Capítulo 5

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Retraso costoso

Domingo 21 de Mayo.

A pesar que el domingo siempre lo tomé como algo variado a mi rutina, hoy lo tomo como una pesadilla, como una carretera sin fin ni retorno por el cual desviarte y en mi caso, sin poder huir del destino.

Mi mamá no parece muy alegre con mi decisión de querer ir, preferí ocultarle la amenaza de ese tipo, pues si se le ocurre aparecerse por ahí, seguro será un caos, no lo conozco bien pero estoy segura de que es un maldito y no tenemos salida de él, hasta la maldita policía está aliada con él, no sé si quiera venderme en pedacitos o prostituirme pero ojalá que mejor me maté, no pasaría por una maldita violación en mi vida, no creo poder superar algo así.

—¿Segura que quieres ir?—pregunta mi mamá desde la puerta mientras me arreglo.

—Si mamá, sólo será por hoy.

—Pero ese tipo es peligroso, ya vimos sus alcances —dice angustiada.

—Mamá, por eso mismo tengo que ir, puede hacerle algo a Diana y eso es algo que jamás me permitiría.

—Lo sé, pero si las pierdo a las dos me moriría.

—No pasará nada mamá, te prometo que no dejaré que le hagan algo a Diana—la abrazo dándole fuerzas.

—Te acompañaremos al trabajo, tengo que pasar por algo—dice mi papá recién levantado y cambiado.

—Está bien—digo sonriendoles antes de subirnos al auto para ir rumbo a mi trabajo.

—Vamos a ir primero a la plaza para sacar dinero del cajero—avisa mi padre.

—Pero voy a llegar tarde.

—No importa, siempre llegas temprano, por un retraso no se morirán.—y así es como toma otro camino distinto y que para mi mala suerte el cajero está lleno ¿Quién mierda hace fila un domingo en la mañana? Mi mamá jamás le lleva la contraria a mi padre por su pasado, pues mi padre jamás ha sido una inocente palomita, por fin después de una hora mi padre sale del banco y retoma el camino hacia el restaurante donde trabajo.

—Tengo que ir a cobrarles a unos de mis amigos ¿Hay problema si te dejo aquí?— me pregunta a solo 3 calles del restaurante.

—¿Cómo le preguntas eso?—le reclama mi mamá enojada— Está en peligro.

—Está a 3 calles y nada le puede pasar—le resta importancia.

—Pues yo me voy con ella—dice mi mamá bajándose del auto junto conmigo.

—De ninguna manera, mujer, entra al auto—mi padre la regresa con fuerza, esta sin duda es una faceta que odio de mi padre.

—Tranquila mamá, todo va a estar bien, solo son 3 calles, además no creo que me regañen por llegar tarde, pero si algo así pasa les llamo por celular para que vengan a recogerme—la abrazo adentro del auto— Los quiero mucho.

—Yo también mi niña—me da un beso en la frente.

—Nos vemos—se despide mi padre antes de arrancar el auto a lo que yo camino tranquila hasta mi trabajo hasta que escucho balazos dentro del restaurante así que comienzo a correr, temo que esto sea mi culpa.

—¡¿Dónde está?!—escucho como grita una voz terriblemente conocida.

—No lo sé, no ha llegado—escucho a mi hermana sollozando y me acerco a la ventana viéndola arrodillada.

—¿Sabes lo que te pasará si la encuentro escondida aquí?—le pasa el arma por el cuello haciéndome temblar.

—No está, lo juro, no ha llegado—dice llorando.

Virgen De La Mafia 🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora