•Alivio•

681 97 64
                                    

Alivio: Sensación de tranquilidad que le queda a una persona al ser aliviada de una preocupación, una molestia, un dolor, etc

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alivio: Sensación de tranquilidad que le queda a una persona al ser aliviada de una preocupación, una molestia, un dolor, etc.

𝙹𝚞𝚎𝚟𝚎𝚜 𝟷𝟸 𝚍𝚎 𝚊𝚋𝚛𝚒𝚕

Como nunca, el detective despertó gracias al despertador y no por una pesadilla. Se frotó los ojos y perezosamente se sentó en la cama, notando que aún estaba con ropa y tenía una manta sobre él. Miró su habitación, la luz entraba por la ventana a la vez que está estaba cerrada, todo parecía normal, se levantó dejando de lado la manta y comenzó a estirarse, hacía mucho tiempo que no dormía tan bien y era extraño que no despertara antes de que sonara su despertador.

Intentó recordar lo ocurrido el día anterior, rápidamente llegaron a su mente lo ocurrido en la tarde, en dónde había perdido la compostura frente al grupo de estudiantes que se encontraban con él. Debía de haberse quedado dormido leyendo y quizás Ai lo había tapado cuando apareció en la habitación. Pero esa idea fue borrada cuando vio el libro del "El extranjero" sobre su escritorio con una nota.

"Te veré en clases Kudo~kun, aún no terminamos de discutir este libro."

Shinichi se sorprendió, había olvidado que el mago había aparecido frente a su ventana y que, tras intentar correrlo de su habitación, lo había abrazado dejando salir todo lo que tenía dentro. Entonces recordó que el mago se puso a hablar del libro el intentaba mantenerse despierto y no cabecear, pero después ya no recordaba nada.

Simplemente quedó mirando la cama ¿acaso se había quedado dormido mientras el mago estaba con él? Negó esa idea con la cabeza, no lo creía, no podía haber sido tan descuidado por dormirse cuando el otro estaba en su habitación.

— Parece que la presencia de Kuroba te dio la paz necesaria para que pudieses descansar —comentó Haibara irrumpiendo la pieza mirando al detective con suspicacia.

El joven quedó mirando a la castaña que ya vestida con el uniforme de la escuela Ekoda, estaba apoyada en el umbral de la puerta, viéndolo con picardía y sacando a lucir una sonrisa socarrona. Las palabras dichas por la de ojos cerceta afirmaron la teoría por parte del detective, provocando que sus mejillas se pusieran rojas por la vergüenza.

— Deberían declararse pronto —sugirió la chica con claras intenciones de molestarlo.

— Es un amigo —explicó.

— ¿Desde cuándo se volvió un amigo? —preguntó ella con una sonrisilla traviesa— ¿No qué no te agradaba?

— Desde ayer

— ¿No temes por lo que pueda sucederle?

— Encontraré a Pandora y no sucederá nada —argumentó decidido—, no dejaré que nada le ocurra.

La chica sonrió. Kaito Kuroba era realmente único, irradiaba positividad y alegría a donde iba, era muy amable y atento, pero un bromista empedernido, a pesar de eso, el chico sin quererlo le había dado ese empujón que el detective necesitaba para regresar a ser él.

Bendecido por la muerte [Kaishin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora