Tratando al enemigo
Dante, el mafioso cuyo nombre es ése, me saca de su habitación jalándome del brazo, prácticamente arrastrándome hasta lo que parece ser un granero, donde 4 mujeres de distintos tamaños y complexiones se abalanzan hacia nosotros en cuanto pongo un pie en el sitio.
—Alto, nada de armas, esto solo es venganza a golpes, nada de jugar sucio— habla y le quita el bate a una señora operada.
—Eres una perra, mataste a mi padre— una me da una cachetada y no puedo hacer nada para evitarlo, ya que Dante me sostiene de las manos.
—Toda suya, venguen a sus hombres— me lanza al piso y caigo de rodillas.
Una señora gorda se abalanza sobre mí y me da golpes con sus puños, como puedo le agarro las manos y la tiro al suelo golpeándola ahora yo, pero otra me jala del cabello mientras otra me golpea.
—Esto es por mi Harry—me dice una pateandome la cara.
—Debería de darles asco sus maridos y darme las gracias de quitarles a esas bestias que golpearon a un niño indefenso de 6 años, malditas perras.
Logro soltarme del agarre en mi cabello y les doy un golpe certero en la nariz a mis contrincantes, me limpio la sangre de mi boca y de mi nariz antes de tirar al suelo a la menor de ellas y regresarle los golpes que me dio hace un momento.
—Quítenmela— grita cuando le arranco el cabello.
Lo siguiente que veo es una mujer con un bate de beisbol, diferente al que le quitó el tipo. La tipa esa me da en el oído logrando que sangre junto a la que escupo en mi boca.
—Son unas perras sucias
—Mierda.
Veo al mafioso correr hacia mí mientras siento como pierdo la fuerza y el cuerpo de esas mujeres se hace confuso mientras toco la sangre de mi cabeza.
Despierto y toco la venda en mi cabeza antes de levantarme y observarme en un espejo de la habitación, joder, estoy irreconocible, mi cara está totalmente hinchada y morada junto a los rastros de sangre en mi cara, mi labio está partido y mi nariz no creo que esté muy bien cuando quite los vendajes que la cubren, los cuales están ensangrentados, observo la noche a través de la ventana, la cual me indica que debo llevar más de 3 horas desmayada.
—Hola — entra una chica a la habitación.
—Largo—volteo para que no pueda ver mi rostro.
—El señor me ha mandado a cambiarle las vendas señorita— explica.
—Déjalas en la cama, yo puedo.
—Pero..
—¡Que las dejes en la cama!— le grito enojada.
—Está bien, pero no puedo salir, el señor me regañará si ve que no se las cambié.
—Me vale mierda lo que te suceda, te quiero fuera de aquí, yo lo haré.
La chica se queda esperando a que me mueva, pero no lo hago por lo que termina saliendo después de un buen rato tras suspirar rendida. Ni loca me cambiaría yo las vendas, puedo soportar ver sangre en alguien más, pero no soportaría ver mi nariz rota, ni mi cabeza abierta, por lo que no me importa manchar las sábanas a la hora de acostarme en la cama de nuevo y taparme mientras dejo las lágrimas correr por mis mejillas.
Escapé de Daniel por los golpes que me daba, pero me trajeron este lugar donde todo es peor, al menos donde estaba ya me aceptaban, Dean me llevó de compras y todo, pero aquí es mucho peor, solo he estado un día y lo único que he recibido son golpes junto al acoso que me proporciona el hombre de ojos oscuros.
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Virgen De La Mafia 🔪
Teen FictionLa "Virgen" y no por ser una santa o un ser celestial, aunque para muchos fuera una diosa, para otros es peligro, para algunos es la fortuna mientras para otros una maldición. ¿Quién diría que la vida aburrida de una chica aburrida daría un giro tan...