Capítulo 11

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Llamada telefónica

02 de Junio.

Daniel Evans

No puedo creerlo, más bien, sí puedo creerlo pero no aceptar la incompetencia de los jodidos hombres que trabajan para mí, son tan idiotas como para que una simple chica de 16 años los haya burlado y logrado escaparse, el tipo que le dio la camioneta no vivió para contarlo, ya que en cuanto perdimos la señal del GPS y después lo vimos destruido bastó para meterle una bala entre cejas.

Yo les advertí que la chica era ruda, que no quería fallas, pero al parecer los idiotas no entendieron y ahora ella corre más peligro de lo que cree.

***

—Dani...—entra Susana a mi oficina empeorando mi estado.

—No quiero saber nada de ti, ni de tu madre, largo.

—Pero es que...el niño...

—No me vengas con pendejadas de que te importa el escuincle que le aventaste a tu madre en cuanto nació.

—Es tu hijo.

—Por supuesto que no, ahora lárgate de aquí y dile a tu madre que se largue de mi casa si no quiere que la mate, porque es su culpa que Sara haya podido escapar.

—Mi madre no tiene la culpa, además todo es por ella ¿cierto?. Cuando le pediste a mi madre las placas y la descripción de su camioneta, no era para el niño, era para esa zorra—dice enojada y con los ojos llorosos.

—Era obvio, tu escuincle no me importa en lo más mínimo.

—¿Cómo puedes decir eso?—suelta el llanto.

—No vengas con lamentos que no te quedan, lo abandonas y ahora lloras preocupada, no tengo tiempo para esto, lárgate de aquí que no quiero escuchar nada de tu parte— entiende la mirada que le dedico y se larga.

Como si no bastara con el estrés de haberla perdido, se lleva un jodido niño extraño para ella, ya investigué a toda su familia para ver si han tenido contacto con ella y no, sus hermanos siguen con la misma rutina, excepto la mayor, esta cerró el restaurante después de mi grata visita.

Sus padres siguen normal, uno trabaja y la otra se queda en casa, solo sale a hacer compras a tiendas cercanas.

—¿Hay algo?—la pregunta por parte de Dean me hace salir de mis pensamientos para dirigirle una mirada desaprobatoria por entrar sin tocar, su genuina preocupación me hace desconfiar de las palabras de Sara y que ellos sí han tenido contacto verbal.

—Aún no.

—¿Cuándo lo habrá? Joder Daniel, la chica corre muchos más peligros allá afuera que aquí adentro.

—¿Crees que no lo sé? Ya la he salvado de un atentado y estoy seguro que ahora que saben que está libre irán a buscarla.

—Esta es tu jodida culpa, si tú no la hubieras golpeado Sara estaría aquí.

—Bueno, ¿a ti que mierda te importa que ella no esté? ¿Cuál es tu interés hacia mi mujer?

—Es solo que mi puesto corre peligro si ella abre la boca, entraré en investigación y eso nos afecta a ambos.

—Espero y sea solo eso, pero ahora necesito estar solo, te avisaré si tengo información, ahora lárgate.

—Tenme al tanto— sale cerrando la puerta, me levanto mientras llevo un sorbo de whisky a mis labios.

Esa niña me va a matar, es que es tan necia, terca e inmadura que me hace sacar mi peor lado, bueno, de hecho es el único que tengo, pero ella lo hace empeorar, es que es tan jodidamente molesta y me frustra no podérselo quitar.

Virgen De La Mafia 🔪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora