a un McDonald y pedir alguna cosa.

Kaito había forzado a Shinichi que pidiera una hamburguesa y unas papas, a pesar de que el detective se negaba rotundamente diciendo no tener hambre, mientras que el había pedido combo favorito del mundo.