Capítulo 37

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Propuestas y revelaciones

Una vez arriba del avión caigo en un profundo sueño recargada en el brazo de Daniel, no dormimos mucho en el auto, ya que su padre le llamó avisando que el avión estaba esperándonos y tuvimos que acudir rápido.

Aterrizamos en nuestra tierra, y por más que insisto en ir a su casa por la preocupación de Joselyn, él se niega cambiando el rumbo del camino tomando una desviación, se detiene antes de llegar a algún lugar en concreto. Salimos juntos y no duro nada viendo con mis ojos ya que me los cubre con sus grandes manos impidiendo que analice el entorno.

—Si me vas a matar quiero que sepas que siempre he querido que después de morir me hagan cenizas.

—Tranquila amor.

Siento un torbellino de emociones en mi interior por la forma en la que me ha llamado y eso hace que dibuje una sonrisa en mi rostro, caminamos lento y puedo percatarme del sonido del agua correr por lo que parece ser un lago.

Me destapa la vista y observo todo a mi alrededor, observo el precioso lago cristalino rodeado de flores a su alrededor, levanto la vista y a lo lejos puedo ver que sus animales andan sueltos deambulando por todos lados, incluidos los cisnes que nadan tranquilamente en el lago.

—Esto es hermoso— murmuro maravillada.

Me toma de la mano jalando de mí hasta cruzar un puente pequeño sobre el lago, nos detenemos en una mesa pequeña posicionada sobre el pasto perfectamente podado y flores pequeñas a su alrededor, tiene un mantel encima y un banquete de comida distinta dispersa sobre esta.

Lo observo sentarse en el pasto con tranquilidad e imito su acción sentándome al otro extremo cerrando los ojos para disfrutar del aire y de este pequeño lapso de paz que tenemos por fin.

—¿Tienes hambre?— pregunta destapando una bandeja con un pollo preparado dentro.

—Sí.

Acaricio el pelaje del león cachorro que recuesta su cabeza en mis piernas.

—Se te dan bien las mascotas, ¿Has tenido alguna antes?— para mi sorpresa habla mientras me sirve de comer.

—Tuve un pez rosa pero el gusto me duró muy poco— menciono recordando el perfecto delfín rosa que habita en Rusia.

—A partir de ahora puedes tener lo que quieras.

—Con los tuyos me conformo— sonrió picando el trozo de fruta en mi plato— ¿Está todo bien?

Lo noto raro, atendiendome y dedicándome miradas difíciles de entender, creo que si me va a matar.

Comemos con tranquilidad y nos levantamos cuando finalizamos, caminamos por alrededor del sitio, cargo algunos animales y en todo el rato ni él ni mi pequeño león se separan de mí.

—Nos hace falta un baño, ¿No crees?— pregunta quitándose la playera cuando estamos en el puente sobre el lago.

—Tal vez...— miro el vestido color rojo oscuro con manchas de sangre probablemente de Dante o de su difunta novia.

— Vamos entonces— se mete al lago con sólo sus calzoncillos puestos.

Me deshago del vestido quedando en ropa interior y me siento en la orilla del puente sintiendo el agua en mis piernas hasta que me meto por completo acostumbrada a la temperatura.

Camino a través del agua hasta llegar a su lado y abrazarlo por la espalda.

—Me gusta esto— menciona besándome pasando sus manos por mi espalda apretando mis glúteos con ambas manos.

Virgen De La Mafia 🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora