Bendecido por la muerte [Kaishin]

•Ｐｅｒｓｅｃｕｃｉｏｎ•

𝔸𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤: Los personajes utilizados no son de mi autoría son del maravilloso Gosho Aoyama.

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: Au, drama, romance, más drama, muerte, misterio, algo de fantasía y posibles spoiler de la serie.

Persecución: Acción de perseguir a una persona o a un animal que huye con intención de alcanzarlo.

𝚅𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜 𝟷𝟹 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Kaito estaba nervioso, en realidad sentía una sensación extraña en el estómago, pero su cabeza decía que era un malestar estomacal ya que no aceptaba la idea de estar nervioso a causa de que Shinichi lo estuviera abrazando por la espalda rodeando su cintura. Llevaban unos minutos así, Kaito conduciendo su motocicleta y Shinichi sosteniéndose de la cintura de este mientras seguían a la castaña rojiza.

¿Cómo habían llegado a esa situación? Muy simple, Kaito tras salir ese día de la escuela fue a buscar su moto al bar de Jii e hizo unas diligencias relacionadas con Kid, cuando vio al detective siguiendo a alguien. Por un momento pensó que se trataba de un caso, pero luego notó que en la parada de buses estaba la chica rubia fresa esperando el siguiente bus. Para la mala suerte de Shinichi, el autobús llegó y Haibara inmediatamente subió, dejando atrás al chiquillo.

Kaito notó como Shinichi se molestó por perder aquel transporte, por lo que el mago se acercó al detective estacionando la moto a un lado de la vereda. El castaño se sacó el caso y miró al detective, quien al verlo se sorprendió de sobremanera.

- Kuroba...

-¿Te llevo? -preguntó el mago con una sonrisa galante.

El detective sintió las mejillas arder, pero las obvio ya que tenía que hacer cosas más importantes que preocuparse por un simple sonrojo. Asintió con la cabeza y el mago le entregó un casco. Shinichi al terminar de ponérselo se subió a la moto y dijo:

- Sigue ese autobús -ordenó.

- ¡A la orden detective!

Kaito aceleró y Shinichi instintivamente se afirmó abrazando el abdomen del otro.

Se había subido a la motocicleta de Heiji las veces que fue a Osaka, pero la sensación de ir con Hattori era completamente distinta a la que tenía con Kuroba. Además de sentirse de alguna manera avergonzado, Shinichi sentía que Kaito le había caído del cielo, puesto que no había alcanzado a tomar el mismo vehículo que la castaña, así que ver a Kaito llegar en su moto había sido como si un caballero de brillante armadura hubiese llegado a su rescate.

- ¿Por qué seguimos a Haibara? -preguntó el mago sin dejar de prestar atención al camino.

- Porque dijo que se iba a juntar con un conocido -contestó el detective.