Capítulo 7

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Golpes 

Despierto por el rechinar de la puerta nuevamente, al voltear espero encontrarme a mi verdugo pero en su lugar encuentro a su abuelo con una bandeja de comida en manos.

—Hola niña—sonriendo deja la bandeja frente a mí.

—Hola abuelo—le contesto levantándome del suelo mientras doblo la cobija.

—¿Daniel te trajo la cobija?—pregunta sorprendido.

—No lo creo, ni comida me trae, mucho menos creo que me traería una manta.

—Bueno, te dejo, tengo cosas que hacer pero come, regreso en un momento.— y con esto se va cerrando la puerta tras de sí y comienzo a comer, pero no dura mucho mi paz por que el mafioso llena la estancia con su presencia estando enojado.

—¡¿Quién te trajo esta comida?! —pregunta enojado aventando la bandeja contra la pared haciéndome retroceder.

—Una persona que no es una mierda como tú—le contesto enojada tragándome el miedo.

—¿Fue Dean?—pregunta alterado apretando sus manos en un puño.

—¿Quién mierdas es Dean?—pregunto confundida.

—Ahora resulta que no sabes, estúpida.

—Pues si supiera no te lo preguntaría, imbécil.

—Escúchame bien maldita-—me agarra de mi blusa alzándome—No quiero que establezcas contacto con nadie de aquí.

—¿Por qué me lo dices? ¿Se te olvida que me tienes bajo llave, imbécil?

—Te voy a enseñar a cerrar esa boca tan viperina que tienes—me lanza con fuerza contra el piso.

—Inténtalo idiota— no tengo ni idea de donde saco tanto valor, jamás he estado en una situación así, pero por alguna extraña razón no me intimida como debería hacerlo.

—Ah ¿Quieres ver?—me cachetea girándome la cara, demostrando que de buen humor no anda.

—No vuelvas a tocarme—me levanto del suelo y le meto un codazo en el abdomen que le saca el aire.

—Ya verás maldita— toma mi cabello entre sus manos jalándolo hasta tirarme al piso y subirse sobre mí— Debes llamarme por mi nombre ¿Es tan difícil aceptar que eres mi mujer?.

—Jamás seré la mujer de un maldito como tú—le escupo la cara enfureciéndolo más.

—No vuelvas a hacer eso—me aprieta la boca con fuerza pero pese a eso le vuelvo a escupir desatando toda su ira—Veo que no entiendes por las buenas, lastima mi amor, tendrás que entenderlo por las malas— lo intento quitar de encima mío, pero su agarre sobre mis muñecas me lo impide, dándole un golpe en los bajos logro que me suelte — Eres una gatita peligrosa—se levanta del suelo volviendo a tirarme abajo de él, veo como se quita su cinturón amarrándolo en mis manos haciéndome temblar por lo que probablemente está por pasar—Te quitaré ese carácter hasta que no seas más que una sumisa.

—Déjame, por favor, prometo ya no llamarte idiota ni nada de eso—pido por mí, aunque es en vano, por que su irá le sale por todos los poros y el golpe en mi mejilla me hace confirmarlo de nuevo.

—¡Jason!—grita al parecer a uno de los gorilas de afuera, pero este entra y es todo lo contrario, es güero, alto, musculoso, pero no tanto y su cabello es rubio, típico modelo— Dame tu cinturón—ordena dejándonos a ambos confundidos—¿Qué es lo que no escuchas? ¡Dame tu maldito cinturón!—ordena de nuevo y este le obedece, está por preguntar algo, pero la mano del idiota diciendo que se calle lo hace salir rápido—Ahora si muñeca, vamos a disfrutar, y a aprender que no debes faltarle el respeto a tu hombre—se acerca a mí mordiendo mi cuello con fuerza.

Virgen De La Mafia 🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora