Bendecido por la muerte [Kaishin]

•Ｉｒｒｅａｌ•

𝔸𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤: Los personajes utilizados no son de mi autoría son del maravilloso Gosho Aoyama.

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: Au, drama, romance, más drama, muerte, misterio, algo de fantasía y posibles spoiler de la serie.

Irreal: que no es real o no tiene una exigencia verdadera y es fantasioso.

𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚐𝚘 𝟷𝟻 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Kaito Kid apenas se reconocía, lo que estaba haciendo era algo que ni su alter ego ni su forma civil harían, huir de un problema. Él siempre se quedaba, intentaba resolver lo que fuera lo que fuera, pero ahí estaba, en casa de Jii viendo una última vez los planos para entrar a la nueva exhibición de los Suzuki.

¿Estaría allí?

Seguramente, después de todo él también estaba tras Pandora y estaba en la lista de posibles Pandora que tenía en ese cuaderno.

Aoko había mencionado que Shinichi lo había estado buscando en su casa, decía que tenía que hablar con él, pero él no quería hablar con él.

— No te vuelvas a poner en riesgo —recordó el mago, imaginándose a Shinichi frente a él, repitiendo lo ocurrido el viernes en la noche.

La calle vacía, las farolas alumbrando tenuemente, la noche yacía sobre Tokio y el par estaba frente a la casa temporal de Shinichi. En realidad, por cómo estaban parados y por el ambiente, cualquiera hubiese pensado que terminarían con una escena romántica.

Las palabras que había dicho antes el detective habrían dado pie a que Kaito aceptara a no ponerse más en riesgo, luego Shinichi podría haber seguido reclamando lo asustado que estaba por ver qué Kaito no salía y, por último, para callarlo, Kaito le hubiese robado un beso. Shinichi terminaría como tomate y quizás Kaito sonreiría de nuevo, terminando una linda confesión de sentimientos ese ajetreado día.

Pero claro, Shinichi tenía que decir:

— Mientes, te pondrás el traje y te volverás a poner en riesgo.

Arruinado toda la atmosfera romántica que se había creado sin que ellos se diesen cuenta.

— ¿Traje?

— El traje de Kaitou Kid —sentenció—, sé que eres Kaitou Kid, Kaito

Eso le había sorprendido, pero no tanto como esperaba, era Shinichi después de todo, era el mejor de los detectives que había en Japón, si es que, en el mundo, el aprendiz de Holmes, el hijo del rival del primer Kid. Era obvio que en algún momento Shinichi fuese a saber su identidad.

— No lo soy —contestó entregándole otra de sus sonrisas—, desde cuándo escuchas a Hakuba.

Mentía, pero era por una buena causa, o eso creía él.