Bendecido por la muerte [Kaishin]

•Ｃｏｎｊｅｔｕｒａ•

𝔸𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤: Los personajes utilizados no son de mi autoría son del maravilloso Gosho Aoyama.

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒𝕤: Au, drama, romance, más drama, muerte, misterio, algo de fantasía y posibles spoiler de la serie.

Conjetura: Se define como conjetura al juicio que se forma como resultado de realizar observaciones o de analizar indicios. En el ámbito matemático la conjetura consiste en una afirmación que, al no haber sido probada pero tampoco refutada, se concibe como cierta.

𝙹𝚞𝚎𝚟𝚎𝚜 𝟷𝟸 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Bajaron frente un par de edificios en una calle comercial, Shinichi inmediatamente miró hacia el sitio donde se suponía debían ir y encontró el letrero del Loro Azul en un costado de uno de los edificios. El chico rápidamente fue a la parte delantera del viejo Volkswagen Beetle a la vez que el científico abría el compartimiento, el castaño se cargó con un par de cajas, las más pesadas.

— Shinichi, es en el segundo piso—comentó el hombre saliendo del auto junto a la chiquilla.

— Yo le abro las puertas —comentó la chiquilla.

El detective miró al viejo y el simplemente dijo:

— No es necesario Shinichi, aún puedo llevar estas cajas.

Asintió y siguió al cuerpo de su roomate hasta la puerta de la entrada. Hakase, por suerte no había notado el cambio entre eso y Haibara, en realidad el ser sabía adoptar la personalidad de la chica que era muy difícil reconocer quién era quién, si no fuera por los motes que este le ponía a Shinichi y por el par de ojos de color que solo podían verlos Haibara y él, pasaría desapercibido el cambio.

La chica abrió la puerta, dándole el paso al castaño para luego subir rápidamente y abrirle, pero en vez de esperarlo a que entrara, la chica lo dejo abandonado a medio camino. Entro al local, sin siquiera saludar y fue directo al chico derretido sobre la barra del bar.

Le observó con felicidad, hace mucho tiempo que no lo veía, ahora estaba más crecido y maduro, además, era muy distinto verlo desde la sombra de su protegida que con sus propios ojos. Tocó un par de veces el hombro del muchacho y cuando volvió su rostro hacia ella, tomo nuevamente la personalidad de Haibara.

— ¿Kuroba~kun? —preguntó.

— Haibara~san —contestó el castaño sin creer que ella estaba allí— ¿Qué haces aquí?

— ¡Oe! —llamó Shinichi enojado tras por fin haber logrado abrir la puerta de nuevo teniendo las cajas en sus manos.

El mago inmediatamente giró su vista hacia la voz, encontrándose con el detective que dejaba sobre la mesa un par de cajas.