Bendecido por la muerte [Kaishin]

•Ｐｒｏｔｅｇｉｄｏ•

𝔸𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤: Los personajes utilizados no son de mi autoría son del maravilloso Gosho Aoyama.

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: Au, drama, romance, más drama, muerte, misterio, algo de fantasía y posibles spoiler de la serie.

Protegido: Persona que recibe la protección, el apoyo y la confianza de otra que tiene más poder social o económico.

𝙳𝚘𝚖𝚒𝚗𝚐𝚘 𝟷𝟻 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Los nervios no lo dejaban en ningún momento, su pierna se movía sola zapateando mientras revisaba la habitación en donde se encontraba. No podía hacer más. Tenía los nervios de punta y lo único que deseaba en ese momento era que el detective despertara luego, tenía miedo de que Shinichi no despertara de nuevo y no pudiese ver de nuevo aquellos profundos ojos azules.

Shinichi no puede morir, la muerte no puede aceptarlo en su reino Le había explicado la de ojos cerceta cuando lo trasladaban a casa del inventor.

Si bien había visto como las balas no podían dañar al detective, lo había visto sangrar al momento de aterrizar y como tras caminar al auto del profesor el chico caía desmayado.

Recordaba en cámara lenta como ambos saltaban al santo vacío, Shinichi le pedía que soltase el ala delta y lo mandara a cualquier dirección, Kaito se negaba porque si lo hacía ambos morirían.

— Confía en mí —volvió a pedir el detective con una sonrisa llena de confianza.

El ladrón hizo caso a las palabras del muchacho y soltó sus alas dejándolas perderse en algún punto del cielo. Debía estar loco para hacer caso a tal petición.

Seguían cayendo, Shinichi tomó el brazo del ladrón y lo acerco a su lado de un solo tirón, sin pensarlo dos veces el detective abrazo a Kaito protegiendo su cabeza y acurrucándolo entre su cuello y el hombro.

El ladrón podía sentir la fragancia del otro, podía sentir su calor y podía sentir como el pecho del detective subía y bajaba con cada respiración, cosa que lo hacía sentirse aún más nervioso de lo que ya estaba por estar cayendo.

— No permitiré que mueras, yo te pienso proteger —murmuró antes de chocar con el suelo.

Si se pudiese comparar el sonido que hizo la cabeza del detective al momento de caer al suelo, se podría decir que se asemejaba un poco al sonido que hacía una sandía al estrellarse contra el pavimento.

El mago levantó el rostro de inmediato notando como el detective tenía los ojos cerrados y su rostro mostraba una expresión de dolor. Rápidamente se puso a un lado del chico y le reviso notando como de su cabeza comenzaba a brotar sangre, Kaito se espantó aún más y como pudo intentó parar la sangre, pero lo único que lograba era que sus guantes blancos tomarán un color rojo.